Traducido para Rebelión por Felisa Sastre
El 30 de junio, entraron en vigor las nuevas normas de la Administración Bush para el bloqueo de Cuba. Para hablar de las últimas sanciones que prevén, nos acompañó Art Heitzer, un abogado de Milwaukee que, en la actualidad, ocupa la presidencia del Subcomité Nacional de la Asociación de Abogados Cubanos, y representa a quienes exigen el final de la prohibición de viajar a Cuba.
La Administración Bush ha decidido que el 30 de junio sea la fecha del traspaso oficial de soberanía en Irak pero, va a ser una fecha clave, también, para las nuevas medidas de bloqueo contra Cuba. El miércoles pasado, el Gobierno de EE.UU. publicó las recientes normas en el Registro Federal. Las últimas medidas se han discutido durante semanas pero el anuncio oficial se ha producido tras la recomendación oficial que la Comisión interdepartamental, encargada de realizar propuestas para derribar al Gobierno de Fidel Castro, ha presentado a Bush.
Las nuevas normas permiten a los cubano-estadounidenses visitar a sus familiares directos en la isla una vez cada tres años, en lugar de una vez al año como ocurría hasta ahora. Las estancias no pueden ser de más de 14 días y a los ciudadanos estadounidenses no cubanos se les prohíbe viajar al país isleño.
Estas normas prohíben a los viajeros transportar cualquier mercancía de Cuba o recibir regalos de los cubanos, bien sean de bienes o servicios, del Gobierno de Cuba, o de ciudadanos de terceros países. El visitante que obtenga autorización para viajar sólo podrá llevar 300 $ en efectivo (antes eran 3.000 $) y, asimismo, las visitas académicasCuba se van a restringir.
La reacción ante estas nuevas actuaciones del congresista republicano por Florida, Lincoln Díaz-Balart , ha sido declarar que Bush «es el mejor amigo que la causa de la libertad en Cuba ha tenido jamás en la Casa Blanca». Ileana Ros-Lethinen, también congresista republicana por Florida, ha afirmado que «vamos a retirar el dinero que la dictadura utiliza para continuar con la opresión del pueblo cubano».
Amy Goodman: Nos encontramos ahora con un abogado de Milwaukee, en la actualidad presidente del Subcomité Nacional de la Asociación de Abogados Cubanos, que representa a quienes quieren acabar con la prohibición de viajar a Cuba, prohibición que creo que va a imponerse de nuevo. Art Heitzer, ¡bienvenido a Democracy Now!
Art Heitzer: Muchas gracias, Amy, ¡Salud!
A.G.: ¡Gracias! , la necesito. ¿Puede hablarnos brevemente sobre el significado del 30 de junio y la política de la Administración Bush hacia Cuba?
A.H.: Con mucho gusto… Bien, desde que la Administración Bush llegó al poder se ha fijado como objetivo el cambio de régimen en Cuba y, en particular, cercenar las libertades civiles de los ciudadanos estadounidenses. Y lo que va a ocurrir el 30 de junio es muy interesante porque ahora han llegado al extremo de convertir en objetivo a un gran número de individuos de la comunidad cubano-estadounidense, ya que se dejan aconsejar, en apariencia, por elementos de ultraderecha de esa comunidad. Los llegados recientemente, que consideran más importante el respaldo de la familia que el deshacerse de Castro, se han convertido también en objetivo. Así que, por ejemplo, a los cubano-estadounidenses que quieren volver a visitar a sus parientes se les dice que no pueden hacerlo más que cada tres años y que sólo para visitar a su familia inmediata. Si se tiene un tío o una sobrina o un primo, o cualquier pariente de este tipo, no se puede de ninguna manera ir. Y si su madre está en Cuba y se encuentra muy enferma y Usted va a visitarla, y dos años después se está muriendo, le dirán ¡qué mala suerte! Usted ya eligió y ahora tendrá que esperar un año, es decir, podrá ir cuando ella lleve ya muerta otro.
Esto está causando un malestar enorme entre la comunidad cubano-estadounidense, incluso en Florida, lo que me parece relevante porque creo que han hecho un mal cálculo político. Las visitas académicas se han restringido de forma extrema, de manera que sólo se permitirán para cursos de semestre completos. Los cursos normales- un seminario podría ocupar dos semanas- no se van a permitir en ningún caso. Se ha suprimido también el sistema de «invitado con gastos pagados»- que era muy importante-, con lo que pretende ser un argumento racional de que no estamos tratando de reformular el Derecho a Viajar sino exclusivamente de evitar que el dinero vaya a reforzar al régimen de Castro, lo que ha dado al traste con el sentido común al afirmar que si se va a Cuba no es para gastar dinero porque se va invitado por alguien, al que por otra parte no se lo van a permitir, salvo que pida autorización con anterioridad y ellos decidan si Usted puede o no ir. En fin, que así están las cosas. En cuanto al congresista Díaz Bellart se trata de alguien que ha reivindicado el asesinato de Fidel Castro durante los últimos meses. Todo ello tiene que analizarse en el contexto de la política extremadamente agresiva de Bush hacia Irak y otros países, que se ha centrado en Cuba para prevenir cualquier tipo de intercambio normal entre los ciudadanos medios de Estados Unidos y de Cuba.
