Esa modalidad de enseñanza supone cambios estructurales y conceptuales en la docencia del país, donde predomina un enfoque tradicional.
Las principales autoridades del sistema educativo cubano ya lo saben: el modelo docente debe cambiar en un panorama cada vez más influenciado por las nuevas tecnologías (Ntics).
Tras ese propósito, la nación caribeña inició en 2017 un programa para incorporar paulatinamente las denominadas aulas tecnológicas.
El proyecto pretende brindar, a los diferentes niveles escolares, una solución educativa con el empleo de las Ntics, que podrá facilitar el proceso de aprendizaje de manera efectiva.
En ese sentido, las también llamadas aulas inteligentes o informatizadas están compuestas por una pizarra digital interactiva (PDI), módulos de tabletas o mini laptops, antena wifi para la interconexión inalámbrica y una computadora para el docente.
El equipamiento se complementa con software y materiales educativos y didácticos.
Con esta opción, el profesor o profesora, mediante la PDI, puede elaborar contenido, guardar, recuperar, interactuar y hasta imprimir los ejercicios realizados por los estudiantes.
Visto así, es un sueño para el proceso educativo cubano… Un aula multifuncional e interconectada.
Pero, ¿cómo enfrentará el país el costo de estas iniciativas cuando la infraestructura informática está deprimida en muchas instituciones de los primeros niveles de enseñanza?
¿Están preparados los docentes en la isla caribeña para un modelo pedagógico participativo y tecnológico como este?
Aulas inteligentes de factura nacional
En un inicio, el programa fue pensado con el apoyo de la empresa china TRACEBoard. La propuesta seleccionada posee PDI y tabletas con sistema operativo Android. Permite tanto interactuar con ejercicios participativos en la propia clase, como evaluar individualmente a los estudiantes desde los dispositivos.
Valor distintivo es el acceso a resultados inmediatos con estadísticas por estudiantes, lo cual habilita con mayor rapidez la curva de aprendizaje de cada educando.
Una navegación ágil y una interfaz agradable caracterizan al sistema operativo que, además, se soporta en una cartera de un centenar de programas educativos de factura nacional.
Este método informatizado tuvo su puesta en marcha el año pasado en un centro politécnico de la capital cubana. La fase inicial comprendería, además, adquirir 29 aulas tecnológicas para instalarlas en otras instituciones educativas.
Por la intención gubernamental de extender esta iniciativa, la estatal Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica (Gedeme) diseñó una solución integral de producción nacional llamada aula tecnológica cubana: XAUCE ATcnea, de conjunto con otras entidades del sector y la Universidad de las Ciencias Informáticas.
Para ahorrar por concepto de importación, la empresa propone a los organismos interesados un conjunto estructural compuesto por tablets, dos servidores, pizarra interactiva táctil con acceso inalámbrico wifi y un proyector de tiro corto.
Como parte del paquete, también se ofrece la construcción del mobiliario del aula, los servidores ensamblados en Gedeme, la marquetería, iluminación, pizarra y los demás equipos electrónicos.
Igualmente brinda una multimedia educativa y programas diseñados con contenidos para diversas áreas del conocimiento.
Mejor tecnología, ¿mejor educación?
A veces con la tecnología no basta. Y lo esencial es el empleo que se le brinde. De nada sirve implementar aulas tecnológicas por todo el país, si los modelos de enseñanza siguen un camino tradicional.
Aunque los funcionarios de los respectivos ministerios educativos de Cuba han previsto la capacitación del personal docente en ese sentido, especialistas alertan que las acciones deben ser más sistémicas y sistemáticas.
En un primer momento, algunas de estas aulas tecnológicas se aplicarán en escuelas y universidades pedagógicas para el adiestramiento de los maestros en formación.
¿Quién capacita a los que brindarán adiestramiento a los futuros educadores?
Es una deficiencia reconocida por las universidades pedagógicas que la superación profesional del futuro docente no siempre se apoya en el empleo eficiente de las nuevas tecnologías.
¿Cómo será la preparación del resto de los profesores que son mayoría activa hoy en los claustros educativos?
Todavía resulta precario el espacio destinado para la actualización sobre el uso de las Ntics en las preparaciones metodológicas de los maestros cubanos. En muchas ocasiones, los educadores no tienen a su disposición recursos informáticos de calidad por los cuales prepararse ni en sus centros ni en sus hogares.
¿Cuál será la sostenibilidad económica de las aulas inteligentes?
En no pocas escuelas cubanas la infraestructura tecnológica es insuficiente, cuando no deteriorada.
Funcionarios del Ministerio de Educación han declarado que, pese a destinar anualmente alrededor de cinco millones de dólares para la inversión y mantenimiento informático, a veces es imposible sostener y actualizar todo el equipamiento.
Fuente: http://www.ipscuba.net/espacios/cuba-20/red-cuba/aulas-tecnologicas-el-futuro-educativo-de-cuba/