Los medios de comunicación al servicio de los intereses más oscuros del capital trasnacional y de las políticas terroristas y genocidas de la Casa Blanca, cuando se trata de Cuba, tratan de minimizar al máximo los avances y logros de la Revolución Cubana, pues no es bueno que el proceso de cambios vivido en la […]
Los medios de comunicación al servicio de los intereses más oscuros del capital trasnacional y de las políticas terroristas y genocidas de la Casa Blanca, cuando se trata de Cuba, tratan de minimizar al máximo los avances y logros de la Revolución Cubana, pues no es bueno que el proceso de cambios vivido en la isla se constituya en un ejemplo a seguir, cuando se trata del mejoramiento de las condiciones de vida de su pueblo, más aún, con todo lo que ha significado el bloqueo y la campaña mediática contra Cuba.
Por otro lado, la mayor parte de los países en vías de desarrollo, cuyos Gobiernos se han transformado en testaferros o lacayos de las políticas establecidas por las mafias del FMI, del Banco Mundial y de las políticas económicas depredadoras del capitalismo devastador, son incapaces de mostrar avances en lo que respecta al mejoramiento de la calidad de vida de sus pueblos.
Sin embargo Cuba, con todas las dificultades que ha tenido que enfrentar para construir su camino propio, de acuerdo a un reciente documento emitido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), nos reporta que el país caribeño se encuentra entre los 36 países del mundo con la más baja mortalidad infantil y menciona que encabezan la lista con índices menores a 4: Dinamarca, Japón, Noruega, Islandia, Suecia y Singapur.
De allí, que Cuba alcanzó una taza de mortalidad infantil de 5,8 sobre 1.000 en el año 2004, la más baja de América Latina. La tasa de mortalidad infantil contabiliza el número de niños que fallecen antes de cumplir un año entre mil que viven. Las muertes de niños de menos de un año ocurren en Cuba «fundamentalmente a consecuencias de afecciones perinatales y de malformaciones congénitas», señala el informe del organismo de la ONU. Además destaca que el número de nacimientos disminuyó un 7% con respecto al año 2004. El informe de la UNICEF manifiesta que lo alcanzado en Cuba en materia de mortalidad infantil, es un «logro indiscutible en la protección del primero de los derechos humanos que es la salud, cuando se trata de la madre y del niño».
Ahora, en el continente americano Cuba se ubica detrás de Canadá con 5, pero delante de los Estados Unidos con 7 y de Costa Rica 8. Pero destaquemos un detalle más, en el cono sur latinoamericano hay países que hacen gárgaras con su éxito económico y que le venden la «pomada» a su pueblo, de que pocos menos, ya son un país desarrollado, sin embargo, pareciera que sus éxitos económicos no les permite reducir la mortalidad infantil.
Por ello Cuba, no puede concitar otra cosa que no sea solidaridad, o reclamos como los expresados por el Papa Juan Pablo II, cuando manifiesta su esperanza en que muy pronto se encuentre una solución al brutal bloqueo a Cuba, para que ese país pueda tener un «auténtico desarrollo».
«El Vaticano espera vivamente que cuanto antes se pueda superar los obstáculos que impiden la libre comunicación y el intercambio entre Cuba y parte de la comunidad internacional», señalo el Pontífice, al recibir al cartas credenciales del nuevo embajador de La Habana ante la Santa Sede. Juan Pablo II además invitó a los cubanos a continuar los esfuerzos sostenidos en el campo de la sanidad, de la educación y de la cultura en sus diversas manifestaciones.
Estados Unidos y los diversos gobiernos que ha tenido este país, desde la existencia misma de la Revolución Cubana, desde hace más de 40 años que viene aplicando un bloqueo salvaje contra Cuba, y que lo ha venido incrementando desde el 2004, con restricciones al envió de dinero y a los viajes de los cubanos que viven en este país, no descartando además la posibilidad real de intentar invadir la isla, con el objeto de aniquilar el proceso de cambios vivido en Cuba y terminar así, con avances como la reducción de la mortalidad infantil, que en una buena parte del mundo, el capitalismo es incapaz de mostrar.