La producción de biodiesel a partir del café de mala calidad, la grasa extraída del desagüe urbano o el cebo del ganado vacuno es una iniciativa pionera en Brasil, donde se intenta diversificar las materias primas del combustible limpio, cuyo consumo va al alza. La adición voluntaria de dos por ciento del biocombustible en el […]
La producción de biodiesel a partir del café de mala calidad, la grasa extraída del desagüe urbano o el cebo del ganado vacuno es una iniciativa pionera en Brasil, donde se intenta diversificar las materias primas del combustible limpio, cuyo consumo va al alza.
La adición voluntaria de dos por ciento del biocombustible en el diésel petrolero (B-2), vigente en Brasil, demanda actualmente unos 800 millones de litros anuales. Esa mezcla será obligatoria a partir de 2008 y subirá a cinco por ciento en 2013, incrementando el consumo a 2.500 millones de litros al año..
Los granos de café de menor calidad, que representan cerca de 20 por ciento de la cosecha nacional, son una alternativa como materia prima para el biodiesel.
La idea de aprovechar los granos defectuosos, retirándolos del mercado cafetero, tiene como «primer objetivo mejorar la calidad del café brasileño exportado y consumido internamente», explicó a Tierramérica Almir José da Silva Filho, presidente del Sindicato de la Industria de Café del estado de Minas Gerais (Sindicafé-MG).
La viabilidad técnica del proyecto está ya comprobada en laboratorio, informó Leandro Soares de Oliveira, de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), que desarrolla el experimento en convenio con el Sindicafé.
Falta ampliar las pruebas a escala comercial, con los equipos industriales ya existentes en el mercado, fase que debe concluir el próximo año, explicó.
Es necesario también dar viabilidad económica al proyecto, ya que el café que debería ser descartado aún se vende a un precio superior al del biodiesel, admitió Silva.
El sector público brasileño, la industria de café soluble y algunos países importadores son grandes consumidores de granos de menor calidad.
La finalidad energética del biodiesel producido a partir del café ayudaría a regular el mercado en beneficio de todos, pero Silva prevé polémicas antes de convencer toda la cadena de la economía cafetera.
La producción para uso propio es una salida, porque el costo del biodiesel de café sería inferior al precio del biocombustible adquirido en las gasolineras y la organización de los caficultores en cooperativas y asociaciones facilita esa alternativa, consideró por su parte Oliveira.
Cada cien kilogramos de café permiten producir 12 kilos de aceite que se convierten en 9 kilos de biodiesel. La productividad es baja en relación a la soja y otras oleaginosas, pero se trata de materia prima ya disponible localmente, lo que abarata el proceso, señaló.
La grasa del desagüe también está técnicamente comprobada como materia prima de un biodiesel «de buena calidad», según el análisis de un laboratorio de Alemania, informó a Tierramérica Luciano Basto, investigador de la Coordinación de Posgrado en Ingeniería (COPPE) de la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde se investigó esa alternativa.
El proyecto sufrió un atraso por falta de acuerdo con la empresa local de saneamiento y sólo hace poco se instalaron los equipos en una estación de tratamiento de desagüe en Río de Janeiro, lo que permitirá evaluar su factibilidad económica el próximo semestre, anunció.
El aprovechamiento de residuos urbanos es recomendable por su disponibilidad inmediata y los beneficios ambientales. Convertir la grasa del desagüe en combustible estimularía el saneamiento básico en el país, donde menos de mitad de la población tiene acceso al alcantarillado e incluso podría generar créditos de carbono.
El desagüe nacional representa teóricamente un potencial para producir 1.500 millones de litros de biodiesel al año, pero en realidad debería considerarse sólo 40 por ciento de ese total, que es el que corresponde al volumen recogido en alcantarillado, estimó el investigador.
El sebo de los vacunos es otra materia prima prometedora. En este caso la tecnología es importada de Italia, donde ya es empleada hace tiempo. La empresa Ponte Di Ferro está lista para empezar la producción, pero cuestiones burocráticas la han frenado, señaló a Tierramérica Carlos Zveibil Neto, director de la firma.
El excedente de sebo en el mercado permitiría producir un biodiesel cerca de 10 por ciento más barato que el de soja, una ventaja considerable en el mercado energético. Se estima que en Brasil, que consumió 23 millones de vacunos el año pasado, se podrían producir 350 millones de litros anuales a partir del sebo.
Pero se trata de una materia prima que «muere en 24 horas», es decir gana tanta acidez que después de un día resulta más adecuada para hacer jabón que biodiesel, por lo que son indispensables un transporte rápido o plantas ubicadas cerca de los frigoríficos, explicó Zveibil Neto.
La diversificación de materias primas para la producción de combustibles limpios (concentrada por ahora en la soja) permitirá aprovechar ventajas regionales, como sucede por ejemplo con el aceite de palma en la Amazonia o con el ricino en el Nordeste.
«El mercado decidirá cuáles materias primas son viables después de algún tiempo», opinó Orlando Cristiano da Silva, investigador del Centro Nacional de Referencia en Biomasa, vinculado a la Universidad de Sao Paulo.
* El autor es corresponsal de IPS. Publicado originalmente el 1 de julio por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.