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Australia, el extremismo hídrico

Fuentes: Rebelión

Australia es el continente más seco del mundo, produciéndose un gran extremismo climático, con grandes periodos de sequía extrema junto a lluvias torrenciales que provoca grandes catástrofes. Ante la progresiva escasez de agua, el gobierno australiano está desarrollando desde 2006, unos proyectos para controlar y administrar mejor sus recursos hídricos. Esta iniciativa abarca tanto a […]

Australia es el continente más seco del mundo, produciéndose un gran extremismo climático, con grandes periodos de sequía extrema junto a lluvias torrenciales que provoca grandes catástrofes.

Ante la progresiva escasez de agua, el gobierno australiano está desarrollando desde 2006, unos proyectos para controlar y administrar mejor sus recursos hídricos. Esta iniciativa abarca tanto a científicos de centros estatales como privados, que trabajan en colaboración para combatir el problema de la sequía y señalan al calentamiento global como principal responsable de la situación hídrica en que vive el país.

Desde 1960, la temperatura aumentó un promedio de 0,8º. A la par, sus precipitaciones disminuyeron progresivamente, sobre todo en el sur y oeste de Australia.

Para el científico Tom Hatton, Australia se está secando y los desafíos para administrar el agua son complejos y requieren soluciones multidisciplinares. El estudio de las consecuencias del cambio climático plantea la combinación de opciones para hacer coincidir la demanda de los objetivos ambientales y lograr la aceptación pública de las nuevas estrategias, son alguna de las problemáticas hídricas que deben de resolver los científicos australianos.

Como vemos, en Australia el tema del agua potable es una preocupación nacional debido a su progresiva escasez. Los agricultores y ganaderos son los principales perjudicados, ya que sus ganados y cultivos sufren el impacto de la sequía que ya dura diez años seguidos.

En las grandes ciudades australianas también hay una gran alarma, existiendo restricciones en el consumo del agua: lavar un coche, regar un jardín y hasta ducharse son actividades realizadas bajo control con la finalidad de cuidar el agua.

– La cuenca del Murray-Darling

El principal sistema hídrico del país está formado por el Murray-Darling que en su conjunto drena una de las mayores cuencas del mundo y recoge aguas de toda Nueva Gales del Sur al oeste de la Gran Cordillera Divisoria, gran parte del norte del estado de Victoria, el sur de Quesnsland y parte de la Australia Meridional

El río Darling es el más largo del país con un curso propio de 1.485, pero al que habría que unir el sistema hídrico del Culgoa-Balonne-Condamine que le suponen otros 1.372 km., con lo que la longitud del río Darling es de 2.857 km. El río parte desde el norte de Nueva Gales del Sur hasta su confluencia con el río Murray en Wentworth (Nueva Gales del Sur).

El río Murray es uno de los principales ríos de Australia. Su nombre proviene en honor del Secretario de Estado para las Colonias, sir George Murray, que ostentaba el cargo en el momento en el que le descubrieron los europeos. El nombre fue elegido por el explorador Charles Stuart. Fue explorado, en la primera mitad del siglo XIX, por los europeos instalados en el país y desempeño un papel importante por ser navegable para barcos de vapor y permitió el desarrollo de actividades agrícolas.

Nace en Forest Hill, cerca del monte KOSCIUSZKO en los Alpes australianos, a una altitud de 1.800 metros, discurriendo por la vertiente occidental de esta cadena montañosa. Atraviesa las planicies del interior, formando numerosos meandros y separando el estado de Victoria y de Nueva Gales del Sur. Se dirige posteriormente hacia el noroeste y girando hacia el sur, hasta unirse con el río Darling y juntos hacen los 500 km en el estado de Australia Meridional.

En su desembocadura, el Murray-Darling atraviesa el lago Alexandrina, antes de desembocar en el océano Índico cerca de Goolwa.

El caudal del río Murray es escaso, en comparación con otros ríos comparables en extensión y longitud. Además tiene un caudal muy irregular a lo largo del año. Su caudal ronda los 450 m3/año. Su caudal específico es de 0,41litros/segundo/km2 nada comparable con los 6,1 litros/segundo/km2 del río Obi o los30 l/s/km2 del Amazonas.

El río Murray aporta muy poca agua al océano Índico, pues sus aguas sirven para el riego de grandes superficies agrícolas, para el consumo de la ciudad de Adelaida y además sufre una gran evaporación.

Esta poca agua que lleva en su desembocadura tiene tres consecuencias para el medio ambiente:

  • Produce que su estuario se llene de arena.
  • Provoca una salinización de los lagos costeros.
  • Debilita los frágiles ecosistemas del delta.

Como Australia está sufriendo grandes y extremas sequías, ha provocado ya en tres ocasiones que el cauce del río Murray se haya secado. Su régimen hidrológico es de tipo pluvial. Las precipitaciones se van reduciendo progresivamente a lo largo de su recorrido. Además de esta reducción de las precipitaciones, la evaporación aumenta y sobrepasa las aportaciones que le dan las lluvias.

