Movimientos sociales presentes en Cancún expresan su preocupación por las posibles conclusiones de la COP16 y denuncian la división entre países afectados y los más industrializados, sin voluntad política para asumir compromisos vinculantes en la reducción del CO2 y que chantajean a Bolivia por mantener una posición coherente. Los movimientos sociales y ONG reunidos en […]
Movimientos sociales presentes en Cancún expresan su preocupación por las posibles conclusiones de la COP16 y denuncian la división entre países afectados y los más industrializados, sin voluntad política para asumir compromisos vinculantes en la reducción del CO2 y que chantajean a Bolivia por mantener una posición coherente.
Los movimientos sociales y ONG reunidos en el «Foro Internacional de la Justicia Climática – Diálogo de los Pueblos», que se celebra estos días en Cancún, paralela a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16), denuncian los intentos de los países más industrializados de acabar con el Protocolo de Kioto y mercantilizar la naturaleza.
Las grandes potencias y poderes económicos intentan debilitar y someter a los países del G77, en particular los africanos y la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por sus siglas en inglés), con promesas de dinero insignificantes o con nuevas deudas financieras y condicionantes, como los créditos del Banco Mundial anunciados ayer, para que validen el «No Acuerdo» de Copenhague y con ello acepten dar el «golpe mortal» al Protocolo de Kioto.
«Nos llegan informaciones sobre las estrategias de chantaje, presión y manipulación que están utilizando los países poderosos como EE UU y la Unión Europea, contra países empobrecidos, especialmente africanos y Bolivia, presionándoles para un acuerdo sobre REDD (Reducción de las Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques), que podría resultar en un despojo de tierras inmenso, violando gravemente los derechos humanos de millones de personas», advierte Ecologistas en Acción.
«Lo único que les interesa salvar del Protocolo de Kioto es la base jurídica de los mercados de carbono», denuncian. Por ello quieren pasarla al texto de negociación de la «Acción Cooperativa a Largo Plazo» (LCA). Es una demostración más del intento de algunos países, entre ellos España y toda la Unión Europea, de evadir compromisos ambiciosos y legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases invernadero (GEI). A la vez pretenden asegurar la continuidad y expansión de los mecanismos basados en el mercado, incluso después de poner fin al Protocolo de Kioto, opinan.
No hay ningún avance en la COP16 para evitar los impactos catastróficos en la población y los ecosistemas del mundo que se generaría si la temperatura media global sube más de 1,5ºC. Hay una propuesta de convertir las metas voluntarias de reducción contenidas en el «No Acuerdo de Copenhague» en medidas vinculantes. Estas medidas son tan poco ambiciosas que podrían causar un calentamiento global de más de 4ºC.
«Estamos en riesgo de que se revierta lo logrado en 18 años de negociaciones a partir de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kioto, más aún de que se destruya el marco de negociaciones multilaterales sobre el cambio climático en la ONU y que quedemos a merced de las grandes corporaciones y sus gobiernos», asegura la organización ecologista.
Los movimientos sociales y ONG se oponen a todas esas tentativas de aniquilar el Protocolo de Kioto y de no implementar el segundo periodo de compromisos. «Denunciamos asimismo la falta de voluntad política de los países altamente industrializados, especialmente los Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Nueva Zelanda, Canadá, entre otros, para asumir compromisos legalmente vinculantes de acuerdo con la urgencia para adoptar medidas radicales, como piden las comunidades afectadas por los impactos del cambio climático y la comunidad científica internacional», declaran desde Cancún.
También demandan el reconocimiento de la deuda climática histórica que tienen los países del Anexo 1 del Protocolo de Kioto con los países y pueblos del Sur Global. Recriminan asimismo que las negociaciones de la COP 16 desconocen los derechos internacionales vinculantes sobre pueblos indígenas, a pesar de que estos han sido recogidos por la ONU.
Por último, critican enérgicamente el discurso y la manipulación en las negociaciones, que pretende dividir a los países más empobrecidos del G77 y aislar a Bolivia, culpándola de un posible fracaso de la COP16. «Los verdaderos culpables de este fracaso son los países que continúan promoviendo falsas soluciones», concluyen. «Por eso reiteramos nuestro apoyo a las propuestas y demandas recogidas en el Acuerdo de Cochabamba», señalan los representantes bolivianos.
* Tom Kucharz es miembro de Ecologistas en Acción
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Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Cancun-podria-repetir-el-desastre.html