El pasado 17 de septiembre, en la reunión del Comité Internacional por la Democracia en Cuba celebrada en Praga, el ex-presidente español José María Aznar presentó un manifiesto titulado «Por la Libertad de los Presos en Cuba». Entre los integrantes de ese Comité -nacido el pasado año- se encuentran, además del propio Aznar; el ex-presidente […]
El pasado 17 de septiembre, en la reunión del Comité Internacional por la Democracia en Cuba celebrada en Praga, el ex-presidente español José María Aznar presentó un manifiesto titulado «Por la Libertad de los Presos en Cuba».
Entre los integrantes de ese Comité -nacido el pasado año- se encuentran, además del propio Aznar; el ex-presidente de la República Checa, Václav Havel; Madeleine Albright (EEUU); Patricio Aylwin (Chile); Violeta Barrios de Chamorro (Nicaragua) y Mario Vargas Llosa (Perú), entre otros. Conocidos todos -ellos y ellas- por sus tendencias políticas rabiosamente derechistas, y por la exaltación fanática de las ‘innegables’ bondades que destila el neoliberalismo.
El manifiesto, que no aporta nada nuevo a la rancia literatura panfletaria de quienes hacen bandera y carrera de la agresión constante contra Cuba, transita por los ya conocidos lugares comunes del «perfecto idiota hispano-cubano», sólo por parafrasear a la familia Vargas Llosa.
Lo que interesa conocer, en este como en otros casos, es el perfil de quienes no dudan en autodenominarse «demócratas del mundo entero». Aunque resulta curioso comprobar que tras esa ampulosa etiqueta, la realidad es más raquítica y la práctica totalidad de los firmantes pertenecen al estado español.
El grueso de los suscriptores del manifiesto lo componen personas anónimas, cargos públicos de medio pelo del Partido Popular, miembros del Radical Party, y colaboradores, amigos o columnistas del fascistoide Libertad Digital.
Pero merece la pena detenerse, para analizar quienes son los mecenas de esta iniciativa, y para conocer la brillante trayectoria de alguno de esos firmantes.
Tanto el encuentro de Praga como el sitio web donde se aloja el manifiesto y la lista de apoyos, han sido sufragados económicamente por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que dirige el ex-presidente Jose María Aznar. FAES recibe ayudas millonarias y, según se pudo saber, este año recibió de manos de Cajamadrid una subvención de 418.850 euros, un 49 % más que en 2003. Para Aznar «FAES no es una fundación neutral (…) tiene sus opiniones y las dice, trabaja al servicio de un proyecto político que nos parece el mejor para todos los españoles». Anteriormente, Mariano Rajoy había afirmado: «no es que me haga falta sino que me es imprescidible el concurso de FAES para volver al Gobierno, y pido a sus miembros y especialmente a Aznar, que me ayude en esta tarea».
Pero FAES también recibe financiación de la Agencia estadounidense USAID, manejada por el cubanoamericano Adolfo Franco. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) es una de las herramientas de George W. Bush para desestabilizar y acabar con el sistema político cubano. La otra es el Fondo Nacional para la Democracia (NED).
El 15 de enero de 2004, la USAID difundió una hoja informativa sobre el llamado Programa Cuba, cuya meta es «favorecer una transición rápida y pacífica a la democracia en Cuba» y que por sus acciones constituye un proyecto abierto de subversión contra el gobierno de ese país. Según la USAID, el Programa Cuba había repartido, hasta ese momento, 26 millones de dólares en concepto de donaciones a 28 ONG para establecer «solidaridad con los activistas de Cuba en derechos humanos, dar una voz a los periodistas independientes de Cuba, establecer ONG cubanas independientes, y hacer un plan para la transición a la democracia por medio de donaciones a universidades y ONG». Pero apenas cinco meses después, el gobierno de Estados Unidos anunció, como parte de un conjunto de medidas contra Cuba, que incrementaría a 36 millones de dólares el presupuesto que el Departamento de Estado y la USAID destinarían para acabar con la revolución cubana.
