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Asuntos que no hay que olvidar

Fuentes: Rebelión

«Estábamos demasiados ocupados analizando las imágenes de la pared para advertir que habían vendido hasta la pared misma» (No Logo, el poder de las marcas, por Naomi Klein). Sostiene Víctor Klemperer en ‘LTI, La Lengua del Tercer Reich’ (1), en su particular análisis del nazismo, que unos cuantos individuos «proporcionan a la colectividad el modelo […]

«Estábamos demasiados ocupados analizando las imágenes de la pared para advertir que habían vendido hasta la pared misma»
(No Logo, el poder de las marcas, por Naomi Klein).

Sostiene Víctor Klemperer en ‘LTI, La Lengua del Tercer Reich’ (1), en su particular análisis del nazismo, que unos cuantos individuos «proporcionan a la colectividad el modelo lingüístico válido para todos». «La repetición continua parece ser uno de los principales recursos estilísticos de su lenguaje», afirma Klemperer.

En pleno siglo XXI, el modelo de propaganda ha mejorado algunas de sus técnicas básicas, incorporando instrumentos como las televisiones para contaminar, más y mejor, la calidad de la información, aunque mantiene vivas otras de ellas, como la repetición en la prensa. Si analizamos los editoriales del periódico El Día en los últimos meses, quizás en el último año, se observará la continuada repetición del mismo esquema (el poder canarión se lo quiere llevar todo, los falsos ecologistas, el ‘oro amarillo’, los enemigos de Tenerife, que han vinculado a los movimientos sociales como Asamblea por Tenerife o la Coordinadora de Pueblos y Barrios) al tiempo que defiende las grandes infraestructuras que, según los dirigentes político-empresariales y mediáticos, necesita Tenerife.

En una entrevista con el reciente Premio Nobel de Literatura, Harold Pinter, publicada por Znet en 2001 y difundida nuevamente la semana pasada por rebelión.org, el intelectual británico, opositor al ataque de la OTAN a Serbia y la invasión de Irak, se refería así a la labor de los medios de comunicación de masas: «Me parece que hay una cantidad de grandes pensamientos impensables que casi nunca llegan a los medios convencionales. En cierto sentido, pienso que los medios convencionales no pueden manejar esas ideas, de manera que las han excluido. La primera, es la idea de que la prensa corporativa no es una prensa libre. Como usted sabe, Edward Herman y Noam Chomsky han propuesto un modelo de propaganda del control de los medios. El modelo discute la existencia de cinco ‘filtros’ mediante los cuales el dinero y el poder logran filtrar las noticias ‘aptas para la publicación’, marginan el inconformismo, y permiten que el gobierno y los intereses privados dominantes hagan llegar su mensaje al público».

Citando a Noam Chomsky, autor de magníficos ensayos como ‘El miedo a la democracia’, ‘La segunda guerra fría’ o ‘Año 501: la conquista continúa’, destaca su libro junto a Edward S. Herman, un clásico sobre los medios de comunicación, traducido al castellano como ‘Los guardianes de la libertad’ (2). Para Harold Pinter, en este libro Comsky y Herman «presentaron su modelo propagandístico del control de los medios. Señalan que los medios están compuestos de grandes corporaciones, todas en el negocio de aumentar al máximo los beneficios, todas ligadas a la bolsa de valores. Esas corporaciones también son de propiedad de gente rica, que generalmente está en los consejos de administración de otras corporaciones mayores, y que tienen incontables contactos personales y empresariales. La neutralidad de la prensa, por ello, está seriamente comprometida por el simple hecho de que los medios de masas están compuestos por corporaciones, propiedad de capitalistas ricos, a la busca de beneficios».

Más claro todavía respecto a los medios de masas que no son grandes corporaciones, como El Día, y la propaganda: «Los intereses poderosos también pueden presionar a los medios para que sigan la línea de lo que Herman y Chomsky llaman ‘fuego antiaéreo’. El término fuego antiaéreo se refiere a las reacciones negativas a una declaración de la prensa o a un programa, y pueden tomar la forma de cartas, telegramas, llamadas telefónicas, demandas, juicios legales y discursos. Una forma de fuego antiaéreo es la amenaza de retirar ingresos por publicidad; esta sola amenaza a menudo basta para persuadir a los editores para que reconsideren su enfoque. Las organizaciones empresariales se reúnen regularmente para formar ‘máquinas de fuego antiaéreo’ empleando amplios recursos financieros que aniquilan el poder de comunicación de los ecologistas, de los grupos pro derechos humanos, y de cualquiera que pueda tratar de impulsar una línea menos amistosa hacia el poder en los medios».

