La narradora, poeta, autora de teatro y periodista Manuela Agnés Rausell Soriano (1839-1918); la articulista y activista política Josefina Piera Rosario (1890-1955); la maestra Vicenta Matalí Bayona (1894-?); la novelista Milagros Espí Soler (1906-1999) o uno de los ejemplos de valencianismo, feminismo y renovación pedagógica, Empar Navarro Giner (1900-1986); También Pilar Monzó Pons, que estrenó en 1930 su primera obra teatral-La falta de Marieta-, en el teatro Novedades de Valencia; la representación tuvo una buena acogida entre la crítica (diario El Pueblo).
Se trata de mujeres retratadas en el libro Pioneres (1900-1939), de la filóloga e investigadora Maria Lacueva i Lorenz, que editó en 2022 la Fundació Nexe (Col·lecció Pebrella). El objetivo del texto era hacer visibles a las mujeres –y los hechos asociados- que han formado parte de la construcción del valencianismo político; la invisibilización no se produjo en figuras masculinas coetáneas como Maximilià Thous, Constantí Llombart o Vicente Blasco Ibáñez, destaca la coordinadora del proyecto Dones i Valencianisme, Reis Gallego Perales.
A esta iniciativa se agrega un segundo volumen, escrito también por Maria Lacueva i Lorenz con el título de Clandestines (1940-1969); editado en julio de 2023 por la Fundació Nexe, el ensayo fue presentado -el pasado 9 de marzo- en la Biblioteca municipal de Algemesí, dentro de las jornadas culturales (Muixerola-2024) de la Nova Muixeranga d’Algemesí.
La introducción del libro destaca la hegemonía (institucional y discursiva) de las Ramas Femeninas de Acción Católica (RFAC) y la Sección Femenina (SF) de Falange Española de las JONS; así, cualquier otra organización femenina fue considerada “sospechosa de desafección”.
La dictadura logró, así, dos objetivos, añade el introito de Clandestines: “A la vez que reunía una buena parte de las mujeres de derechas bajo unas mismas siglas (…), desmantelaba cualquier rastro de asociacionismo femenino progresista heredado de los años anteriores a la guerra”.
¿Qué modelo de mujer propugnaba el franquismo? María Lacueva recoge un artículo publicado en la revista Valencia Atracción (publicación turística), cuyo trasfondo podía hallarse también en la prensa del Régimen:
“Había que perfeccionar las Evas terrenales limando sus defectos o veniales imperfecciones, y parece ser que al Señor plugo, acá en el Levante ibérico, la formación de otro edén (…). Y en tan poético marco natural (…) encajó el Señor el nuevo tipo de mujer valenciana que supo tomar de la noche la negrura para sus cabellos (…)”.
Clandestines comienza con la biografía de la poeta de Onda (Castellón), Anna Rebeca Mezquita (1890-1970); en 1953 pudo publicar el poemario Vidres, a la venta por 50 pesetas en las librerías de Valencia; los versos llamaron la atención –en la época- del ensayista Joan Fuster; en cuanto a la censura, evaluó su poesía como “de delicados sentimientos femeninos. Nada censurable”.
María Lacueva destaca que Anna Rebeca Mezquita había presentado, anteriormente, poemas en los Juegos Florales de Valencia, que organizaba la asociación Lo Rat Penat; en 1955 publicó un segundo recopilatorio de poesía, Rou.
Además de su obra literaria, Maria Ibars i Ibars (1892-1965) estudió Magisterio y ejerció como maestra (“el compromiso permanente con la enseñanza del valenciano y con un modelo de escuela renovadora es innegable”); además de alumna del gramático y poeta Carles Salvador, en 1936 logró la titulación de profesora libre de valenciano; la pedagoga se adhirió a la Associació Protectora de l’Ensenyança Valenciana; publicó las novelas L’últim serv y Vides planes, en los años 60; y, en 1949, Poemes de Penyamar. A l’ombra del Montgó.
Pudo estudiar dibujo, grabado y pintura; Manuela Ballester Gómez (1908-1994) estuvo exiliada en México y, desde 1959, en Berlín Oriental; en este contexto, explica Maria Lacueva, “(Manuela Ballester) todavía colabora con ilustraciones en diversas publicaciones comunistas alemanas y continúa vinculada a los proyectos valencianos en México; pinta con menos intensidad, pero expone en Alemania, Milán y México” (de 1952 data el óleo Guerrillero muerto); contrajo matrimonio con el cartelista y militante del PCE, Josep Renau: colaboraron –por ejemplo- en varios murales y una empresa de artes gráficas.
La escritora Maria Mulet (1911-1982) aparece destacada en Clandestines como una de las autoras de la posguerra española que se dedicó –principalmente- a la literatura infantil (en lengua castellana y catalana); a ello contribuyó su desempeño de la docencia en comarcas de habla valenciana (La Ribera o L’Alcoià); de hecho, subraya Maria Lacueva, “es una de las primera plumas que comienza a introducir, ya durante los últimos años del franquismo, la literatura infantil y juvenil en las escuelas del País Valenciano”.
Otra biografía relevante es la de Matilde González Palau (1912-2002), quien rubricaba sus poemas en las lenguas catalana, castellana -la mayoría de los 14 poemarios- y gallega, como Matilde Llòria (el apellido de su marido, médico durante la II República).
Figura en la nómina de Dones i valencianisme, entre otras razones, porque en sus textos “expresó unas ideas claramente fascistas y antidictatoriales” y “demostró una clara conciencia plurinacional que le llevó a participar en los círculos de resistencia valencianista y galleguista”; en 1960 Matilde Llòria logró el Premio Valencia de Poesía con un poemario en catalán, Altíssim regne.
La memoria de valencianistas de los tiempos difíciles se completa con las semblanzas de Beatriu Civera (1914-1995); autora de 9 novelas en lengua catalana, publicó en 1956 Entre el cel i la terra y en 1961 Una dona com una altra; además escribió cuentos (Vides alienes o Confidencial).
O la compositora musical y activista en defensa de la lengua y la cultura Matilde Salvador i Segarra (1918-2007); la novelista (Matèria de Bretanya), poeta e historiadora Carmelina Sánchez-Cutillas (1921-2009); la escritora Maria Beneyto i Cuñat (1925-2011) o la poeta, narradora y ensayista Sofia Salvador Monferrer (1925-1995).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.