Junto a José María Aznar y a Vaclav Havel (únicos firmantes del manifiesto de entre los miembros del citado Comité Internacional por la Democracia en Cuba) aparece la firma del terrorista, y sin embargo agente de la CIA, Carlos Alberto Montaner.
El «editor» cubano Carlos Alberto Montaner fue condenado en su país (en 1961) por colaborar con una organización terrorista -financiada por la CIA- que camuflaba explosivos en paquetes de tabaco. Pero consiguió escaparse y salir de la isla. Al año siguiente, durante la crisis de los misiles, se alistó en las fuerzas especiales cubanas del ejército estadounidense. Fichado por la CIA en los años sesenta, recaló en la España franquista de los 70 y fundó la Editorial Playor y la agencia de prensa Firmas Press. Fue el encargado de facilitar el ingreso en Francia al terrorista Juan Felipe de la Cruz, quien murió al estallársele la bomba que transportaba. Montaner es uno de los abanderados explícitos de la anexión de Cuba a los EE.UU. En 1990 constituyó la Plataforma Democrática Cubana y al año siguiente la Concertación Democrática Cubana (CDC), organización disidente en el interior de la isla. Es, además, miembro fundador de la Fundación Hispano Cubana (FHC)[1] y uno de los impulsores del trimestral cultural y político Encuentro de la Cultura Cubana, radicado en Madrid y financiado por la NED con 80.000 dólares durante el 2001.
En la lista de firmantes también se encuentra la histórica Marta Frayde. La actual presidenta del Comité Cubano Pro Derechos Humanos en España, era embajadora de Cuba ante la UNESCO en París cuando fue reclutada por la CIA. Junto a Elizardo Sánchez, Gustavo Arcos y Ricardo Bofill, organizaron un grupúsculo contrarrevolucionario que hacía llegar información a la delegación estadounidense en la ONU, sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en Cuba. Frayde representó a Gustavo Arcos en la inauguración de la Fundación Hispano Cubana (FHC) en Madrid.
Junto a ella es justo nombrar a María Comella, vicepresidenta del Centro Cubano en España, y vinculada a los grupos de extrema derecha de Miami. Para Comella 1959 marca un antes y un después en la lucha por los derechos humanos en Cuba. Y sin ningún rubor afirma que «en Cuba se están violando los Derechos Humanos desde 1959, desde que llegó Castro al poder», que fue quien, al parecer, truncó el régimen democrático y de libertades que existía con Batista.
Enrique Dausá es a la vez firmante del manifiesto y «periodista independiente». Dausá es el responsable de Radio Martí en España. La emisora, financiada por la CIA, lleva gastados (desde su fundación en 1983) cientos de millones de dólares tratando de incidir en el pueblo cubano para que se subleve contra su gobierno. Y ahí siguen.
Uno que no podía faltar en esta convocatoria es el inefable Jorge Moragas, diputado y secretario de Relaciones Internacionales del Partido Popular español y miembro también de la FAES. El diplomático Moragas, el turista «trampa» que intentó colarse fraudulentamente en Cuba, nunca ha sido propenso a explicar la génesis de su anticubanismo visceral, pero durante su visita a Miami el pasado año, se reunió con el grupo de personas que dirigió la campaña para la liberación del terrorista internacional Orlando Bosch, autor de varios atentados. Entre ellos la voladura, en pleno vuelo, de un avión de las líneas aereas cubanas en el que murieron 73 personas.
Otros firmantes ‘populares’
Cuando el actual lider del Partido Popular, Mariano Rajoy, hizo su presentación como cabecilla de este partido derechista, tenía bien cerca a José Luis González Quirós (firmante del manifiesto). Esa presentación fue organizada por la FAES y marcó el inicio de la publicación de una nueva revista de la fundación, Cuadernos de pensamiento político. Quirós, director de la publicación, definió la revista como «de orientación liberal». En su órbita se encuentra Ignacio Fernández Bargues (otro de los firmantes), que es el Responsable de Publicaciones y Documentación de la FAES.
