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Desde las trincheras de Bolonia

De cómo machacan a la juventud

Fuentes: Rebelión

La privatización, mercantilización, precarización y elitización de la Universidad Pública avanza al galope de Bolonia y coincide, no por casualidad, con los recortes sociales del gobierno del Partido (Socialista Obrero) Español (PSOE) que impactan, también, de manera brutal en la juventud. «La universidad es el punto fundamental en la conexión entre el mundo de los […]

La privatización, mercantilización, precarización y elitización de la Universidad Pública avanza al galope de Bolonia y coincide, no por casualidad, con los recortes sociales del gobierno del Partido (Socialista Obrero) Español (PSOE) que impactan, también, de manera brutal en la juventud.

«La universidad es el punto fundamental en la conexión entre el mundo de los negocios y la educación».

Aart de Geus, secretario general adjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) [1].

Una juventud que sufre un desempleo del 44%, el más elevado de Europa [2], y una precariedad laboral generalizada. A esto hay que sumar la última reforma laboral que abarata y facilita el despido, y regulariza el encadenamiento de contratos en prácticas más largos (por el Grado y la maestría), y el ‘pensionazo’ que hará que la mayoría de los jóvenes no cuenten con una pensión digna.

En este contexto, los gobernantes tienen la poca vergüenza de pedirle a las universidades que se preocupen por la «empleabilidad de sus egresados»1 y que ajusten la oferta universitaria a la demanda de profesionales de las empresas [3], en un mercado laboral injusto socialmente y marcado por la especulación y los beneficios cortoplacistas. Un mercado en el que, por ejemplo, la mitad de los ingenieros y arquitectos que trabajan son, como mucho, mileuristas [4].

Los recortes sociales no se han quedado a las puertas de la Universidad Pública, han entrado hasta la última aula de todas las universidades. Por ejemplo, en Cataluña el gobierno de la Generalidad recortó el presupuesto de Educación Superior en cerca de un 15% en 2010. En Madrid, el presupuesto de las universidades se ha recortado en más de un 30% en los últimos años [5]. En la Universidad de Sevilla se ha congelado la partida presupuestaria destinada al profesorado [6], etc.

La subida de tasas

A la vez que se recortan los presupuestos universitarios se aumenta, en pro de la elitización, el costo de los estudios. En general, en los últimos años, las tasas de ingreso han aumentado cerca de un 20% en la Universidad Pública [7]. Cada vez se dificulta más (en función del poder adquisitivo) la entrada en los nuevos Grados boloñeses, y aún más el acceso a las maestrías que les siguen. Recientemente, se modificaron las condiciones de los préstamos para maestrías eliminando el interés cero y el retraso en el pago en caso de ingresos insuficientes [8]. Y si no hacemos nada para frenar la tendencia actual lo que nos espera son subidas de tasas aún más cuantiosas, las recogidas en la tristemente famosa, por su fuerte calado antisocial, ‘Estrategia Universidad 2015’ [9].

El modelo universitario que se persigue con Bolonia es el los países anglosajones, donde hipotecarse para estudiar es la norma. En Estados Unidos, las deudas de préstamos a estudiantes superan ya a las deudas con tarjetas de crédito; más de 850 mil millones de dólares [10]. Como si no fuera poco tener que hipotecarse de por vida para poder acceder a una derecho social como es una vivienda, los bancos empiezan a atraparnos con sus garras, repletas de dinero público, a edades cada vez más tempranas.

Uno de los argumentos que utilizan torticeramente los que defienden la subida de tasas es que si es más caro estudiar, los alumnos se esforzarían más (un 30% del alumnado abandona tras dos años sin obtener titulación alguna y un 30% acaba la licenciatura en el periodo previsto). Sin embargo, este argumento carece de rigor científico, pues son muchos los factores socioeconómicos que influyen en el desarrollo de los estudios. Uno de ellos es el precio de la matrícula, pero también hay que tener en cuenta situaciones personales de las que nadie está exento (enfermedades, problemas familiares y sentimentales, etc.) y la motivación a la hora de estudiar, que no es de extrañar que sea muy baja tal y como están diseñados los estudios y en vista del mercado laboral que sufrimos. Aumentar las tasas académicas no solo no tiene por qué disminuir el abandono, sino que podría aumentarlo pues para muchos estudiantes podría llegar un momento, en mitad de sus estudios, en el que no pudieran hacerles frente económicamente (especialmente, los que compatibilizan estudios y trabajo).