A.G.: Mm-hmm. ¿Qué puede decirnos respectos a otros asuntos relacionados con Cuba? Usted dice que Florida es un estado clave. ¿Qué ocurre entre los cubanos exiliados en Florida?
A.H. Bueno, además de los viajes que considero un asunto fundamental- porque probablemente me pongo en la situación de las dos partes-, la impresión es que se trata de impedir que el estadounidense medio pueda ir a Cuba y comprenda que el resto de la política de embargos es posible que no se pueda mantener. Lo considero muy importante. Pero existe, además, un control de intercambios, incluso para que un artículo cubano pueda editarse o traducirse en una publicación estadounidense; se les ha advertido que no lo hagan porque podrían enfrentarse a acciones penales. Jesse Jackson y otros han hablado de que potencialmente Cuba se encuentra en la lista de objetivos militares estadounidenses. Fíjese en esa Comisión que ha vuelto y habla de un cambio real del régimen en Cuba y que su objetivo último es cambiar el Gobierno cubano. Y en el seno de la comunidad cubano-estadounidense, la gente que nos encontramos en este lado de la valla, y que queremos que cambie esta política, estamos pidiendo la inscripción de electores de nuestra comunidad, porque los que han venido hace pocos años son muy diferentes de aquellos que se marcharon de Cuba en 1959 y 1960 que tenían grandes recursos e influencias. Esos individuos, que todavía tienen una enorme fuerza política, en general, parecen querer perjudicar al pueblo cubano; en otras palabras, sólo quieren derrocar a la Revolución y no se preocupan de lo que les suceda a los ciudadanos cubanos medios, entre los que muchos piensan de forma muy diferente.
A.M.: Sólo disponemos de un minuto más. ¿Existe alguna diferencia entre Bush y Kerry sobre Cuba?
A.H.: De hecho, creo que sí. Aunque los dos expresan su hostilidad contra la Revolución, la actitud de Kerry es la de autorizar los viajes de forma más amplia y yo creo que si permitiera viajar sin tantas cortapisas nuestra política no podría mantenerse porque los viajeros estadounidenses medios al regresar se darían cuenta de que no tiene sentido. Y lo mismo ocurre con la hostilidad extrema, la provocación, una eventual acción militar, el tener aviones militares sobrevolando Cuba para difundir mensajes, etc., que podrían ser una provocación militar. Creo que Kerry se distancia de Bush y se dirige, en realidad, a muchos cubanos estadounidenses cuando afirma que «Debería haber viajes más amplios.» Y esto es una diferencia significativa y podría suponer una gran diferencia en el futuro.
A.M.: ¿Algún otro comentario sobre lo que le parezca más relevante, en estos momentos, respecto de la política hacia Cuba?
A.H.: Bueno, se está convirtiendo en objetivo al pueblo estadounidense, que no sólo se encuentra con que se han convertido en ilegales formas de viajar que en los últimos años no lo eran-, sino que ahora existen otro tipo de procesos administrativos de la gente en Washington, D.C.. Por primera vez en once años, ahora ya han empezado, se han producido acusaciones penales por organizar y promover una regata hacia Cuba.
No se trata sólo de gastar dinero en Cuba, sino que enviar un correo electrónico sobre el programa o poner en una web que la regata se va a celebrar puede llevar a la gente a una condena de 15 años de cárcel. Y esto es sólo una minucia de lo que ha pasado en las dos últimas semanas. Se trata de una amenaza enorme contra el pueblo estadounidense. Pero se han producido reacciones. Por ejemplo, para este verano se están organizando tres grandes caravanas : la que organiza Pastors for Peace (Pastores por la Paz) a la que se puede acceder a través de su web: www.pastorsforpeace.org, que sale de Tejas el 8 de julio y vuelve de Cuba, con los otros dos viajes organizados, el 19 de julio. Es muy importante que reciban el apoyo de la gente. Es de esperar que estas acciones de desafío ocupen las primeras páginas de los medios y que el ciudadano medio estadounidense no comprenda las razones por las que, desde hace más de cuarenta años, no podemos viajar a Cuba, y esta política no obtenga el apoyo popular, ni el del Congreso, de forma que se eche a esta Administración a corto plazo.
A.M.: Art Heitzer, trabaja además para el Centro por los Derechos Constitucionales en Asuntos de Cuba.
La entrevista es una transcripción sobre la marcha de la emitida por la emisora de TV de Democracynow.org.
21 de junio de 2004