Además de la fuerte evaporación, el Murray pierde mucha agua por las filtraciones. Debido al estancamiento que sufre su recorrido y al aumento de las temperaturas, se provoca que estén creciendo algas que envenenan sus aguas.

  • La contaminación

La contaminación del agua con el transcurso de los años se ha convertido en un problema de enorme importancia. Entre los contaminantes destacan agentes patógenos, materia orgánica, nutrientes, metales pesados y productos químicos tóxicos provenientes mayoritariamente de la agricultura, sedimentos y sólidos en suspensión, hierro y sales.

En Australia la calidad del agua de sus sistemas hídricos empeora a causa de las actividades humanas que se desarrollan en sus cuencas. Los sedimentos, los nutrientes y los materiales tóxicos al igual que la proliferación de malas hierbas acuáticas afectan a los sistemas hídricos.

Las medidas que se proponen para mejorar la salud de sus sistemas hídricos pasan por la recogida urbana de las aguas pluviales, así como acuerdos con el sector industrial para impedir los vertidos provenientes de sus actividades. Los australianos consideran cada vez a las aguas pluviales como un recurso a recoger y aprovechar en vez de un deshecho que eliminar.

  • Demografía y agua.

Australia es un país con una gran extensión territorial (7.714220 km2) pero con una población escasa que no llega a los 22 millones de habitantes.

Desde finales del siglo XX los gobiernos australianos han desarrollado una política demográfica expansiva conocida como «big Australia» y su objetivo era un crecimiento de la población hasta los 36 millones de habitantes para el año 2050 y ello facilitaría un mayor desarrollo económico. Esto se conseguiría a través de un aumento de la tasa de natalidad de los australianos y con un proceso regularizado de emigración.

Esto se ha parado en seco a partir de 2006, y ahora el objetivo es asegurar que habrá agua suficiente en el futuro para la población australiana actual.

– La desalinización como alternativa.

Australia se está volcando cada vez más hacia los océanos que la rodean (Pacífico e Índico) para la obtención de agua dulce.

Las cinco ciudades más grandes del país tienen ya previsto un gasto conjunto de unos 9.000 millones de euros para la construcción de plantas desalinizadoras que le aseguren agua dulce para su población.

Para el año 2012, las grandes ciudades australianas obtendrán el 30% del agua que consumen de los océanos. En Perth, Brisbane y Sydney ya están operando plantas desalinizadoras. Se están terminando las de Melbourne y Adelaida. La primera planta desaladora fue la de Perth en el año 2006 y ya se encuentran construyendo una segunda planta.

Este plan de desalinizadoras levantan críticas porque se argumenta que hará aumentar el cambio climático debido a que estas plantas requieren grandes cantidades de energía y propugna otras medidas menos costosas, como una mejor conservación del agua existente, una actualización y conservación de las redes de suministro de agua en las ciudades evitando las pérdidas y un menor consumo industrial y familiar con maquinaria más eficientes. Es decir, plantean trabajar como reducir la demanda en vez de un aumento exponencial de la oferta de agua.

La española Acciona es la que está construyendo la desalinizadora de ADELAIDA (1.000.000 de habitantes), que pretende dar agua al 50% de su población. Su producción será de más de 100.000 millones de litros anuales de agua potable o 300.000 m3 al día.

El sistema que utiliza Acciona en esta desalinizadora es la de la ósmosis inversa. El agua marina es captada del mar a través de una tubería a 1.500 metros mar adentro y de allí es llevada hasta la zona de pretratamiento anterior a la ósmosis inversa. Usan unas membranas de ultrafiltración con la finalidad de mejorar la calidad del agua y asegurar un funcionamiento más estable de la planta.

La ósmosis inversa consiste básicamente en empujar el agua hacia unas membranas a gran presión de forma que llegué al otro lado el agua limpia de impurezas y de sal.

– Sacar agua del viento

Los australianos están desarrollando la idea de extraer agua de la humedad del aire aprovechando la energía eólica como fuente de energía al mismo tiempo. Es el llamado sistema WHISSON

El sistema consiste en refrescar el aire y conseguir agua. No importa cuanta agua se extraiga porque los océanos la reponen inmediatamente. Para evitar el coste de refrigerar el aire, se recurre a un sistema que se parece a un molino de viento, que tiene muchas aspas, cada una tan aerodinámica como el ala de un avión.

Un molino de viento pequeño WHISSON en la azotea de una casa de pueblo o ciudad puede proveer toda el agua necesaria para vivir en ella. Un molino grande sobre un edificio de oficinas o rascacielos puede independizarlo del abastecimiento de agua urbana.


 

Como vemos, la situación hídrica australiana es extrema y esto origina que tengan que cambiar el modelo de desarrollo económico e incluso demográfico para adaptarse a su realidad hídrica.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.