«Al excarcelar el sábado a Ariel Sigler Amaya, el régimen de los Castro ha querido evitar una nueva muerte en prisión, después del escándalo mundial que provocó en febrero la de Orlando Zapata Tamayo». De esa manera han recogido varios medios españoles la puesta en libertad del mercenario cubano. De entrada, mienten. El susodicho estaba […]
«Al excarcelar el sábado a Ariel Sigler Amaya, el régimen de los Castro ha querido evitar una nueva muerte en prisión, después del escándalo mundial que provocó en febrero la de Orlando Zapata Tamayo». De esa manera han recogido varios medios españoles la puesta en libertad del mercenario cubano. De entrada, mienten. El susodicho estaba hospitalizado, desde mediados de agosto del año pasado. En ese mes, pasó del hospital «Enrique Cabrera» al «Julio Díaz», ambos de La Habana. En este último ha estado ingresado, como mínimo, hasta el 10 de mayo del año actual; por tanto es imposible que hubiera podido morir en prisión.