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Cuba: sin vacuna contra el dengue, guerra al mosquito

Fuentes: IPS

Cuba intensificó la campaña contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, en tanto sus científicos siguen buscando una vacuna contra esa enfermedad que en su peor variante puede resultar mortal. En esta temporada de verano boreal, la conjunción de altas temperaturas y lluvias, además de «cierto abandono» en la higiene de las […]

Cuba intensificó la campaña contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, en tanto sus científicos siguen buscando una vacuna contra esa enfermedad que en su peor variante puede resultar mortal.

En esta temporada de verano boreal, la conjunción de altas temperaturas y lluvias, además de «cierto abandono» en la higiene de las calles e inclusive en los hogares, propicia la proliferación de este mosquito, dijo a IPS Rosario Fernández, residente del municipio capitalino de Plaza.

Fernández, jubilada del sector educativo, trabaja activamente en la organización de la campaña en su barrio. «Hay que impedir a toda costa una epidemia y por ahora la única manera es evitar que se desarrolle el Aedes aegypti», indicó.

Este año, las autoridades de salud pública recurrieron a la colaboración ciudadana porque se carecía del personal suficiente para la campaña contra los mosquitos.

No hay información oficial sobre la cantidad actual de casos de dengue en la población. Pero rumores callejeros afirman que son muchos y «el gobierno no lo quiere decir ante la cercanía de la XIV Cumbre de Países No Alineados», que se celebrará en septiembre.

«Algo grave debe estar pasando, porque la campaña es mayor que en otras ocasiones», comentó una mujer que no quiso identificarse y habita en el municipio habanero de Centro Habana, vecino al de Plaza.

Fernández admitió conocer casos de dengue, pero no estimó que fueran tantos como indica el rumor callejero. «Lo que pasa es que a toda persona en estado febril se le manda reposo y pone bajo mosquitero, como medida preventiva. Sólo a los siete días se sabe si tiene la enfermedad», dijo.

El dengue es una enfermedad febril severa, con síntomas similares a los de la gripe. Estos varían según la edad del paciente. En bebes y niños pequeños pueden aparecer fiebre y erupciones. Los niños mayores y adultos pueden presentar altas temperaturas, dolores de cabeza y corporales, erupciones, náuseas y vómitos, según la Organización Mundial de la Salud.

La complicación hemorrágica incluye fiebre alta, dolores abdominales, inflamación del hígado, sangrados internos y ocasionalmente problemas circulatorios.

La última gran epidemia de dengue en Cuba fue en 1981, cuando se registraron 10.312 casos con 158 fallecidos por dengue hemorrágico (de ellos, 101 niños). Entonces, el gobierno de Fidel Castro acusó a Estados Unidos de haber introducido el virus en esta isla caribeña.

Datos de la Organización Panamericana de la Salud de 2004 no reportan la situación cubana en ese año, cuando en América Latina y el Caribe se registraron 269.234 casos.

De ese total, 27.523 eran de Colombia y 30.693 de Venezuela, país con el cual Cuba mantiene desde hace algunos años un intenso intercambio de mercancías y personas.

«En esos y otros países latinoamericanos, el dengue es un problema de salud. Para nosotros no lo es en este momento, pero se toman las medidas de control necesarias para evitar que lo sea», dijo una fuente médica que pidió no ser identificada.

El periódico cubano Juventud Rebelde recordó el miércoles 23 que el mosquito Aedes «viaja de una provincia a otra en los vagones del ferrocarril, en ómnibus o máquinas», propagándose entre los territorios «por lo que su control resulta difícil».

«Ojo con el agresor», dice un volante pegado en la puerta del edificio de Fernández. El texto exhorta a las familias a revisar a fondo sus casas en busca de eventuales criaderos del vector, que pone sus huevos en agua limpia en la que siete días después nacen las larvas.

La propaganda llama a limpiar con regularidad las bandejas de aparatos refrigeradores y de aire acondicionado, mantener tapados los recipientes para guardar agua de consumo doméstico y cambiar con regularidad el líquido de los floreros.

Esta última recomendación incluye a los creyentes de una religión popular que suelen colocar en ciertos lugares de sus hogares recipientes con agua llamados «vasos espirituales».

«Respetamos la creencia de las personas, pero les decimos que entonces cambien cada dos días el agua de esos vasos. Las bandejas del refrigerador deben ser cepilladas al menos una vez por semana», dijo Fernández.

En los patios de las casas, neumáticos abandonados, huecos de los árboles, envases vacíos de aluminio o vidrio o la mínima cáscara de un huevo bastan para que el vector se reproduzca vertiginosamente.

La campaña, que incluye la fumigación periódica de casas y calles, comprende principalmente en la capital a municipios costeros como Plaza, Habana Vieja, Centro Habana y Playa. En La Habana residen 2,2 millones de personas.

«Hay gente que no permite la entrada a sus casas de las personas que inspeccionan o fumigan. Tratamos de convencerla de la importancia de esto, y si continúa negándose se le pone una multa. Nadie tiene derecho a jugar con la vida de los demás», comentó Fernández.

La única opción es combatir al vector, mientras los científicos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK) y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) buscan una vacuna contra los cuatro tipos de virus del dengue.

«Se trabaja en un proyecto conjunto, con buenos resultados en las etapas en que se ha avanzado hasta ahora», dijo a IPS Pedro López Saura, director de Regulaciones y Ensayos clínicos del CIGB, quien evitó dar pie a falsas expectativas sobre el tema.

Se trata de un asunto complejo, porque la vacuna tiene que actuar contra los cuatro serotipos del virus. «Si se genera anticuerpos sólo contra uno, los otros se hacen más potentes y dañinos», señaló el científico.

López Saura añadió que de momento han fracasado intentos en otros países de obtener una vacuna. Cuba trabaja en ello desde los años 80 del pasado siglo.

Como los primeros síntomas de la enfermedad se parecen a los de un estado gripal, se dificulta su combate. El dengue hemorrágico se identifica por el dolor de estómago intenso y continuo, piel pálida, fría o pegajosa, hemorragias nasales, bucales o gingivales y vómitos frecuentes, entre otros síntomas.

Este tipo de dengue se observó por primera vez en el sudeste de Asia, donde circulan los cuatro virus y hay epidemias cada año.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38484