El canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, afirmó hoy que su país descartó renovarle el visado al consejero de asuntos políticos de la embajada checa en La Habana, Stanislav Kázecky, por violentar continuamente la Convención de Viena. Pérez Roque señaló que la decisión se corresponde con el ejercicio soberano de una prerrogativa que tiene el […]
El canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, afirmó hoy que su país descartó renovarle el visado al consejero de asuntos políticos de la embajada checa en La Habana, Stanislav Kázecky, por violentar continuamente la Convención de Viena.
Pérez Roque señaló que la decisión se corresponde con el ejercicio soberano de una prerrogativa que tiene el Estado cubano de desautorizar la presencia de un diplomático que no se comporta como tal y realiza de modo sistemático trabajos de inteligencia y tareas subversivas.
«Trabaja realmente no para el gobierno checo sino para Estados Unidos», denunció el titular de exteriores, al asegurar que el diplomático cumplía indicaciones de los Servicios Especiales de la Casa Blanca.
Precisó que Kázecky labora estrechamente con los aparatos de subversión de Washington y se dedicaba a distribuir dinero y materiales a los grupos mercenarios al servicio de los intereses de Estados Unidos.
Hemos tenido que requerirlo en varias ocasiones por intentar fotografiar y tener acceso en las cercanías de instituciones militares, acotó.
Lugares, agregó, donde no tiene nada que hacer un diplomático checo que se supone debía representar los intereses de su pueblo y trabajar en el desarrollo de las relaciones.
Por ello, reiteró Pérez Roque, hemos decidido no renovar su visado que expiraba en estos días.
A su vez, el ministro cubano dijo que el gobierno de Praga tomó la decisión de actuar en reciprocidad y descartó renovar el visado de un funcionario de la embajada cubana en la nación europea.
La reacción checa y lo que diga el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país checo me tiene sin cuidado, subrayó.
Cuba defiende su soberanía y hay que respetar a su pueblo. Ni el gobierno checo ni ningún país pueden violentar el respeto a las leyes y a la soberanía de Cuba, puntualizó.