En defensa de la subida de los costes de la matrícula se hacen cálculos del coste medio real por estudiante, coste que paga el Estado y podría ser malgastado por los estudiantes repetidores, a los que se sube más la matrícula. Calculan que un estudiante paga de media entre el 10% y el 20% del coste real de sus estudios, así que la subvención media por estudiante sería de unos 7.100 euros [11]. Sin embargo, estos cálculos carecen de sentido, pues al calcular el coste medio por estudiante se asume que si un estudiante no estuviese matriculado la universidad se ahorraría ese coste, cuando no es así. Dado lo amplio de los grupos docentes, aunque se redujese la matriculación significativamente habría que mantener el mismo número de grupos, para mantener o mejorar la calidad docente, y, por tanto, se necesitaría el mismo número de aulas y profesores, es decir, la misma inversión en educación. De igual manera haría falta el mismo número de Personal de Administración y Servicios (PAS) para gestionar al alumnado, pues el personal en estos servicios suele estar saturado de trabajo.

Incluso, la subida de las matrículas sin una política de becas suficiente podría conllevar una pérdida de ingresos para las universidades, al excluir a miles de estudiantes con bajo poder adquisitivo. Baste con recordar que el gasto público en becas y ayudas en Educación Superior en el Estado español es el 0,08% del PIB, mientras que la media de la OCDE se sitúa en el 0,25%.

O no entras o te echamos

También se fomenta la elitización de la Universidad mediante los exámenes de acceso. Si prácticamente todo el alumnado supera la Selectividad, ahora se dificulta el acceso a las carreras con más demanda para los estudiantes de Formación Profesional, normalmente de capas sociales con menos ingresos, que deberán examinarse de materias de Bachillerato que cursaron, al menos, dos años atrás [12].

Los gestores boloñeses también están dificultando la permanencia del alumnado en la Universidad, lo que afecta de lleno a aquellos que se ven obligados a compatibilizar los estudios con un trabajo. Por ejemplo, en algunas universidades ponen requisitos de aprobar un mínimo de créditos para no ser expulsado en los primeros años de estudio.

Bolonia se está poniendo en marcha a coste cero, y en muchos casos ahorrando costes, lo que no permite mejorar la calidad docente, por ejemplo, aumentando la ratio profesor/alumno para favorecer una evaluación continua apropiada. Quizás, piensan los gobiernos, desde el central a los universitarios, que dificultando la entrada y echando a estudiantes podrán tener grupos docentes más pequeños sin necesidad de invertir más en Educación Superior, sino convirtiéndola en un servicio de lujo.

«El cuestionamiento de las funciones universitarias es relativamente reciente y tiene su base teórica en los años ochenta del siglo XX, cuando el modelo universitario anglosajón introduce el capitalismo académico. En la universidad española es la banca, y no el débil sector productivo nacional, la principal alentadora de estas ideas de la economía neoliberal. Así, el proceso de Bolonia es utilizado por sus fundaciones para señalar que las universidades públicas están obsoletas y solicitar insistentemente que deben adaptarse a las necesidades de los mercados».

Diego Llanes Ruiz, Catedrático de Genética, Universidad de Córdoba.

Afortunadamente, están surgiendo protestas para defender una Universidad Pública, Democrática y de Calidad. Protestas que, aunque no masivas, se extienden por diferentes universidades. Algunas de las protestas ante las reformas están movilizando a sectores determinados como los estudiantes de Derecho [13], Ingenierías [14] y los de maestrías caras y claramente mal organizadas [15].

Otras movilizaciones están siendo más generales. Por ejemplo, miles de alumnos y alumnas de la Universidad de Oviedo salieron a las calles en marzo contra los «recortes boloñeses» [16]. Los estudiantes de la Universidad Politécnica de Catalunya se manifestaron y acabaron ocupando su rectorado en marzo [17]. También en marzo salieron a la calle contra los recortes antisociales y el paro juvenil los estudiantes de Secundaria [18] y los estudiantes del Movimiento de Acción Estudiantil (MAE) en la Universidad de Sevilla reunieron a cientos de estudiantes contra Bolonia en la campaña «¡Estudiante despierta!» [19]. Estos son solo algunos ejemplos de movilizaciones del alumnado frente a las cuales, las declaraciones demagógicas de algunos rectores que se dicen cercanos a los y las estudiantes [20] resuenan insultantes cuando están poniendo en marcha medidas que les perjudican.

Fuera de las universidades están surgiendo entre los jóvenes otras iniciativas muy sugerentes, como la campaña ‘Juventud sin Futuro’ que reunió a unas 8.000 personas en las calles de Madrid el pasado 7 de abril [21].

