Un área deforestada el 15 de septiembre de 2017 en la región amazónica. AFP/Archivos / CARL DE SOUZA El Gobierno brasileño informó este martes de que la deforestación en la Amazonia cayó un 16% entre julio de 2016 y agosto de este año, y reivindicó su política ambiental tras una reciente ola de críticas por […]
Un área deforestada el 15 de septiembre de 2017 en la región amazónica. AFP/Archivos / CARL DE SOUZA
El Gobierno brasileño informó este martes de que la deforestación en la Amazonia cayó un 16% entre julio de 2016 y agosto de este año, y reivindicó su política ambiental tras una reciente ola de críticas por recortes presupuestarios.
«La deforestación, que el año pasado había aumentado un 19%, este año cayó 16%. Por lo tanto, todos los indicadores en relación a la tala de la Amazonia durante nuestra gestión disminuyeron», dijo el ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho, en la sede del Gobierno en Brasilia.
Este año, el Ejecutivo anunció un recorte de 43% al presupuesto del Ministerio del Ambiente y en agosto debió dar marcha atrás en un polémico proyecto para extinguir una gigantesca reserva en la selva amazónica y permitir la explotación minera privada.
«Uno puede preguntarse ¿por qué esa curva se revirtió después de tres años seguidos de aumento? Más aún con las versiones que circulan siempre al respecto de que están disminuyendo las unidades de conservación, que el Gobierno está vendiendo la Amazonia. Eso no condice con la realidad. Hoy podemos decir con seguridad que no hubo ningún retroceso ambiental», añadió Sarney Filho.
Los datos fueron elaborados por el Instituto Nacional de Estudios Espaciales -que realiza mapas satelitales sobre el uso de la tierra y la cobertura vegetal del bioma en el llamado pulmón del planeta- y confirman la tendencia que había anticipado el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), organización de la sociedad civil que elabora estudios sobre esa región.
La ONG IPAM (Instituto de Estudio Ambiental de la Amazonia) publicó poco después un comunicado, afirmando que no había «motivos reales para celebrar» pese a la baja, porque la tala no cesa y sigue dañando grandes superficies cada año.
«Añadimos 6.624 kilómetros cuadrados en la Amazonia, en suma, una Alemania y un Portugal destruidos», señaló el investigador del IPAM Paulo Moutinho.
«Estamos destruyendo la selva a un ritmo más lento, pero la destrucción continúa», agregó.
Según el IPAM, en 2016 Brasil deforestó 7.893 kilómetros cuadrados de Amazonia y otros 6.207 kilómetros el año anterior.
«Esa tasa es aún muy superior a la meta propuesta por el Gobierno en 2009, de llegar a 3.500 kilómetros en el 2020», concluyó Moutinho.