Miles de venezolanos y cubanos pudieron escuchar una intervención histórica de Hugo Chávez trufada de espontáneos comentarios y conversaciones con el presidente cubano Fidel Castro en el teatro Karl Marx de La Habana el pasado 29 de abril. Fue en el marco del IV Encuentro Hemisférico de la lucha contra el ALCA. Chávez expuso una […]
Miles de venezolanos y cubanos pudieron escuchar una intervención histórica de Hugo Chávez trufada de espontáneos comentarios y conversaciones con el presidente cubano Fidel Castro en el teatro Karl Marx de La Habana el pasado 29 de abril. Fue en el marco del IV Encuentro Hemisférico de la lucha contra el ALCA.
Chávez expuso una declaración de principios sobre la oposición al Acuerdo de Libre Comercio pretendido por Estados Unidos y lo confrontó con la propuesta del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), liderada por Venezuela, pero con vocación integradora latinoamericana.
Bajo un gran mural con la efigie de Martí y Bolívar con fondo de bandera cubana y venezolana, los dos líderes presidieron el escenario junto con varios de sus ministros y líderes latinoamericanos entre los que se encontraba el histórico Shafick Handal, candidato presidencial en El Salvador, y Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo en Bolivia.
El auditorio, en su mayoría jóvenes con camisetas rojas agrupados por colectivos y gremios que no dejaban de corear consignas llamando a la unidad latinoamericana, se dejó llevar por la espontaneidad de un acto en el que Chávez llegó a convocar un referéndum a mano alzada para decidir si Fidel Castro debía tomar la palabra, algo a lo que el presidente cubano se negaba por no estar previsto en el guión.
El acontecimiento fue abierto por el grupo de teatro infantil La Colmenita, cuyo director, Carlos Alberto Cremata, es hijo de una de las 73 víctimas mortales del avión explosionado por el anticastrista Posada Carriles en Barbados, hoy en territorio norteamericano solicitando asilo al gobierno Bush. Fueron aclamados por la multitud cientos de médicos cubanos allí presentes que desarrollan su trabajo en todo el mundo, alumnos de la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana donde se forman gratuitamente jóvenes humildes de todo el continente, además de deportistas y trabajadores sociales.
Chávez ironizó durante gran parte de su intervención con el término utilizado por el ex secretario de Estado Adjunto para Latinoamérica, Otto Reich, para Fidel Castro al que calificó de «genio malévolo» y a Chávez de «acaudalado imprudente». Según el gobierno de Estados Unidos La Habana y Caracas son el epicentro del «eje del mal». Chávez afirmó que «el eje se está extendiendo para convertirse en una gran masa que lucha por la verdad». «Porque no se trata de individuos, se trata de una masa de pueblos que se levantan de nuevo en nuestro continente dispuestos a ser libres o morir», afirmó en alusión a la conocida consigna cubana de Patria o Muerte. «No se trata de un hombre o una mujer, sino de un huracán revolucionario», insistió.
El presidente venezolano, con su habitual locuacidad, calificó a Bush de «mister Danger», término acuñado en la novela Doña Bárbara del escritor venezolano Rómulo Gallegos. También volvió a retomar en varias ocasiones sus pronunciamientos a favor del socialismo, comenzando por destacar el nombre que honra el teatro en el que se encontraban, el Carlos Marx.
Chávez dejó claras sus posiciones en contra del ALCA afirmando que la lucha contra este proyecto económico es «la lucha contra el neoliberalismo y contra el capitalismo».
No faltaron las anécdotas reveladas por el líder bolivariano en su intervención. Entre ellas, la llamada que recibió hace tiempo durante una cena en Madrid de un subsecretario de Estado adjunto norteamericano quien le pedía suspender su viaje a La Habana y le amenazaba con cancelar su visita a Washington. «Usted se equivocó -le respondió Chávez a su interlocutor- está hablando con el presidente de un país. Yo no tengo ningún problema en cancelar mi viaje a Washington, pero a La Habana voy». Llegó a afirmar que no volverá a «Estados Unidos hasta que el pueblo norteamericano libere a esa nación», ante el clamor del público.
También tuvo unas amables, pero irónicas palabras, para la multitudinaria prensa internacional allí presente. «Un saludo a los amigos de la prensa, ojalá los dueños de sus medios respeten la verdad de los pueblos», afirmó quien ha conocido el acoso de los grandes medios privados hasta llegar a organizar un golpe de Estado contra su país.
Los frecuentes e informales intercambios de palabras con el presidente cubano amenizaron un acto que duró más de cuatro horas. «Te voy a reglar un Cristo Fidel, porque Fidel es cristiano en lo social», le espetó ante la audiencia. «Y yo lo llevaré», le respondió el presidente cubano. También Chávez volvió a pronunciarse sobre el espíritu de su revolución venezolana: «Diez años después lo seguimos llamando bolivarianismo, pero es socialismo, debemos reinventar el socialismo». Renegó de términos como el de «revolución democrática» para apostar por otros como el de «democracia revolucionaria», acuñado por el intelectual recientemente fallecido André Gunder Frank, y que calificó como de un «término liberador porque libera a la llamada democracia del control de las élites». «La democracia representativa fue una trampa en Venezuela», dijo en referencia a la corrupción política y dominante que dominó el país durante la IV República donde los partidos mayoritarios se repartían el poder al margen de los ciudadanos. «El pueblo venezolano demostró que se puede derrotar al capitalismo y apostar por la democracia revolucionaria», añadió.
