Decenas de miles de personas están atrapadas en el norte de Gaza mientras el asedio israelí corta toda la ayuda para las necesidades más básicas.
Categoría: Palestina y Oriente Próximo
“Pregúntenle a cualquier árabe cuál ha sido la constatación más dolorosa del último año y es ésta: que hemos descubierto el alcance de nuestra deshumanización hasta tal punto que es imposible funcionar en el mundo de la misma manera” Lina Mounzer, A Year of War Without End, 2024.
La represalia de Irán en abril pasado, tras el ataque israelí a sus oficinas consulares en Damasco, fue simplemente una advertencia destinada a demostrar las capacidades y alcance CGRI (Guardia Revolucionaria de Irán).
Hay un adagio en español que dice: “tan culpable el quien hace el mal como el cómplice”, el que se adapta perfectamente al genocidio que comete desde hace un año Israel contra poblaciones civiles de Palestina y del Líbano con el abrumador apoyo económico, militar y político de Estados Unidos.
El lunes 7 de octubre coinciden en cumplirse un año de la Operación Tormenta de al-Aqsa y una semana de la invasión sionista a Líbano; ambas fechas están medularmente vinculadas. Aunque habría que ser un experto en mancias para concluir si el primero de octubre de 2024 hubiera existido sin el 7 de octubre del 2023.
Desde 1978 hasta hoy, Israel ha argumentado que su objetivo era restablecer la seguridad para los residentes del norte, pero ninguna de sus invasiones, con miles de víctimas, ha conseguido sus objetivos
En el marco de la campaña “Libertad para Öcalan, una solución política para el Kurdistán”, entre el 1 y el 10 de octubre numerosas acciones a nivel global están exigiendo la liberación del líder kurdo, encarcelado desde 1999.