Como las informaciones tienen que ser contrastadas y comprobadas, no puedo asegurarlo. Así que habrá que tomarlo con dedos cuidadosos y mirada crítica y con posibilidad de error. Pero las fuentes que me han hecho llegar la información no suelen mentir ni hablan por hablar. Tocan realidad y para ellos la verdad es la verdad […]
Como las informaciones tienen que ser contrastadas y comprobadas, no puedo asegurarlo. Así que habrá que tomarlo con dedos cuidadosos y mirada crítica y con posibilidad de error. Pero las fuentes que me han hecho llegar la información no suelen mentir ni hablan por hablar. Tocan realidad y para ellos la verdad es la verdad la diga Agamenón o la diga su porquero.
La información:
El pasado lunes de Pascua, 25 de abril de 2011, día festivo en Catalunya, un quirófano de l’Hospital de la Vall d’Hebró de Barcelona, uno de los más importantes hospitales catalanes, se abrió especialmente por la tarde para poner un marcapasos a Miquel Roca i Junyent, uno de los máximos dirigentes de CiU no sé si en activo, uno de los padres de la Constitución, un político profesional de larga trayectoria que acaba de publicar un libro de conversaciones con el mismísimo Felipe González.
Si es así, si la información es correcta, si los nudos están todos bien tejidos, ¿es consistente que se cierran quirófanos y se aumenten listas y tiempos de espera mientras se hacen estas excepciones tan singulares? ¿Los recortes no afectan si uno tiene nombre, apellidos, redes de privilegiados, poder y muchos contactos?
Los medios de comunicación catalanes, por su parte, no han dicho nada hasta el momento sobre el caso.
Si es buena la información, ¿ha jugado algún papel el hecho de que Miquel Roca i Junyent sea uno de los prohombres catalanes, uno de los representantes políticos destacados de las clases hegemónicas catalanas? ¿No hay también aquí motivo para la indignación?
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