Cuba participa junto a 22 instituciones de 13 países en un programa financiado por la Unión Europea (UE) destinado a enfrentar la enfermedad Huang Long Bing, conocida como HLB, provocada por una bacteria que ataca a los cítricos. Se trata del proyecto Tropic Fase, dirigido por la Universidad de Bolonia, Italia, que contribuye a promover […]
Cuba participa junto a 22 instituciones de 13 países en un programa financiado por la Unión Europea (UE) destinado a enfrentar la enfermedad Huang Long Bing, conocida como HLB, provocada por una bacteria que ataca a los cítricos.
Se trata del proyecto Tropic Fase, dirigido por la Universidad de Bolonia, Italia, que contribuye a promover los conocimientos sobre enfermedades de los cultivos, explicó el director general del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, Guillermo Almenares.
La producción de cítricos en Cuba disminuyó desde un millón de toneladas en 1980 hasta solo 119,494 toneladas en 2016 según los últimos datos del sector publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), con un rendimiento de 7,42 toneladas por hectárea cultivada.
La principal causa de este decrecimiento fue la incidencia de la HLB que se considera la enfermedad más devastadora de los cítricos a nivel mundial y se encuentra distribuida en más de cuarenta regiones productoras y en las tres áreas con mayor producción en el mundo.
Almenares precisó que la misión del Instituto que dirige es proveer la base científica y técnica para lograr una agroindustria frutícola cubana sostenible y competitiva mediante investigaciones, servicios científico-técnicos y producción especializada dirigida a las empresas.
Actualmente la institución ejecuta 40 proyectos de investigación, 31 de ellos destinados a solucionar problemas empresariales específicos, relacionados con la nutrición, nuevas tecnologías y cultivos.
Otros nueve proyectos pretenden responder a problemáticas de la ciencia y la tecnología, vinculadas con el cambio climático y la resistencia al estrés hidrológico.
El especialista se refirió, además, al programa Citrosan, de producción de yemas y semillas sanas con alto valor genético desarrollado por el Instituto, muy importante para el rescate de la producción citrícola.
Indicó que con esta tecnología se pueden conseguir rendimientos de entre 15 y 25 toneladas de cítricos por hectárea, superiores al promedio actual, un aspecto a tener en cuenta para que el cultivo de frutales sea rentable.