Es pues absolutamente coherente la terviversación y la manipulación informativa, con inclusión de mentiras como castillos, que realiza cada domingo el director de El Día, de Tenerife, José Rodríguez Ramírez, Medalla de Oro de Santa Cruz y de la isla, títulos otorgados por el Ayuntamiento y el Cabildo, director que cuenta con plazas y calles dedicadas en varios municipios de la isla, cuando repite machaconamente en su editorial que los movimientos sociales están financiados por el ‘oro amarillo’.

Es una vieja táctica descrita por Klemperer respecto a la lengua del Tercer Reich: «al dirigirse a todos, y no sólo a los representantes elegidos del pueblo, debía resultar comprensible para todos y, por tanto, más popular. Popular es lo concreto; cuanto más tangible sea un discurso, cuanto menos dirigido al intelecto, tanto más popular (populista hubiera sido una mejor traducción) será. Y cruza la frontera hacia la demagogia o la seducción de un pueblo cuando pasa de no suponer una carga para el intelecto a excluirlo y narcotizarlo de manera deliberada». «Los críticos incómodos son tratados como enemigos del Estado».

En su análisis de ‘Mi Lucha’, de Adolfo Hitler, es aún más claro el planteamiento: «Predica la estupidez de las masas y la necesidad de mantenerlas en la estupidez y de disuadirlas de cualquier reflexión». «Uno de los fundamentos de la doctrina nazi es la convicción de la irreflexión y de la capacidad de embrutecimiento de las masas».

En el abominable ‘Mi Lucha’, Hitler afirma en el capítulo VI: «Toda acción de propaganda tiene que ser necesariamente popular y adaptar su nivel intelectual a la capacidad receptiva del más limitado de aquellos a los cuales está destinada. De ahí que su grado netamente intelectual deberá regularse tanto más hacia abajo, cuanto más grande sea el conjunto de la masa humana que ha de abarcarse. La capacidad de asimilación de la gran masa es sumamente limitada y no menos pequeña su facultad de comprensión, en cambio es enorme su falta de memoria. Teniendo en cuenta estos antecedentes, toda propaganda eficaz debe concretarse sólo a muy pocos puntos y saberlos explotar como apotegmas hasta que el último hijo del pueblo pueda formarse una idea de aquello que se persigue».

Otra perla de Hitler: «La variación en la propaganda no debe alterar jamás el sentido de aquello que es el objeto de esa propaganda, sino que desde el principio hasta el fin, debe significar siempre lo mismo. Puede el motivo en cuestión ser considerado desde puntos de vista diferentes, mas es condición esencial que toda exposición entrañe en resumen, invariablemente, la misma fórmula. Sólo de esta suerte es posible hacer que la propaganda sea eficaz y uniforme».

Estos son algunos ejemplos de repeticiones y propaganda, todas vinculadas al ‘pleito insular’, de alguna u otra forma, encontrados en los editoriales de El Día:

Día 30 de enero de 2005: Sobre las grandes obras que defiende Pepe Rodríguez en sue ditorial: «Nunca se puede gobernar con el miedo a las manifestaciones populares, a los juzgados o a los expedientes. Sería una cobardía política, que se suple a veces con un puñetazo en la mesa, que puede traer más votos y reforzar los cargos». (…) «¡Qué mala uva tienen los canariones, que hasta le han robado a La Palma el desfile de los enanos!».

Día 6 de febrero de 2005, José Rodríguez en su editorial: «Hemos reiterado hasta la saciedad que Tenerife requiere una serie de obras para progresar, para diseñar un futuro lógico que dejar a las siguientes generaciones. Nos referimos a la segunda pista del Aeropuerto Reina Sofía, al puerto de Granadilla, al cierre del anillo insular de carreteras, al tendido eléctrico del Sur, al tren, al tranvía, a la Vía Exterior… Pero existe un grupúsculo conformado por algunos falsos ecologistas y ciertos energúmenos que se han propuesto arruinar a Tenerife por encargo de LPs de GC. Así lo aseguran los que están en el secreto de lo que sucede y nosotros lo creemos, porque no se comprende tanta agresividad contra la Isla».

