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Ayahuasca y Chacruna: plantas de la resistencia cultural amazónica

Fuentes:

Violencia colonial y resistencia amazónicaDurante la época colonial, la Amazonía fue escenario de un agudo conflicto histórico, social y cultural; la corona española mediante el ejército imperial y los curas doctrineros, trataron de convertirla en un nuevo espacio de dominación, con la finalidad de erigir una muralla que impidiese la penetración de la corona portuguesa.La […]

Violencia colonial y resistencia amazónica
Durante la época colonial, la Amazonía fue escenario de un agudo conflicto histórico, social y cultural; la corona española mediante el ejército imperial y los curas doctrineros, trataron de convertirla en un nuevo espacio de dominación, con la finalidad de erigir una muralla que impidiese la penetración de la corona portuguesa.
La constitución de las misiones, estuvo dirigida a sojuzgar a los pueblos originarios, destruir sus formas de organización sociopolítica y todo el saber ancestral que no pudiese ser empleado por los colonialistas, con la finalidad de convertirlos al cristianismo. Por eso fue importante para ellos el establecimiento de un conjunto de pautas de deculturación, para impedir el uso de la ayahuasca y la chacruna, plantas sagradas, las cuales estaban íntimamente ligadas a los sistemas simbólicos amazónicos y etnocientíficos,  los cuales representaban los centros nodales de la reproducción cultural y social de los pueblos amazónicos y les permitía acceder al conocimiento de los mundos materiales e inmateriales
Este proyecto se produjo en medio de una cruenta guerra de las huestes hispanas, las que emplearon a  su favor, la alcoholización de los indígenas, la destrucción de pueblos y las alianzas interétnicas, para atacar a las nacionalidades originarias que no se sometían a su dominio, estrategias que ya les había dado grandes resultados entre Aztecas e Incas. Además,  conocedores que los indígenas no tenían defensas biológicas, emplearon la expansión del contagio de enfermedades, como la viruela, el sarampión y la gripe para derrotarlos y aniquilarlos social y biológicamente
EL centro de atención de los doctrineros fue la destrucción de las estructuras sociales; lo cual explica porque dentro de las misiones la organización era piramidal, el poder se centralizaba en el sacerdote. La política  de la misión consistía en perseguir a jefes, visionarios, dioses, mundo mágico y conocimiento, a los que se les identificaba con la acción del demonio, el cual, según ellos, impedía que cristalizase la obra de la iglesia  y por ende la salvación de las almas.
Toda la acción y prédica colonial evangelizadora formaba parte de los lineamientos formulados en el «Concilio Limense»,  para la evangelización del continente e impedir el desarrollo de las herejías que se formaron en Europa y que llevaron al gran cisma religioso y a las guerras religiosas.
Durante más de un siglo la selva se tiñó de sangre y dolor.  Fueron Runcato, Torote y Juan Santos Atahualpa, entre los grandes líderes, los que derrotaron la ofensiva colonial y cerraron el espacio amazónico hasta el siglo XIX, época en que el estado peruano la abrió como colonia interna, mediante la política de los cañones, el winchester y la dinamita, para iniciar el ciclo de la explotación del caucho, la petrolera y la producción de cocaína.
Al igual que los curas doctrineros, el estado peruano inicio una gran cruzada para desaparecer a los pueblos originarios. Desde la recepción de migrantes europeos en el siglo XIX, con el falaz criterio de «mejorar la raza». Un siglo después la acción «civilizadora» del estado se centraría en la castellanización y transformación de los «salvajes» en civilizados. Ejército, escuela e iglesias formarían una santa alianza para emprender la acción de destrucción cultural.
 
Ayahuasca y chacruna: plantas mágicas de la amazonia
La ayahuasca, Banisteriopsis caapi, significa en kechua soga de los muertos. Esta liana  es en sí la  planta maestra por excelencia. Su poder se encuentra asociada a la chacruna, psychotria viridiris, la que es conocida como la madre de la soga, la que dentro de la dualidad dialéctica de los sistemas simbólicos amazónicos, representa el  espíritu femenino que le muestra al visionario, las causas de las enfermedades y las plantas que debe emplear para realizar la cura de manera efectiva, y  a los jefes les enseña las rutas del buen gobierno, y las alianzas que deben realizar tanto en épocas de paz así como de guerra  
El poder mágico y terapéutico del cocimiento, conocida como ayahuasca está dado por la chacruna, la cual de acuerdo a los estudios del doctor Roberto Inchaustegui, actúa sobre el sistema neurológico, afinando los neurotransmisores, por eso es que posibilita el equilibrio emocional, el desarrollo de la intuición, la meditación y el encuentro con el discurso lúdico presente en cada uno de nosotros, pero que por los valores y horizontes culturales de la civilización capitalista, esta es decapitada en el proceso de socialización temprana.
Son dos los elementos esenciales en el tratamiento con ayahuasca. Una esta dada por los ícaros, denominadas así a las tonadas y canciones del maestro, las que se alojan en el subcociente y les permiten a ellos conocer de manera profunda las dolencias físicas o espirituales que aquejan a las personas. Existen canciones mágicas para cada una de las dolencias que afectan a las hombres. En cada una de ellas se encuentra el élan vital de los montes, las plantas, el agua y el cielo, integradas en el macrocosmos de la curación.