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Crónica de un homenaje a nuestros combatientes

Fuentes: CNT

Los actos estaban organizados por Aterpe 1936. Desde Euskadi en recuerdo de los combatientes por la democracia y la libertad, una Asociación fundada a comienzos de 2005 en Portugalete por miembros de ELA-STV, EAJ-PNV, PSOE, UGT, ANV, CCOO, CNT, Fundación «Luis Arrieta» (CNT), Elai-Alai (EA) y Fundación «Sabino Arana» (PNV). Varios de sus fundadores pertenecieron […]

Los actos estaban organizados por Aterpe 1936. Desde Euskadi en recuerdo de los combatientes por la democracia y la libertad, una Asociación fundada a comienzos de 2005 en Portugalete por miembros de ELA-STV, EAJ-PNV, PSOE, UGT, ANV, CCOO, CNT, Fundación «Luis Arrieta» (CNT), Elai-Alai (EA) y Fundación «Sabino Arana» (PNV). Varios de sus fundadores pertenecieron a los batallones vascos y a ellos se sumó una compañera de Izquierda Republicana.

La fecha elegida se ha hecho coincidir con los encarnizados combates que libraron hace 69 años batallones vascos, asturianos y santanderinos en el monte Archanda en vísperas de la caída de Bilbao. Por esta razón, ha sido precisamente Archanda el lugar escogido para erigir la obra conmemorativa del escultor Juanjo Novella: un moderno e imponente monumento de acero al carbono de 8 metros de altura, que forma un círculo de 3,5 metros de diámetro y pesa 10 toneladas. El motivo de la escultura, una huella dactilar, quiere ensalzar los valores humanos de las personas que combatieron por la libertad y la impronta imborrable que han dejado en la memoria colectiva. En una placa contigua queda constancia de cada uno de los noventa batallones vascos que tomaron parte en la contienda, con su filiación política o sindical, a la vez que se recuerda la solidaridad en la lucha prestada por 26 batallones asturianos y 7 santanderinos.

A Archanda concurrió numeroso público, en torno a 2.500 personas, de las que únicamente 400 eran los propiamente homenajeados; otros muchos no pudieron asistir debido a su edad avanzada. El resto de los asistentes fueron familiares de compañeros ya fallecidos y miembros de las distintas organizaciones que quisieron acompañar a sus viejos militantes antifascistas. Asimismo, hubo una notable presencia de políticos vascos. Estuvieron presentes el lehendakari de la Comunidad Autónoma Vasca, Juan José Ibarretxe; el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao; el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna; el consejero general de Justicia, Joseba Azkarraga; el delegado del Gobierno central, Paulino Luesma; el presidente del PNV, Josu Jon Imaz; el secretario general del PSE-EE, Patxi López y otros. Por parte de la CNT, la asistencia puede estimarse en, aproximadamente, una docena de combatientes, unos setenta familiares de los mismos y cerca de cien compañeros/as de CNT que quisieron acompañar a los homenajeados y a sus familias y se hicieron notar con profusión de banderas rojinegras. Hubo presencia de confederales de las tres federaciones locales de Vizcaya, y también de Guipúzcoa, Alava e, incluso, de otras partes de España (como Badalona, Sevilla o Madrid). Y, por supuesto, reiteramos la asistencia del compañero Secretario General de la CNT, Rafael Corrales y del director del periódico cnt, Miguel Angel Fernández.

Comenzó el acto con música autóctona (alboka, txalaparta,…) a cargo del grupo que dirige Ibon Koteron, por cierto, compañero de la CNT. En su repertorio no faltaron fragmentos alusivos a La Internacional, ¡A las barricadas!, Eusko Gudariak, al Himno de Riego y otras canciones de la época republicana, que fueron recibidas con aplausos entusiastas. A la vez, y como recuerdo de este homenaje, se fueron repartiendo entre los presentes pañuelos conmemorativos, folletos con fotografías de la Guerra Civil, de la represión y el exilio, así como serigrafías en papel.

Posteriormente comenzaron los discursos. En primer lugar y en representación de todos los homenajeados habló José Moreno, presidente de Aterpe 1936. Continuó con el uso de la palabra el escultor. Luego llegaron las disertaciones de los políticos, el alcalde Iñaki Azkuna, el diputado general de Bizkaia José Luis Bilbao y, por último, el lehendakari Juan José Ibarretxe. Los discursos políticos fueron, a nuestro entender, correctos y respetuosos con todas las ideologías que combatieron en el bando republicano. Sin embargo, y como las autoridades intervinientes pertenecían al PNV, no dudaron en resaltar especialmente la participación de los batallones nacionalistas. Además, el tiempo de sus intervenciones fue excesivo en comparación con el otorgado a los combatientes.

Cada uno de los representantes de las organizaciones históricas recibió un obsequio conmemorativo de manos del lehendakari. En representación de la CNT lo hizo Félix Padín, compañero afiliado al Sindicato de la Construcción de Bilbao en tiempos de la República, que combatió en los batallones Isaac Puente y Durruti, y que actualmente milita en el Sindicato de Miranda de Ebro. También se realizó una ofrenda floral a los luchadores fallecidos. El lehendakari puso una corona de flores junto al monumento y los demás asistentes pudimos tomar un clavel rojo y rendir nuestro personal homenaje. Los actos de Archanda finalizaron con un lunch para todos los congregados.

