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Entrevista a Xavier Marín, miembro del Consell Nacional, sobre la situación política catalana

“Cataluña no ha sido nunca una colonia española»

Fuentes: El Viejo Topo

Nota edición: La entrevista, publicada en el mes de abril, se realizó durante el mes de febrero, antes de la irrupción del coronavirus.

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Presentación del propio autor: “Javier Marín se define a sí mismo como un activista social con más de 50 años ininterrumpidos de lucha en el ámbito de la izquierda revolucionaria primero, y en la izquierda gradual y transformadora después. Sus distintas profesiones: metalúrgico primero, funcionario después, empresario de la formación hoy, son anécdotas temporales de su actividad principal: la implicación en la política activa para transformar el mundo.

Esa implicación tiene su concreción en 12 años de multiactivismo revolucionario en el PTE (1968-1979) y en 40 años de militancia muy activa en el PSC (1980-2020), donde ha sido el fundador y director de su Escuela de formación de cuadros durante 25 años, y miembro del Consell Nacional desde 1990 hasta hoy.”

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Uno de los temas centrales de la actual situación política catalana (y española en general) es la mesa de diálogo que el PSOE-PSC ha acordado con ERC para conseguir su abstención en la investidura de Pedro Sánchez. ¿No había otra dada “la correlación de fuerzas electorales”?

Hablar con el contrario es parte consustancial de la política. Hasta en una guerra hay conversaciones con el enemigo. Tanto para un alto el fuego, como para un armisticio o para negociar las condiciones de la rendición. Esas conversaciones pueden ser de todo tipo: abiertas y públicas o privadas o secretas. Lo importante es el fin y los resultados.

¿Y de qué se puede y debe hablar en esa mesa de diálogo en su opinión? ¿De qué no debería hablarse?

¿Puedo hacer un apunte previo a la respuesta?

Adelante con el apunte.

Antes del QUÉ, hay que tener en cuenta el CÓMO se ha llegado a esa petición de diálogo. Normalmente, quien pide dialogar para negociar es porque no ha podido antes imponer por vencer.

A 26 meses del intento de secesión del 1-O-2017 por medio de lo que ellos llamaron una declaración unilateral de independencia (DUI), la obsesión de reclamar una mesa de diálogo es un reconocimiento implícito de su fracaso. Viene a ser una rendición con postureo de exigencia.

Si el CÓMO se ha llegado a esta situación queda claro para ambas partes, el QUÉ planteen ellos –los secesionistas- es irrelevante. Necesitan justificar delante de sus seguidores que no se han rendido y harán declaraciones rimbombantes y radicales como: “Mai renunciarem a la independència”, “Volem un referéndum d’autodeterminació”, “Amnistia pels presos polítics” o “ Ho tornarem a fer”. Son declaraciones para la galería y el recurso al pataleo es lo único que les queda después de haber sido vencidos por el Estado. Son artimañas dialécticas para que no se note tanto que han fracasado en su intento de secesión.

¿De qué no debemos hablar?preguntas. Mi respuesta es de QUÉ sí debemos hablar. Debemos dejarles claro que su pretensión de independencia no solo no cabe en nuestra Constitución, sino que no vamos a permitir que se dé nunca, porque en su concepción y origen sería una gran injusticia social, porque va en contra del principio de igualdad y solidaridad entre todos los pueblos de España.

Los críticos apuntan lo inaceptable de una relación bilateral entre el gobierno español y el gobierno de la Generalitat, que es, señalan, el gobierno de una comunidad, parte de un conjunto. Pero, según dicen los defensores, en el Estatut se contempla la posibilidad de esa relación bilateral y, por otra parte, sostienen también que el gobierno ha mantenido relaciones bilaterales con otras comunidades españolas. No es la primera vez. Nada nuevo en el cielo hispano. ¿Cuál es su punto de vista? ¿Es una relación de bilateralidad contemplada en el Estatut o es más bien otra cosa?

