Bajo cualquier perspectiva, desde todos los posibles ángulos con el que abordemos el tema, el sistema de salud en Cuba resulta incuestionable en sus aspectos esenciales. Y de saque, como para que no quede duda alguna de que no voy con un solo de violín, tiene sus puntos vulnerables. Recientemente, tuve el privilegio de tener […]
Bajo cualquier perspectiva, desde todos los posibles ángulos con el que abordemos el tema, el sistema de salud en Cuba resulta incuestionable en sus aspectos esenciales. Y de saque, como para que no quede duda alguna de que no voy con un solo de violín, tiene sus puntos vulnerables.
Recientemente, tuve el privilegio de tener en casa tres destacados profesionales y otra que va en camino porque, a decir verdad, la muchachita tiene madera de médico. Se le nota por encima de ese uniforme que indica cursa tan humana profesión. Pongo las manos encima del fuego, acción no muy frecuente en estos tiempos, para asegurar que no será, como cuenta la historia, al estilo de ese practicante que en la primera mitad del pasado siglo dejó constancia por escrito que «el cadáver respiraba al llegar a emergencias».
En Medicina, como en cualquier otra profesión (incluyo la política) u oficio, la experiencia se gana a golpe de errores. O, como dijera el escritor irlandés Oscar Wilde (1854-1900), «la experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.»
Dado mis múltiples achaques y desvaríos, conocidos en el consultorio correspondiente, fui seleccionado para que la joven hiciera su examen de sexto año ante el tribunal que, acomodado en la terraza, procedió al riguroso examen con extremo rigor, seriedad y atención a cada palabra de la futura doctora.
Análisis clínico, no político
De las tantas preguntas y requerimientos, que incluyó un paseo del tribunal por cada sección del hogar, apareció el «cómo se siente usted ahora, qué preocupaciones tiene».
Entonces, lo incuestionable, la comidilla del día a día, lo que aflora sin permiso ni peaje lo mismo dentro de un autobús, que en una fila del supermercado, un funeral o en el chiste del momento: el día a día al cabo de 60 años de Revolución.
Por primera y única vez, el parche salió casi al unísono, como en escena repetida y ensayada hasta el cansancio por el tribunal y la estudiante:
-La pregunta no es política, es clínica.
Corregido el rumbo porque para tales disquisiciones o pareceres hay espacio, hora y lugar ante autoridades gubernamentales y partidistas municipales, pasamos al rosario correspondiente a la tercera edad no sin antes dejar por sugerencia que no pregunten más si el salario alcanza para vivir porque la respuesta no podrá ser nunca la que provoca alergia, escozor o dolor muscular.
Y como anillo al dedo, las últimas noticias ya conocidas y hasta con Mesa Redonda televisiva incluida acerca del aumento salarial cuando menos la gente lo esperaba al calor de una crisis que se hace sentir. Más de siete mil millones de pesos para ello y el beneficio de más de dos millones de trabajadores y pensionados a partir de recortes del presupuesto y unos «mecanismos» que los economistas deberán explicar. Ah, algo importante: los 7 mil y tantos millones de pesos saldrán del actual presupuesto, vale preguntar de cuáles bolsillos del presupuesto 2019 vendrán esos miles.
Es, para no alejarnos del tema, algo así como que la economía pudiera dejar la terapia intensiva y pasar a la intermedia. Y por fin: no respuestas administrativas a problemas económicos, sino respuestas financieras y económicas, ha dicho el ministro.
La muchachita prosiguió su examen con pocas llamadas de atención. Me imagino debió perder algunos puntos sobre 100 cuando procedió al examen corporal sin haberse lavado las manos previamente. Una acción que he podido constatar la cumplen con rigurosidad oftalmólogos y estomatólogos y pocas veces vista en un cuerpo de guardia de medicina general.
Finalmente, supe que la futura doctora logró 84 puntos. Debió contentarse con ello porque tal vez les sea mejorado el salario también a los del sector de la salud, que mucha falta hace. Sería una decisión de política clínica a pesar de que el tribunal no reconozca esos términos. Es que hay experiencia para ello…
Fuente: http://progresosemanal.us/20190704/cuatro-medicos-en-casa/