La Audiencia de Barcelona ha impuesto seis años de prisión a Santiago Royuela, hijo de Alberto Royela –subastero y exmiembro de la guardia de Franco–, por un delito de terrorismo al haber hecho estallar un artefacto de fabricación casera en marzo del 2001 sin causar heridos. Acompañado de otras tres personas, condenadas a la misma […]
La Audiencia de Barcelona ha impuesto seis años de prisión a Santiago Royuela, hijo de Alberto Royela –subastero y exmiembro de la guardia de Franco–, por un delito de terrorismo al haber hecho estallar un artefacto de fabricación casera en marzo del 2001 sin causar heridos.
Acompañado de otras tres personas, condenadas a la misma pena, Santiago Royuela, tras comprar las sustancias necesarias, elaboró el artefacto con la intención de abortar un concierto de Fermín Muguruza en el centro cívico de las Cotxeres de Sants al entender que «el acto constituía un apoyo a los presos de Euskal Herria y un rechazo a la ley antiterrorista». La sentencia recoge que los cuatro acusados «mantenían contactos con grupos de extrema derecha y con organizaciones neofascistas así como con la organización nacionalista española Els Timbalers del Bruc. Pese a ello, el tribunal no considera que formen una banda armada.
Lo único que consiguieron los cuatro acusados fue quemarse ellos mismos puesto que la errónea manipulación hizo que el artefacto les estallara antes de tiempo, mientras lo colocaban. Varios fueron hospitalizados. Los acusados no sólo reconocieron toda su participación en los hechos durante el juicio, sino que también dieron todo lujo de detalles sobre su «nacionalismo españolista».
La juez ponente les recuerda que, en otros tiempos, esa razón podía ser un atenuante: antes de la democracia.