Te contestaré con una experiencia ya vivida en nuestra cuarentona democracia: del desarme de ETA para acabar con 50 años de terrorismo: ¿el Estado habló con la CCAA de Canarias, de Murcia, de la Rioja o de Cantabria? Obviamente no.

Habló primero con la CCAA más directamente implicada, y una vez logrado el acuerdo, lo sometió a la consideración de todas las demás. Guardar las formas es importante y recordar que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español también. La decisión última siempre ha de ser del Congreso de los Diputados.

¿Y qué se quiere decir cuando se afirma que soberanía reside en el conjunto del pueblo español? ¿No deciden los ciudadanos de las comunidades autonómicas sobre sus propios gobiernos y con ello sobre asuntos clave como la educación o la sanidad por ejemplo?

Que no es troceable en cuanto a lo que compete decidir entre todos los españoles por estar así contemplado en su ley suprema (la unidad territorial, por ejemplo). Y sí es cierto que ya tienen y ejercen su derecho a decidir en las CCAA, exclusivamente en las materias que les han sido transferidas por Ley, como las que tú citas.

Tal como está compuesta la mesa de diálogo parece evidente quienes representan a la ciudadanía secesionista catalana pero no es tan evidente quiénes son los representantes de la ciudadanía no secesionista-soberanista. ¿No hay aquí un desajuste?

Sí, un desajuste muy evidente. El acuerdo cita explícitamente una doble mesa: Una entre los gobiernos de España y Cataluña; y otra la mesa de partidos en el Parlament.

es excluido, automáticamente dejarán de sentirse representados sus votantes.

Pero no nos engañemos; detrás de la protesta sobre las formas de la mesa de diálogo, está el fondo. La negativa pura y dura a sentarse con los secesionistas por considerar que eso significa darles oxígeno.

Cuando los nacionalistas hablan de ruptura, ¿de qué están hablando realmente? ¿De la independencia, de la construcción de un nuevo muro-Estado?

Yo creo que en eso los nacional-secesionistas están siendo muy, muy claros.

Las declaraciones de sus dirigentes, tanto los del PDCAT como los de ERC o la CUP, son plenamente coincidentes en el objetivo final. La separación jurídica de Cataluña respecto a España, resumida en la palabra independencia, no alberga ningún tipo de dudas. Es la única consigna que les une en sus manifestaciones.

No sé si pudo leer la entrevista a Oriol Junqueras que publicó El País el sábado 18 de enero. Si uno la lee en su totalidad (incluyendo cuando el ex vicepresidente de la Generalitat habla de una ‘mierda’ y de ‘una puta mierda’), no saca la impresión que ERC haya cambiado de rumbo, que sea el sector prudente y sensato de las fuerzas secesionistas. En su opinión, ¿ERC ha hecho autocrítica de lo sucedido en septiembre y octubre de 2017?

Fue una boutade escatológica de mossen Junqueras por la que estoy seguro que ya habrá pedido perdón a su Señor, y este lo habrá perdonado después de haber hecho acto de contrición y rezado 10 “padrenuestros” y 2 “avemarías”, obligada penitencia para seguir aspirando a un retiro dorado como embajador de España en la Santa Sede.

Junqueras, como buen predicador, es un gran orador y no da puntada sin hilo. Fíjese que esa declaración la hace el 18 de enero, en medio del fragor de la batalla mediática por el acuerdo ERC-PSOE, en el que sus socios del PDCAT les acusan de “botiflers”, traidores a la causa y le devuelven a Rufián el plato de lentejas y las 30 monedas. Conscientemente dio un gran titular de fingido enojo, adobado con intolerancia dialéctica, para tapar lo sustancial del acuerdo, que era: “estamos negociando las condiciones de la rendición”.