(…) «Los responsables de ésa y otras manifestaciones pasadas han querido coger el camino de enmedio y aprovecharse de sus conciudadanos para hacer política; cosa legítima, pero que deberían explicar claramente a todos los manifestantes. Al igual que deben explicar de dónde proviene su financiación. Y como no lo van a hacer, lo diremos nosotros: de Las Palmas, la gran beneficiada por esta estrategia suicida en la que han embarcado a Tenerife». (…) Se puede hablar más alto, pero no más claro. Los enemigos de Tenerife siguen su estrategia de acoso y derribo. UNO EN ESPECIAL. Aquel personaje, entonces alcalde de Vilaflor, José Luis Fumero, que azuzó con cierto éxito a las masas para protestar contra el paso del tendido aéreo de alta tensión por su municipio, y que lo consiguió por la cobardía y torpeza del otrora presidente canario Román Rodríguez, ha vuelto a las andadas».

Día 6 de marzo, José Rodríguez lanza un ‘mensaje’ al Gobierno de Adán Martín: «Si siguen otorgando todas las obras a la provincia oriental, mientras en Tenerife se ponen chinitas en lugar de primeras piedras, el pueblo tinerfeño los linchará en las urnas». Sobre la promoción de Canarias como destino único: «Es un disparate, porque el turismo de Tenerife nada tiene que ver con el de Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura. Tenerife y su provincia ofrecen a los visitantes unas riquezas naturales y paisajísticas, un clima y una luz, unas instalaciones y una gastronomía y unos vinos muy superiores a los de las restantes islas». (…) «Es un desatino, porque los Carnavales de Tenerife están considerados (¿por quién?) como los segundos mejores del mundo, mientras que los de LPs de GC y sus galas de Drag-Queen no hacen sino avergonzarnos a todos» (…). «Es una aberración, porque la Virgen de Candelaria es, y está demostrado, la Patrona General del Archipiélago».

En ‘Mi lucha’, Adolfo Hitler analiza de la siguiente forma la relación de la población con la prensa: «Es, pues, la prensa el factor que continúa obrando en el proceso educativo del adulto. En términos generales, tres son los grupos en que se podría dividir el público lector de periódicos: los crédulos que admiten todo lo que leen, aquéllos que ya no creen en nada y los espíritus críticos, que analizan lo leído y saben juzgar. Numéricamente, el primer grupo es el más considerable; abarca la gran masa del pueblo y representa, por lo tanto, la clase menos intelectual de la nación. Pertenecen también a este grupo esa especie de haraganes que serían capaces de pensar pero que por pura negligencia aceptan todo lo que ya han elaborado los demás. (…) Naturalmente que para los componentes de este último grupo no entraña peligro alguno ni tienen trascendencia los absurdos que pueden consignarse en las columnas de un periódico. Hoy, que la cédula electoral de la masa decide situaciones, el centro de gravedad descansa precisamente en el grupo más numeroso, y éste es el primero: un hato de ingenuos y de crédulos».

Sobre inmigración, encontramos los siguientes párrafos en los editoriales de El Día:

El Día 6 de febrero de 2005: «También Tenerife, además de la invasión que llega por puertos y aeropuertos, está siendo víctima de la llegada de buques negreros. Ya esto no hay quien lo pare. Muy poco importa Canarias al Gobierno del Estado, gracias a los ineficaces políticos que padecemos en la actualidad, tanto estatales como autonómicos. Ya nuestras Islas no son las afortunadas, sino una colonia de España a donde no importa que lleguen miles de inmigrantes irregulares para convivir asfixiados con los habitantes nativos. ¿O no? ¡Qué siga esta romería!».

«La finalidad de la propaganda no consiste en compulsar los derechos de los demás, sino en subrayar con exclusividad el propio, que es el objeto de esa propaganda». Adolfo Hitler, ‘Mi Lucha’, escrita entre 1924 y 1926.

