En la ciudad palestina de Bilin situada en Cisjordania (West Bank), cerca de Ramala, estamos viviendo una desesperante situación que, a pesar de su importancia, no se le presta la suficiente atención. A la vez que Israel se retira de Gaza expande sus asentamientos en Cisjordania, como el que construye en nuestra ciudad de Bilin […]
En la ciudad palestina de Bilin situada en Cisjordania (West Bank), cerca de Ramala, estamos viviendo una desesperante situación que, a pesar de su importancia, no se le presta la suficiente atención. A la vez que Israel se retira de Gaza expande sus asentamientos en Cisjordania, como el que construye en nuestra ciudad de Bilin donde, aparte del actual, el gobierno israelí prevé construir otros cinco asentamientos más que configuraran una ciudad llamada Modiin Illit, donde se alojaran decenas de miles de colonos, un número que supera varias veces el total de los que han sido evacuados de la franja de Gaza. Estos asentamientos consumen y consumirán la mayoría de nuestros recursos acuíferos.
En toda Cisjordania continúan los asentamientos, la construcción del muro, las detenciones, los asesinatos que forman parte de la Ocupación militar que padecemos.
Hace ya un año, la Corte Internacional de Justicia emitió un dictamen cuya resolución declaraba que, la construcción por parte de Israel del muro sobre territorio de Palestina violaba la legislación internacional. Actualmente, los palestinos que viven en ciudades como la nuestra están luchando a través de acciones no violentas por conseguir que Israel cumpla la decisión de la Corte Internacional de Justicia pero, sentimos con tristeza, que el mundo hace muy poco por apoyarnos.
Bilin está siendo estrangulada por el muro. Aunque nuestra ciudad se sitúa a dos millas y media de la Línea Verde (frontera de 1967 entre Israel y Palestina), Israel se ha apropiado de aproximadamente un 60 por ciento de nuestros mil acres de tierra con el objetivo final de anexionársela, construyendo los seis asentamientos y el muro alrededor de ellos.
Esta tierra, nuestra tierra, trabajada con el esfuerzo de generaciones forma parte de nuestra propia vida. En Bilin la existencia de los 1.600 residentes depende de la ganadería y la agricultura, especialmente la cosecha del olivar. El muro hará de Bilin una prisión al aire libre, como Gaza.
Toda vez que los tribunales israelíes rechazaron nuestras apelaciones en contra de la construcción del muro decidimos iniciar acciones de protesta y denuncia, pacificas y no violentas, oponiéndonos a la confiscación de nuestra tierra y a la construcción del muro, junto a grupos de ciudadanos internacionales, solidarios con nuestra causa y provenientes de otros países.
Elegimos la resistencia no violenta porque, aunque somos victimas de una ocupación militar, también somos personas que amamos y queremos vivir en paz con los demás. Hemos abierto nuestras casas a los israelíes que están con nosotros, participando en nuestra lucha. Y juntos enviamos un fuerte y clamoroso mensaje: Podemos coexistir en paz y seguridad.
Queremos invitar y dar la bienvenida a todos aquellos que vengan aquí y quieran trabajar para que la paz y la justicia prevalezcan en ambos pueblos, pero también resistir contra aquellos que vengan como ocupantes.
Desde febrero pasado hemos realizado más de noventa manifestaciones pacificas. Hemos aprendido mucho de la experiencia de otras ciudades como Budrus y Biddu, que también han resistido al muro con acciones no violentas. Entendemos que esta forma de lucha puede trasladarse como ejemplo para otros. De hecho palestinos de otras zonas ahora llaman a la gente de Bilin «Los Gandhis Palestinos».
Las manifestaciones persiguen el objetivo de parar las excavadoras que destruyen nuestra tierra y enviar un mensaje sobre el impacto del muro. Nos encadenamos a los olivos que están siendo arrancados por el muro con el mensaje de que acabando con los olivos también se acaba con la vida de la ciudad. Distribuimos cartas a los soldados donde se les propone que piensen antes de dispararnos, explicándoles que no estamos contra el pueblo israelí sino contra la construcción de un muro en nuestra tierra y que no nos resignaremos a ser estrangulados por el mismo en silencio.
En un breve y famoso relato palestino, «Hombres al sol», unos trabajadores palestinos estaban asfixiados en el interior del contenedor de un camión y una vez descubiertos por el conductor, este exclamó, «¿Por qué no golpeasteis en las paredes del contenedor?»
Estamos golpeando – Estamos gritando.
En oposición a la resistencia pacifica, los soldados israelíes responden a nuestras protestas no violentas lanzando gases lacrimógenos, atacándonos con porras, balas de goma y munición real. De esta manera han causado cerca de 400 ciudadanos heridos. Al objeto de intimidarnos, invaden la ciudad por la noche, entrando en nuestras casas, echando fuera a las familias y arrestando a la gente.
Continua así, un año después del dictamen de la Corte Internacional de Justicia, la construcción del muro en Palestina. Detrás de la cortina de humo que supuso la retirada de Gaza, la situación real que se demuestra a través de la política de hechos consumados, es que Israel quiere hacerse con el control de Cisjordania mediante la construcción ilegal del muro y la instalación de nuevos asentamientos que destruyen docenas de ciudades como Bilin y cualquier esperanza de paz.
Bilin esta golpeando, Bilin esta gritando.
Conferencia Internacional. Febrero de 2006
Por favor, muéstranos tu respaldo y ayuda para que podamos conseguir nuestra libertad por medios pacíficos, participando en la conferencia internacional que se celebrará los días 20 y 21 de febrero de 2006 en Bilin.
Si puedes acudir envía un correo electrónico a la dirección: [email protected]
y circula esta propuesta a otras personas u organizaciones interesadas.
· *Mohammed Khatib es miembro destacado del Comité Popular de Bilin contra el Muro y secretario de su Ayuntamiento.