El único dirigente de ERC que sí ha hecho autocrítica ha sido Joan Tardá cuando dijo aquello de: «Si hay algún independentista ingenuo o estúpido que cree que puede imponer la independencia al 50% de catalanes que no lo son, es evidente que está equivocado«, lo que implicaba el reconocimiento del fracaso por haber intentado imponer una DUI.

¿Condiciones de la rendición? Pues ellos aseguran que no se rinden y van a acumular nuevas fuerzas.

Tienes razón, lo matizaré mejor, debiera haber dicho “condiciones del alto el fuego”.

Cuando ERC habla ahora de “ampliar las bases” se está refiriendo a la acumulación de fuerzas para “volverlo a intentar”; que es lo mismo que reconocer implícitamente que el asalto dels fets de Septiembre y Octubre de 2017 fueron un estrepitoso fracaso.Como dijo alguno de sus post analistas, “nos hemos adelantado 2 generaciones y nos han faltado 8 muertos encima de la mesa”

Por eso creo que todo lo que implique facilitarles esa nueva hoja de ruta (más tiempo para reponerse del susto –y de la cárcel-, amnistía y autodeterminación) es darles oxígeno. A todos los partidos constitucionalistas les ha faltado sentido de la oportunidad y sentido de estado para acabar la operación iniciada con el 155.

En un tuit suyo del mes de enero se hablaba de la necesaria unidad de las fuerzas (partidos y colectivos) constitucionalistas. ¿A quiénes incluye en esas fuerzas?

Mira, te lo explicaré con un ejemplo personal. Llevo luchando contra la derecha ideológica ininterrumpidamente desde 1968. Si algo aprendí en mi tierna adolescencia marxista es a hacer “el análisis concreto, de la situación concreta en cada momento” y a tener en cuenta “la correlación de fuerzas en cada momento histórico”.

Cuando no puedes vencer a dos enemigos a la vez, optas por priorizar al “enemigo principal” y sólo cuando has vencido a uno te enfrentas al otro. En Cataluña yo, y como yo toda la izquierda, tenemos dos adversarios históricos: la derecha catalana y la derecha española; ambas a su vez enfrentadas.

Desde 2010 en España no se puede hablar ni avanzar en la lucha por conseguir mayores cotas de democracia económica porque el proceso independentista lo ha contaminado todo. Lo inteligente pues es “unir todo lo susceptible de ser unido en contra del enemigo principal” y la correcta priorización es acabar primero con el problema independentista y después seguimos hablando.

Fruto de esa lógica aplastante, yo prioricé los tiempos de mi militancia en el PSC para dedicarlo principalmente a Societat Civil Catalanaque es la plataforma que une cual argamasa a todo el abanico de constitucionalistas en Cataluña. En SCC comparto espacio y esfuerzos con militantes o votantes proclives a la derecha española (PP+C,s) y otros militantes y votantes de la izquierda (BxC+ECP) para vencer a nuestro adversario común: la derecha nacional-secesionista catalana.

¿Por qué es tan difícil la unidad de las fuerzas no secesionistas y es tan fácil, en cambio, la unidad de las fuerzas que apuestan por la aniquilación, destrucción o alteración sustantiva de nuestro demos común?

Dices bien. Los “aniquiladores” que comentas van desde la izquierda anticapitalista y antisistema de la CUP, hasta los republicanos de ERC, -a los que me niego a llamarles de izquierda- , pasando por lo que primero fue la derecha franquista catalana, después CDC, otrora PDCAT. En definitiva los ladrones que llevan esquilmando económicamente a Cataluña desde hace 40 años. Estos sí son los que “roban a Catalunya” mientras sus adláteres (ERC+CUP) les justifican. ¿Quién habla ya de la famiglia Pujol? ¡Nadie!

Desde 2012 en el que sacaron el pendón de la independencia y se tiraron al monte, mientras seguían y siguen cobrando, siendo mantenidos por papá Estado. Su argamasa, su nexo de unión está claro: la cartera.