También tuvo palabras para la secretaria de Estado norteamericana, en estos días de gira por América Latina, a la que llamó «dama imperial». Y para la reciente crisis de Ecuador que provocó el derrocamiento del presidente Lucio Gutiérrez, en cuya trayectoria muchos creyeron ver paralelismos con Hugo Chávez afirmó: «Lamenté ver salir a Lucio Gutiérrez del palacio presidencial y el pueblo no salió a defenderlo. No se puede estar con Dios y con el diablo, y el pueblo es Dios»,dijo insinuando que el ex presidente ecuatoriano no supo estar a la altura de las demandas de su pueblo y que aceptó condiciones de los grandes poderes imperiales.
Chávez recordó la génesis del proyecto del ALCA hace varios años en Québec, un proyecto que establecía el 1 de enero de 2005 para su nacimiento. «Amaneció el 1 de enero de 2005 y el ALCA no existe», afirmó entre aplausos. Frente a eso Venezuela acaba de firmar 49 acuerdos comerciales del ALBA con Cuba, entre ellos el inicio de la formación de 20.000 médicos en Venezuela, lo que puso de ejemplo del nuevo estilo de cooperación que domina la integración y cooperación latinoamericana: «Recordemos los programas de cooperación entre Venezuela y Cuba, eso es parte de un nuevo modelo de integración, que incluye la presencia de cientos de empresarios venezolanos esos días en La Habana».
El presidente venezolano puso varios ejemplos del nuevo modelo de cooperación latinoamericana del ALBA que contrasta con el ALCA, «una integración diseñada por Estados Unidos para el subdesarrollo».
Entre esos avances latinoamericanos del ALBA destacó la firma de 26 acuerdos de Venezuela con Brasil, el suministro por primera vez de petróleo venezolano a Argentina, país que ha creado una empresa energética estatal y que le paga a Venezuela con productos como ganado, instrumental sanitario o tecnología agropecuaria. Tras sus palabras de apoyo para los presidente Kichner y Lula, afirmó que «eso es el ALBA, romper las cadenas de los organismos internacionales. Vamos a vender petróleo más barato a los países latinoamericanos que ya no tendrán que pagar un 50 % a los intermediarios como hacían hasta ahora». También anunció la inauguración de una oficina de la empresa pública petrolera venezolana (PDVSA) en La Habana, desde donde se gestionará toda su política comercial para el Caribe. Como ejemplo de esa cooperación petrolera señaló que los barcos venezolanos que transportan el petróleo para evitar los intermediarios y abaratar sus precios ahora se está reparando en Cuba, «ya no en Estados Unidos, porque somos libres y mandamos a reparar donde queremos».
También informó que Cuba ha decidido eliminar los aranceles de los productos que Venezuela exporta a la isla y que, por su parte, Venezuela suministrará esos productos de la mejor calidad y al más bajo precio, algo que han podido comprobar ya los cubanos en la feria que durante estos días ha expuesto muchos de ellos.
Venezuela también ha abierto un Banco Industrial en Cuba, «pero ese banco no viene aquí para explotar al pueblo cubano, sino para cooperar, tampoco sólo para dar créditos para nuestra exportación, que también, sino para ofrecer créditos a diferentes ramas de producción y servicios en Cuba», afirmó Chávez. «Del subdesarrollo o salimos todos o no salimos ninguno, sólo unidos podremos salir», afirmó entre aplausos.
Otros ejemplos del modelo integrador del ALBA que expuso el líder venezolano fue la recién creada Confederación de Trabajadores Latinoamericanos, las organizaciones de movimientos estudiantes para todo el continente, de campesinos, de mujeres. «Todos unidos, tomando ese grito de Marx de proletarios del mundo, uníos», afirmó mientras profetizaba que el silgo XXI sería el siglo de América Latina.
Chávez también salió al paso de algunas de las críticas que desde Estados Unidos se han lanzado contra algunas medidas de su gobierno. «Estoy seguro de que si los fusiles que hemos comprado a Rusia que tanto les ha indignado los hubiéramos comprado a mister Danger ya no les molestaría».
Sin duda el 29 de abril de 2005 fue un mal día para el gobierno Bush. Hugo Chávez y Fidel Castro firman estrechan relaciones políticas y firman decenas de acuerdos comerciales, su aspirante John Bolton para embajador en las Naciones Unidas parece que no tomará posesión del cargo, su candidato favorito para la OEA, el mexicano Ernesto Derbez, se ve obligado a retirar la candidatura, Condelezza Rice es desautorizada en una rueda de prensa conjunta por el presidente chileno por criticar a Chávez, la izquierda mexicana y nicaragüense toma las calles contra los presidentes favoritos de Bush y el terrorista Posada Carriles sigue golpeando la puerta de la Casa Blanca para exigir que le paguen los servicios prestados concediéndole el derecho de asilo.