La CNT de Bilbao continuó su Homenaje particular con otro ágape ofrecido a sus veteranos, familiares y militantes; los reunidos -entre 60 y 70 compañeros- abarrotaron la sala de asambleas del nuevo local del sindicato. Allí la gente tuvo ocasión de charlar tranquilamente y de escuchar a varios compañeros mayores, mientras narraban las peripecias vividas en aquellos años. Félix Padín leyó un texto breve y Marcelino Bilbao, miliciano del batallón Isaac Puente y superviviente de Mauthausen, contó largamente algunas de las vicisitudes y tragedias de los republicados internados en este campo de concentración nazi.

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En general, todas las organizaciones responsables de esta celebración han coincidido en el éxito de la misma. En primer lugar porque se ha reconocido, públicamente y desde las instituciones, la contribución hecha por los combatientes republicanos -fallecidos y supervivientes- en favor de la Libertad, de la Justicia y el Progreso en este país. Por lo tanto, ha sido un paso importante e imprescindible en cuanto a la recuperación de la tan necesaria memoria histórica. Pero además, queda en el monte Archanda un hermoso monumento que testimoniará a las futuras generaciones que una vez todo un pueblo fue capaz de oponerse a un golpe militar reaccionario y resistir durante tres años al fascismo internacional.

Desde el punto de vista de la CNT también ha sido un éxito completo. Las reuniones y el trabajo en equipo habidos durante este año y medio, dentro de Aterpe 1936, con las distintas organizaciones nos han aportado un grado de consideración y respeto importantes. Hemos aportado ideas que han sido aceptadas y, aunque no siempre hemos conseguido sacar adelante nuestras propuestas, el balance global ha sido muy positivo. Por ejemplo, gracias a CNT, el monumento recordará no sólo a los batallones republicanos vascos sino también a los batallones asturianos y santanderinos que lucharon en tierras vascas. Además, nuestra proyección pública ha sido notable, como lo prueban la amplia participación confederal en Archanda -que se deja ver en las imágenes difundidas por todos los medios de comunicación-, las numerosas fotografías de batallones confederales publicadas en el folleto conmemorativo, o el hecho de que un compañero de CNT -Iñaki Astoreka- presidiera la rueda de prensa que ofreció Aterpe 1936 para informar de los actos que se iban a realizar.

El Homenaje también ha significado un reencuentro con los mayores, que fueron en su día militantes de la CNT -o que lo siguen siendo- y con sus familiares. Para los milicianos supervivientes la invitación de la CNT a estos actos ha supuesto una grata noticia recibida, según nos han contado, con intensa emoción. Para los familiares ha sido hermoso comprobar que los compañeros y compañeras militantes de la CNT de hoy no se olvidan de quienes les precedieron en la batalla social.

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Asistieron por la CNT:

– Viejos compañeros (acompañados casi siempre por familiares): Francisco Alonso Uriarte (batallón Isaac Puente); Julia Hermosilla (miliciana en el frente de Otxandiano y luchadora en el exilio, residente en Anglet, Francia); Marcelino Bilbao (batallón Isaac Puente y superviviente de Mauthausen, residente en Châtellerault, Francia); Luis Obregón (clandestinidad, militante de Baracaldo); Julián Solís (clandestinidad, militante de Basauri); Félix Padín (batallón Isaac Puente y Durruti); Luciano Torróntegui (enlace clandestinidad, fugado del penal de Ocaña 1948) y Pinedo (miliciano). Faltan algunos nombres más.

– Familiares de militantes históricos ya fallecidos: familiares de Angel Aransáez y Julia Hermosilla (venidos de Dax, Francia); de Fausto Villamor, de Luis Arrieta, de Luis Montalbán; de Juan García Carrión (venidos de Middlesborough, Inglaterra); de Cecilia García Guilarte (reportera de guerra del CNT del Norte); de Ramón Regueras (batallón Isaac Puente); de Gervasio Viyuela (de CNT de Zumárraga, luego miliciano en el frente de Aragón) venidos desde Madrid; de Luis Angel Martínez Cortés «el Aviador» (exilio, venidos de Bayona, Francia); de Manuel Cordobés Sánchez (miliciano). La lista no es exhaustiva, faltan algunos nombres.

Se han enviado más de 200 invitaciones a los compañeros mayores -o sus familias- de las cuales hemos recibido numerosas cartas o llamadas telefónicas donde nos agradecían la invitación pero nos comunicaban la imposibilidad de su asistencia, sobre todo por motivos de salud y de distancia. Numerosas invitaciones han sido enviadas al extranjero: principalmente a Francia (cerca de 40), y, en menor medida, a otros países como Gran Bretaña, Suiza, México, Canadá, EE. UU., Venezuela, Uruguay, Argentina y Australia.

Por último, dentro de este contexto de recuerdo de lo acontecido en la Guerra Civil, el Secretario General de CNT, Rafael Corrales, junto con el militante del sindicato de Bilbao Luis Fuentes, mantuvieron un encuentro con altos representantes del Gobierno vasco para exponerles la reclamación que la CNT ha realizado al Estado, dentro del conjunto de los expedientes de Patrimonio Histórico que actualmente se tramitan, de la imprenta que poseía el sindicato en Bilbao. Dicha imprenta fue adquirida a ‘El Noticiero Bilbaíno’ por la Regional Norte de CNT durante la Guerra Civil para editar el periódico ‘CNT del Norte’. Tras la llegada de las tropas franquistas, la imprenta fue incautada y por ello está incluida en las peticiones de Patrimonio Histórico. Desde la Secretaría de Patrimonio de CNT se va a hacer llegar copia de la documentación pertinente al Gobierno vasco para su conocimiento.