El Día, 13 de febrero: «Tenemos que empezar a hablar claro de una vez, por mucho que algunos medios de comunicación hipócritas se empeñen en lo contrario. Las Islas están repletas de africanos, magrebíes, chinos, sudamericanos, rusos, etc., y nuestro territorio no puede absorberlos. Todo el mundo lo piensa, pero casi nadie se atreve a decirlo con claridad y hasta con riesgo, quizás por falsedad y cobardía. Sí, nos han invadido y nos siguen invadiendo, lo cual produce temor, reduce las posibilidades de los canarios de encontrar trabajo y congestiona las Islas. Con el tiempo, si no se frena este tsunami humano, perderemos hasta nuestra sangre guanche, nuestras costumbres, nuestras fiestas, nuestras ideas, nuestra sanidad, nuestra religión, nuestra cultura de siglos. Y, a través del inevitable mestizaje, nuestra identidad canaria y española. Seremos más colonia y menos España y Europa».

Mi Lucha, Capítulo VI, Adolfo Hitler: «Los pecados contra la sangre y la raza constituyen el pecado original de este mundo y el ocaso de una humanidad vencida. En todos los casos, donde se trata de llenar necesidades o cometidos aparentemente imposibles, se impone concentrar la atención completa de un pueblo hacia el problema en cuestión, presentándolo tal como si de su solución dependiese el ser o el no ser. Tampoco el matrimonio puede ser considerado como un fin en sí mismo, sino que debe servir a un objetivo más elevado, cual es la multiplicación y la conservación de la especie y de la raza. Esta es su razón de ser y su misión primordial».

El Día, 13 de febrero: «LA POBLACIÓN está cansada ya de tanto engaño con la inmigración irregular, pero no sólo con las personas que arriban en pateras o en barcos negreros, sino con los que llegan por los aeropuertos y se quedan aquí para intentar prosperar. Y encima el Gobierno abre un periodo de regularización que puede afectar en las Islas a unos 30.000 inmigrantes. ¡Qué horror!».

Mi Lucha, Capítulo 11, Adolfo Hitler: «Todas las grandes culturas del pasado cayeron en la decadencia debido sencillamente a que la raza de la cual habían surgido envenenó su sangre» (…). Mientras el ario mantuvo sin contemplaciones su posición señorial fue no sólo realmente el soberano, sino también el conservador y propagador de la cultura». (…)»La mezcla de sangre y, por consiguiente, la decadencia racial son las únicas causas de la desaparición de viejas culturas; pues, los pueblos no mueren por consecuencia de guerras perdidas sino debido a la anulación de aquella fuerza de resistencia que sólo es propia de la sangre incontaminada. El antípoda del ario es el judío». Ahora, pruebe a sustituir judío por inmigrante.

Por último, sobre el papel de la propaganda, un último recordatorio de Klemperer, que años después, mientras escribía LTI, se preguntaba cómo había sido posible que una gran parte de la población alemana hubiera seguido a pies juntillas los dictados de personajes tan absurdos, de psicópatas, como Hitler: «También es cierto que la propaganda reconocida como mentira y fanfarronería sigue sintiendo su efecto si se tiene la cara dura de continuar practicándola sin inmutarse».

El Día sirvió de altavoz para que ATI convocara hace unos 20 años una manifestación en contra de la Educación Superior Pública, en contra de que los ciudadanos de otra isla pudieran disfrutar de una Universidad. Ahora defiende el Puerto de Granadilla y otras grandes e inútiles obras utilizando la misma repetición: el pleito insular. Pero la situación ha cambiado, porque ATI ha decidido venderse en el mercado electoral como CC y en el Estado español se renegocian los Estatutos pactados durante esta inacabada transición a la democracia, aunque José Rodríguez se seguirá desgañitando en el desierto ideológico del insularismo, con sus folclores, tradiciones y patronas. Entre los lectores de su diario, debe ser el primero en la lista de ese primer grupo definido por Adolfo Hitler en el Capítulo VI de Mi Lucha, porque, además, escribe para sí mismo.

Notas:

(1) LTI, La Lengua del Tercer Reich, Ediciones Minúscula SL, Barcelona, 2001.

(2) Los guardianes de la libertad, Editorial Crítica, Barcelona, 1990.