Los de izquierdas siempre hemos ido de defensores de la “pureza ideológica”. El chiste histórico es que cuando sumamos 3 se produce una escisión. El nivel de sectarismo en las filas de la izquierda no tiene nada que envidiar al de la derecha. Ellos lo hacen por egoísmo económico, nosotros por purismo dogmático.

Estoy aburrido de oír tópicos de mis compañeros de la izquierda pura, cual: “Yo con esos ni a recoger billetes de mil” para justificar su torpeza intelectual y su falta de pragmatismo táctico. Si los constitucionalistas no somos capaces de ver que nuestra división da alas a la secesión es que somos muy ineptos.

¿A quién se está refiriendo con “compañeros de la izquierda pura”? ¿A Unidas Podemos? ¿A En Comú Podem? ¿A los llamados Anticapitalistas? ¿A sindicatos como CoBas?

Justamente a esos que tú citas, en los que yo mismo me reconozco cuando tenía 20 años y estaba afectado por “la enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”. La sensatez siempre ha necesitado sus tiempos de maduración.

¿Usted estaría dispuesto a aceptar una consulta a la ciudadanía catalana sobre la independencia? Si fuera que no, ¿por qué no? ¿No tienen derecho todos los pueblos del mundo a la autodeterminación? ¿No somos represivos y autoritarios si negamos ese derecho inalienable de los pueblos, como dicen algunas voces y algunos intelectuales de mucho prestigio?

La consulta la estamos haciendo permanentemente desde 2012. Cuatro elecciones autonómicas adelantadas por el propio fracaso de sus Governs, en los que no había más programa electoral que “Per la Independència”. Todas ellas arrojaron un resultado similar: El 48% de los votantes compran ese programa y el 52 % lo rechazan. ¡consulta realizada¡

Un referéndum explícito para preguntar SÍ o NO a la independencia sería reconocer que tienen derecho a separarnos. Y no lo tienen. Ni lo permiten nuestras leyes nacionales ni lo permiten las leyes internacionales.

El “derecho de autodeterminación para todos los pueblos y naciones oprimidas del mundo” fue recogido en la carta de la ONU, a mediados del siglo pasado, para beneficiar el proceso de descolonización de los grandes imperios que habían saqueado las riquezas de los pueblos más débiles. Acabado el proceso de descolonización antes de que finalizase el siglo XX, acabó la utilidad de aquel tratado. Cataluña no ha sido nunca una colonia española. Bien al contrario, ha sido históricamente la gran burguesía catalana la que ha ayudado a colonizar a otros países del mundo. El abuelo “negrero” de Artur Más, por ejemplo.

¿Somos represivos y autoritarios…? Son represivos y autoritarios los que en nombre de un derecho histórico inventado, de una cultura supremacista, que ellos llaman fet diferencial, y de un nivel económico de PIB superior al resto de las CCAA españolas, quieren imponernos una separación etnicista con tintes fascistas. No hay más que leer la hoja de ruta de implementación de su pretendida República Catalana, para ver las coincidencias con los movimientos fascistas italianos y alemanes de mitad del siglo pasado.

¿Y cuáles son esas coincidencias con los movimientos fascistas italianos y alemanes?

El uniformismo ideológico, cultural y lingüístico de la sociedad catalana, promocionado desde las fuentes del poder político. El adoctrinamiento escolar desde parvulitos a los niños, con actos de propaganda política en las aulas y utilización de los mismos en movilizaciones tan peligrosas como los cortes de carreteras y autopistas. El bombardeo de los medios públicos de comunicación, transformados en altavoces permanentes de agitación y propaganda. Los beneficios y enriquecimiento económico para los empresarios que colaboran con el régimen y la asfixia de todos aquellos que no quieran comulgar con sus ruedas de molino. La estigmatización como facha de todo aquel que no se pliegue a su doctrina. Las liturgias con las que adornan sus actos, que además les propicia pingües beneficios en merchandisse. Las marchas con antorchas ya las hacen para dar miedo; sólo les ha faltado los capirotes blancos y las camisas pardas; pero todo se andará.

