
A ambos lados de la línea verde la escalada de los ataques israelíes contra la simple visión de banderas palestinas traiciona la inseguridad de su proyecto colonial.
A ambos lados de la línea verde la escalada de los ataques israelíes contra la simple visión de banderas palestinas traiciona la inseguridad de su proyecto colonial.
Con el nuevo ejecutivo israelí la colonización no ha cesado un ápice en Cisjordania y la violencia cotidiana, en todas sus formas, ponen al límite el umbral del dolor y de la paciencia palestina. Hoy, 74 años tras la Nakba y 55 después de la Naksa, la violencia sionista ha alcanzado su máxima expresión.
El cargo de Enviada Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967 nunca ha sido ocupado por una mujer. Hasta el 1 de mayo de 2022, claro.