Muchos los pensadores que firman los artículos de Cuadernos son conocidos en el entorno del PP, pero no tanto entre la opinión pública. Es el caso de Florentino Portero (firmante del manifiesto).
Florentino Portero, historiador y secretario del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), es uno de los nombres que, desde que Aznar decidió apoyar al Gobierno de EE UU en su estrategia bélica en Iraq, más se ha caracterizado por alabar, avalar y legitimar la política lacayuna y guerrera del anterior gobierno español. Diferentes miembros del GEES se han mostrado partidarios de apoyar a EE UU en la rapiña e invasión contra Iraq. El Grupo se define como una «entidad privada e independiente que se dedica al estudio y análisis de la seguridad internacional y de la defensa». Su director y fundador, Rafael L. Bardají (firmante del manifiesto), es además responsable del área internacional de FAES. Y hasta principios de abril de 2004 fue subdirector de Investigación y Análisis del Real Instituto Elcano.
Bardají es otro de los puntales del pensamiento internacional del PP. Entre la FAES y el Real Instituto Elcano (que preside el ex ministro de Defensa, Eduardo Serra) los vínculos son muy estrechos. Esta entidad de Estudios Estratégicos e Internacionales está considerada el laboratorio de política internacional del PP. Por su parte Rafael Bardají ha sido uno de los ideólogos de mayor peso del gobierno anterior en su política de vasallaje hacia los EE.UU. Su artículo en Cuadernos de pensamiento político, «La virtud de la hegemonía americana», da buena cuenta de ello.
Algunos de los firmantes del manifiesto aparecen por partida doble. Es el caso del pícaro Miguel Arias Cañete, ex ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que actualmente dirige la política económica del PP. No en vano Cañete ocultó mientras fue ministro sus negocios privados y administró empresas en paraísos fiscales. Además, estuvo relacionado con uno de los mayores fraudes fiscales descubiertos en España durante las últimas décadas. El llamado ‘caso de los DNI falsos’ supuso el blanqueo de más de 12 millones de euros de dinero negro generado por industrias del sector agropecuario, dedicadas a la fabricación de piensos para animales y a la comercialización de pollos.
Otros firmantes responden políticamente a su ascendente genético. Es el caso del portavoz popular de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui, hijo y sobrino de altos cargos durante el régimen franquista. Y de Gabriel Elorriaga, director de la última campaña del Partido Popular, cuyo padre disfrutó de importantes puestos con Franco, entre otros el de Gobernador Civil en Santa Cruz de Tenerife.
El Partido Popular ha tratado de juntar a toque de cornetín a gentes que apuntalaran su ignominiosa política hacia Cuba, pero lo cierto es que les ha salido algo amorfo y sin consistencia.
Pretenden erigirse en defensores de los derechos humanos en Cuba, mientras se tapan la nariz ante su aventura imperial y criminal en Iraq. ¿Qué fue del apoyo, claro y rotundo, que prestaron a los fascistas venezolanos durante el intento de golpe de estado en 2002? No contentos con eso, el PP aún presume de contar entre sus dirigentes en activo con figuras que fueron importantes durante la dictadura franquista.
Nota:
[1] Esta fundación fue creada en 1996 por el Partido Popular y auspiciada desde Miami por el ultraderechista Jorge Mas Canosa (presidente hasta su muerte de la FNCA y desvalijador de la empresa SINTEL con la connivencia del PP). Los tres principales miembros de la directiva de la FHC fueron Mario Vargas Llosa, Carlos Alberto Montaner y Jorge Mas Canosa. Las raíces de la Fundación se remontan un año antes cuando Jose María Aznar (siendo candidato a la presidencia) visitó Miami donde se reunió con varias organizaciones de extrema derecha del exilio cubano entre ellas con la FNCA. Desde esa ciudad, Aznar partió de gira por El Salvador y Costa Rica regresando una semana después a bordo de un avión de la FNCA.