Cuba comienza una de las reformas más difíciles entre las emprendidas por el Gobierno de Raúl Castro, la unificación de la moneda que acabará con la doble circulación del peso y el peso convertible. Será un proceso gradual que comenzará por las empresas. El diario «Granma» anunció ayer el comienzo del proceso para la unificación […]
Cuba comienza una de las reformas más difíciles entre las emprendidas por el Gobierno de Raúl Castro, la unificación de la moneda que acabará con la doble circulación del peso y el peso convertible. Será un proceso gradual que comenzará por las empresas.
El diario «Granma» anunció ayer el comienzo del proceso para la unificación monetaria del peso cubano (CUP) y el peso cubano convertible (CUC), monedas que circulan en la isla simultáneamente desde hace 19 años.
El peso cubano (CUP), con el que la mayor parte de la población cobra sus salarios y paga productos y servicios básicos, mientras el peso cubano convertible (CUC) es una moneda fuerte equiparable al dólar con un valor de 24 CUP, e imprescindible para adquirir los productos de importación. «La unificación monetaria y cambiaria no es una medida que resuelve por sí sola todos los problemas actuales de la economía, pero su aplicación es imprescindible a fin de garantizar el restablecimiento del valor del peso cubano y de sus funciones como dinero», indicó el Ejecutivo cubano.
Aunque no ofreció detalles sobre los plazos, el proceso será progresivo, comenzando por las empresas y siguiendo por los particulares, con lo que descartó una «terapia de choque».
«Se comenzará por un periodo de preparación de condiciones que permitirá la elaboración de las propuestas de normas jurídicas, los diseños de los cambios de los sistemas informáticos encargados de los registros contables y los ajustes en las normas de contabilidad», indicó «Granma».
El Gobierno de Raúl Castro aclaró que se respetarán los ahorros bancarios de quienes obtienen de forma legal sus ingresos en CUC o en CUP.
El salario mensual medio se encuentra en torno a los 500 pesos (20 CUC), lo que hace casi cotidiana la búsqueda del peso convertible, que llega a través de las remesas de familiares en el extranjero, empleados del sector turístico, o empleados de empresas extranjeras. También el desarrollo del trabajo independiente ha acentuado las diferencias entre los ingresos de los cubanos.
El propio Raúl Castro considera la doble moneda como «uno de los obstáculos más importantes para el desarrollo del país».
El sistema se implantó en 1994, tras varios años de «periodo especial» que habían llevado a Cuba a una grave crisis. En 1993 Fidel Castro ya había autorizado el envió de dinero de los emigrantes cubanos y la circulación del dólar en Cuba.
Como alternativa al billete verde se creó el CUC y las tres divisas convivieron hasta octubre de 2004, cuando, ante las nuevas sanciones de Estados Unidos, se retiró el dólar de la circulación y se impuso una tasa del 10% a su conversión.