Equipos multidisciplinarios de todo el país de varios centros de investigación, institutos y universidades, están trabajando en el diseño de lo que de momento será un ensayo con 222 cooperativas urbanas y en un futuro, que no debe andar lejos, será una fórmula que abarque diferentes formas de propiedad y producción de bienes o servicios. […]
Equipos multidisciplinarios de todo el país de varios centros de investigación, institutos y universidades, están trabajando en el diseño de lo que de momento será un ensayo con 222 cooperativas urbanas y en un futuro, que no debe andar lejos, será una fórmula que abarque diferentes formas de propiedad y producción de bienes o servicios.
Dándole inicio en el último trimestre de ese año, emprenderán travesía los primeros ensayos que, por ahora, parten de reconvertir empresas y centros de servicios diversos hoy a cargo del estado en pequeñas y medianas empresas regenteadas por sus actuales empleados u otros. Estos elegirán su junta de dirección.
A través de modalidades flexibles y variadas, las bases iniciales de estos negocios pueden ser lo mismo el arrendamiento de una instalación con sus medios de trabajo incluidos, que el usufructo, sin desdeñar opciones conocidas o por ver.
Con el local (que se mantiene como propiedad pública) se transfieren, serán alquilados o en condición de préstamo, los medios técnicos o recursos materiales requeridos para la actividad de que se trate. De tal suerte, el centro laboral con esas características adquiere categoría de propiedad asociada y se piensa que de momento, la distribución de las ganancias debe ser atendiendo al aporte de cada cual. Es decir, según la cantidad y nivel del trabajo por separado.
Existen cooperativas en otros países que se mancomunan con el aporte físico de unos en la tarea hecha o los valores obtenidos y otros por medio de la compra de acciones, -apuntaba el vicepresidente Mariano Murillo en el Parlamento, al explicar que la variante cubana tendrá sus bases en lo que cada cual haga. Eso será medido por los componentes del grupo, quienes tendrán independencia en la toma de decisiones.
Puede suceder que algún miembro aporte ciertos bienes. En ese caso, y según el consenso de los demás, cuando se repartan las ganancias, se le devolverá el equivalente. Fuentes de Progreso Semanal refieren que ya se hicieron algunos experimentos en distintos sectores con magníficos resultados y en varias provincias. A partir de los provechos y debilidades apreciados, se comienzan a organizar las 222 ya referidas, pero se cree que pueden existir otras formas de asociación, según las especificidades de la esfera a agrupar.
Las nuevas asociaciones tendrán personalidad jurídica y bases impositivas diferentes a las de los cuentapropistas individuales. Se pretende que una vez concluida la fase experimental de este programa, deba aprobarse una Ley general de Cooperativas que contenga todo lo que por el momento no se puede prever por completo e incluya el cooperativismo agropecuario dándole, posiblemente, la homogeneidad que hoy no poseen las variantes en que se agrupan los campesinos.
Según se emprenda y amplíe este tipo de actividad, el estado quedará libre de cargas superfluas para empeñarse en asuntos de mayor calado. La experiencia tiende a dinamizar en cierta medida la economía, pues compromete a obrar mucho y mejor, ya que de ello dependerán sus ingresos.
Los académicos que contribuyeron a crear las bases de lo que tiene visos de adelantar pronto, aunque tenga los tropezones de quien no conoce el camino, le otorgan mucha importancia al desempeño de las administraciones de municipio o provincia en el devenir de las cooperativas, sobre todo para desentrañar muchas prohibiciones que deben desaparecer en busca de dinamizar la economía.
La concordancia entre gobiernos locales y cooperativas u otras formas de propiedad de las empresas no estatales, pueden satisfacer necesidades sociales de los diferentes territorios si existen las adecuadas condiciones y capacidades a esa escala y ambas partes trazan compromisos según el contexto de cada sitio.
Se supone que haya cooperativas de oficios y no se desdeña que lleguen las de tipo técnico-profesional, asunto delicado que requerirá de estudio, pero que la vida sugiere por el nivel de capacitación general existente y la necesidad de aumentar las rentas personales.
¿Habrá pequeñas empresas dedicadas al trasporte? Parece que sí. Ya hay núcleos funcionando que quizás se generalicen. Los dueños de vehículos menores o pesados, prefieren asociarse según otros patrones. Y puede que también se organicen algunas que se hagan cargo de actividades comunales, sea la limpieza de calles o el remozamiento de edificios.
En paralelo a esos proyectos, las empresas estatales no pierden su carácter ni cometido, pero si tendrán otro sistema de relaciones entre ellas y los organismos superiores. Según la concepción que comenzará a funcionar en enero del 2013, las empresas contarán con autonomía para establecer sus planes, determinar precios, según los costos de producción y los parámetros internacionales. De igual modo podrán flexibilizar sus planes ante contingencias naturales, por ejemplo.
En este momento se mide lo hecho a escala empresarial de forma muy ambigua pues resulta difícil la exactitud a la hora de apreciar lo hecho por la intervención de divisas extranjeras o nacionales sin la mejor diferenciación contable. Para nivelar y darle realismo a la esfera, en lo adelante las empresas trabajarán solo con pesos cubanos. Quienes van a dirigir el grupo de empresas seleccionadas para el experimento ya se capacitan en gerencia y temas afines. Obviamente este y también el antes dicho, son asuntos con suficiente valor como para seguirles la pista.