A nivel europeo, donde los recortes en la Universidad son generalizados y traumáticos [22], también se están extendiendo las protestas en las universidades. En Bulgaria, alumnado, investigadores y profesores se han unido contra los recortes en la investigación [23]. En Italia fueron masivas las manifestaciones estudiantiles durante 2010 contra la reforma boloñesa «Gelmini», retrasando la votación del decreto en el parlamento [24]. En Alemania, el movimiento antibolonia «Bildungstreik» (la educación en huelga, en alemán) ha conseguido mediante movilizaciones que se supriman las tasas de ingresos en muchas universidades [25]. En Reino Unido e Irlanda, las y los estudiantes y el profesorado se han movilizado masivamente, como no lo hacían hacía décadas, contra la subida de las tasas de ingreso del gobierno Cameron [26].

«Nuestras luchas, al menos aquellas a las que queremos contribuir con la edición de este libro no se orientan sólo contra la nueva universidad de élites, ni en defensa de la vieja universidad de masas, y mucho menos a favor de la todavía más vieja Academia corporativa y elitista, sino a favor de estas nuevas formas de construcción de saber, apoyadas en la interacción social y comunicativa de múltiples intervinientes y centradas en construir un saber social común y compartido que aporte informaciones relevantes y críticas frente a una economía capitalista cada vez más globalizada, naturalizada y en crisis».

CIAT del libro ‘La Universidad en conflicto: capturas y fugas en el mercado global del saber’ (Traficantes de Sueños, 2010).

El reto es conseguir pequeñas victorias contra las reformas boloñesas que vayan inyectando confianza en el movimiento estudiantil. Tenemos que tomar las riendas de la Universidad Pública desde las bases de la sociedad y para ello es clave el unificar las resistencias estudiantiles y extenderlas, a la vez que se coordinan con los sindicatos y asociaciones de Personal Docente e Investigador (PDI) y Personal de Administración y Servicios (PAS). Hay que parar la Universidad Pública durante el tiempo que haga falta para dar un giro de timón a una política universitaria antisocial. La Universidad es nuestra, gestionémosla nosotros.

Jesús Castillo es militante de En lucha, delegado del SAT y profesor en la Universidad de Sevilla. Acaba de publicar el libro «Migraciones ambientales» para la editorial Virus que puedes comprar aquí

Notas

1 La OCDE recomienda a las universidades andaluzas un sistema financiero «más transparente» que el actual

2 La tasa de desempleo juvenil en España alcanza el 43,5%, el doble de media europea

3 Griñán pide a la Universidad ajustar su oferta al mercado laboral

4 La mitad de ingenieros graduados hace dos años son ‘mileuristas’

5 Los rectores, preocupados por el recorte de presupuesto para las universidades

6 Una clase de austeridad

7 Subida de tasas en el «Planeta Bolonia»

8 Los préstamos para cursar másteres tendrán peores condiciones

9 Estrategia universidad 2015 y subida de las tasas

10 En EEUU las deudas de préstamos a estudiantes ya superan a las deudas con tarjetas de crédito

11 La Universidad es para ti, la factura para todos

12 La FP hará una selectividad con cuatro materias de Bachillerato

13 MOVILIZACIONES DEL 1 de diciembre contra la Ley 34/2006

14 Los ingenieros se rebelan contra la reforma del Gobierno

15 Unos 300 alumnos piden a US una prueba excepcional del examen de idioma que da acceso al Máster de Secundaria

16 Universitarios asturianos contra el ´deterioro global de la educación´ Manifestación del 23 de marzu pola Universidá Pública n’Uviéu Más de 2.000 universitarios se manifiestan en Uvieu en defensa de la Universidad Pública

17 Mobilització Rectorat UPC 31 03 2011

18 El Sindicato de Estudiantes se movilizará contra el paro juvenil

19 Movimiento de accion estudiantil

20 El rector: «Si yo fuera estudiante también protestaría contra el plan Bolonia»

21 Juventud sin futuro

22 El proyecto universitario europeo choca contra la crisis económica

23 NO to the financial strangulation of science in Bulgaria! http://priziv.org/index.php?option=com_content&task=view&id=325&Itemid=1

24 Italia: El movimiento se hace fuerte en la calle y hace temblar a Berlusconi 

25 Una victoria del movimiento anti-bolonia alemán: Quitan las matrículas en Renania-Westfalia del Norte 

26 Las luchas contra los recortes sociales en Gran Bretaña. La visión de un estudiante en Londres Nov.3rd: Students attacked by Riot Police in Dublin (Ireland) + Occupation at Goldsmith University (UK)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.