Pasados los años, teniendo en cuenta lo que hemos vivido y seguimos viviendo, ¿qué opinión le merece la actitud de las fuerzas de izquierda catalanas respecto al procesismo?

Tibia, torpe e ignorante. La indefinición respecto a la secesión del PSC durante el período inicial 2010-2015 con el dret a decidir, cuando no el aliento expreso del 50% de ECP, ha engordado a la bestia procesista. Por la propia experiencia vivida en el PSC, puedo afirmar que entre los miembros de su dirección ha habido históricamente independentistas confesos y consentidos. Apunto dos anécdotas: “Xavier, si a mí em diuen que podem assolir la independència sense fotre un tiro, signava demà” [Xavier, si a mí me dicen que podemos alcanzar la independencia sin pegar ni un tiro, firmaba mañana] comentario que me hizo un miembro de la Ejecutiva Nacional del PSC en 1990. “Xavier no em pots comparar un socialista de Catalunya amb un de Castelló o Fraga, quelcom ens separen 25 km” [Xavier: ¡no me puedes comparar un socialista de Cataluña con uno de Castellón o de Fraga, algo nos separan 25 km!], razonamiento de un delegado del último Congreso del PSC para persuadirme de que somos seres superiores.

Respecto a ECP decir que tienen el mismo nivel de ignorancia política que yo, cuando militaba el en PTE durante la dictadura y defendía el derecho a la autodeterminación de Cataluña, Euskadi y Galicia. Con la diferencia de que yo era un bebé político -tenía 15-25 años- y ellos ya son talluditos.

Comprenderá que le pregunte -¡me he quedado con la boca abierta!- por quiénes son esos geniales filósofos-pensadores -el miembro de la ejecutiva del PSC y el delegado del último Congreso del PSC- a los que ha hecho referencia. ¿Alguna pista complementaria?

Entiendo tu estupefacción y tu caústico calificativo de “geniales filósofos-pensadores” En un caso es alguien que como premio a su ideología, contraria a lo más elemental del socialismo internacionalista, fue elevado a los cielos del parlamentarismo político europeo y después a una dirección general en el Gobierno de España (fíjate en la coherencia).

En el otro caso era un pobre diablo que está en la batalla interna por ser concejal de su pueblo.

Comprenderás que no puedo dar nombres propios. Es todo lo que puedo decir, Señoría.

La misma pregunta que antes respecto a las fuerzas españolas de izquierda.

Respuesta similar. Al PSOE le falta coraje para afrontar la situación con radicalidad pedagógica, y al PCE de antes y PODEMOS de ahora, le falta claridad ideológica.

La izquierda es internacionalista por convicción y aplicación del principio de igualdad y solidaridad, y por estrategia. “La clase obrera unida jamás será vencida”, ¿se acuerda? y dividida siempre será más débil ante un capital que tiende hacia el monopolismo.

Lo de los sindicatos UGT y CCOO, antes “correa de transmisión del Partido”, ya es para nota. La clase obrera está más dividida que cuando los creamos y recreamos en los años 70, y sus cúpulas sindicales más subvencionadas que nunca. Son fiel reflejo de lo que algún clásico bautizó como “la aristocracia obrera”.

Para ser justos, hay que reconocerle a la dirección del actual PSOE su inteligencia para conseguir dividir al adversario. Con la operación “salvemos al soldado ERC”, ha conseguido partir al bloque independentista por la mitad, pero con eso sólo ha aplazado el proceso. Como operación de engaño a ERC, bienvenida sea, pero darles falsas esperanzas para que vuelvan a reeditar el intento de secesión –ho tornarem a fer– es pan para hoy y hambre para mañana.

Tomemos un descanso si le parece.

Me parece

Fuente: El Viejo Topo, abril de 2020.