Barcelona, como ha recordado recientemente el historiador Hilari Raguer [1], fue bombardeada a lo largo -y ancho- de los años de resistencia popular (victorias incluidas) contra el abyecto golpe militar (nazi-fascista) de julio de 1936. Pero, probablemente, los bombardeos de los días 16, 17 y 18 de marzo de 1938 [2] están presentes de manera […]
Barcelona, como ha recordado recientemente el historiador Hilari Raguer [1], fue bombardeada a lo largo -y ancho- de los años de resistencia popular (victorias incluidas) contra el abyecto golpe militar (nazi-fascista) de julio de 1936. Pero, probablemente, los bombardeos de los días 16, 17 y 18 de marzo de 1938 [2] están presentes de manera muy especial en la memoria (documentada) de la ciudadanía barcelonesa. Una escultura en frente de uno de los cines céntricos de la ciudad, muy cercana al lugar donde se produjo uno de los perores bombardeos, recuerda el ataque aéreo.
El historiador Xavier Pardo, tomando pie en varios especialistas, ha recordado [3] que sólo durante esos tres días 487 bombas fueron arrojadas sobre la ciudad de Durruti, Companys y Teresa Pàmies. Más de 870 personas fueron asesinadas -118 niños entre ellas- y 1.500 fueron heridas. Los aviadores militares tenían nacionalidad italiana eran miembros de la «Aviazione Legionaria» (El franquismo, sabido es, tuvo desde sus inicios excelentes relaciones con lo peor y más sanguinario y criminal de la Europa de aquellos años). Los ataques partieron de sus bases de su Mallorca ocupada.
Las condenas internacionales fueron unánimes. Incluso el Vaticano alzó su voz crítica. Eso no fue obstáculo que impidiera su apoyo al franquismo ni su consideración de cruzada religiosa a lo que fue un golpe militar convertido por el empuje popular en una guerra contra el fascismo. El nacional-catolicismo se cocía con esos fuegos.
En uno de esos bombardeos, el de 17 de marzo de 1938, «el más brutal, porque una bomba arrojada por uno de los aviones «Savoia» cayó, por desgracia -a las 14.05 horas en el cruce de Balmes/Gran Vía- sobre un camión del Ejército republicano cargado de TNT», recuerda Xavier Pardo, murió al instante, en el el cruce de Paseo de Gracia y Gran Vía (la que más tarde sería «Avenida José Antonio Primo de Rivera»), Julia Gay, la madre de los hermanos Goytisolo, que iba de compras para el «santo» de su hijo José Agustín Goytisolo. Los aviadores eran italianos de la «Aviazone Legionaria». Pilotaban cinco aparatos «Savoia 79» que dejaron caer unas 60 bombas «SP» de 50, 100 y 250 Kilos, poco perforantes pero muy deflagrantes, matiza Pardo, que se extendieron por la zona de la Universidad y por el norte del Barrio Chino (En el barrio vivía la familia Arnal. Una de sus hijas se salvó por los pelos en una ocasión cuando se refugiaba en el metro de la plaza Catalunya. Alguien le empujó para que pudiera guarecerse. Su segunda madre permanecía en casa, en la calle de Les Cabres, al lado del mercado de La Boqueria, aterida de miedo, impotencia y sin poder controlar sus necesidades urinarias).
Barcelona no está hermanada con Gernika pero hay motivos más que suficientes para que esa relación se abone desde instituciones y colectivos democráticos que aspiren a evitar que el olvido habite en escenarios que merecen un lugar destacado en la historia universal de la infamia y, a un tiempo, en la memoria de los pueblos resistentes.
Una película-documental -«OBIETTIVO: BARCELLONA»- del gran director barcelonés Xavier Juncosa recordó esos hechos cuando apenas se hablaba públicamente de ellos. 1998 fue su año de producción. Es una coproducción de Nèmesi Films y Eikonos. El guión y la dirección están en el amplísimo haber de Juncosa, el director de los documentales «Integral Sacristán». Con palabras del propio director: «El valor añadido de este documental es que conseguí entrevistar los dos últimos pilotos legionarios -fascistas, obviamente- que bombardearon Catalunya y toda la España republicana: Paolo Moci y Arturo Lauchard. Fallecieron hace años. Cuando los entrevisté en Roma, superaban la frontera de los 90 años».
No se pierdan el documental subtitulado en catalán. Les dejo su dirección electrónica por si quieren ponerse en contacto con el autor: «Xavier Juncosa i Gurguí» ([email protected])
PS: El poema de José Agustín Goytisolo -«Donde tú no estarías»- de 1955 recuerda aquellos momentos.
Donde tú no estarías
si una hermosa mañana en Barcelona
en Barcelona mía
llena de pájaros y flores y muchachas
pero rota de pronto
por el estruendo de los bombardeos
pilotados por hombres
que reían, hablaban y cantaban
en idioma alemán mientras ametrallaban
porqué creían que todos todos
-aunque ahora lo nieguen-
ser de una raza superior a los demás
cuando en realidad eran sólo
la peor raza que nunca hubo en la tierra
peor aún que hienas del desierto que pudren lo que tocan
peor aún que zopilotes que viven de la muerte
aquí digo
donde tú no estarías si esa hermosa mañana
los dioses no te hubieran abandonado
Notas:
[1] El País (Catalunya), 12 de marzo de 2012, p. 2.
[2] Hilari Raguer habla de los días 16, 17, 18, 19 y 20 de marzo.
[3] Comunicación personal, 12 de marzo de 2012.
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