El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre discriminación a las mujeres en la legislación y en la práctica está compuesto por cinco expertas independientes, con una trayectoria reconocida en el ámbito de los derechos humanos de las mujeres. El Grupo es uno de los llamados «procedimientos especiales» dentro del sistema internacional de protección de […]
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre discriminación a las mujeres en la legislación y en la práctica está compuesto por cinco expertas independientes, con una trayectoria reconocida en el ámbito de los derechos humanos de las mujeres. El Grupo es uno de los llamados «procedimientos especiales» dentro del sistema internacional de protección de derechos humanos. Estos complementan la labor de los llamados «órganos de tratado», encargados de vigilar el cumplimiento de las Convenciones por los Estados parte.
La particularidad de los Grupos de Trabajo de Naciones Unidas es que hacen visitas a los países para conocer de primera mano la realidad sobre la que después informan al Consejo de Derechos Humanos y sobre la que emiten recomendaciones. En este caso, la visita del Grupo a España en diciembre de 2014 sirvió para documentar los espacios (a veces abismales) que separan la protección contemplada en las leyes de las experiencias que vivimos las mujeres. Fuimos muchas las organizaciones que nos reunimos con las integrantes del Grupo para darles a conocer nuestra visión crítica de esa realidad en este contexto de crisis económica, social y de derechos fundamentales, en el Estado español.
El Grupo también se entrevistó con algunas de las instituciones del gobierno (central y autonómico) que tienen competencias en materia de igualdad y no discriminación, incluido el Ministerio de Justicia, que tiene mucho por hacer en materia de acceso a la justicia para las mujeres.
El Grupo presentó su informe sobre la misión a España ante el Consejo de Derechos Humanos el pasado 19 de junio. El informe adopta una visión crítica y contundente sobre los retrocesos de los derechos de las mujeres y las niñas y de las políticas de lucha contra la discriminación que se están llevando a cabo en el Estado español bajo la excusa de la gestión de la crisis, aprovechada por gobiernos conservadores para recortar derechos y libertades de las mujeres, adoptando medidas que nos afectan de manera desproporcionada.
El documento aborda todas las áreas que de forma directa e indirecta consolidan la discriminación de las mujeres en España: violencia de género, políticas de igualdad, salud, empleo, derechos sexuales y derechos reproductivos, reparaciones a las mujeres víctimas del franquismo, centros de internamiento, mujeres empleadas en el servicio doméstico, representatividad de las mujeres en la toma de decisiones, protección social, políticas de austeridad, reforma laboral, migración, discapacidad, educación, estereotipos, medios de comunicación, participación de la mujer en la vida pública y política y acceso a la justicia.
Pero ¿qué significa esto para quienes trabajamos por los derechos de las mujeres? ¿Para qué sirven éste y otros informes que provienen de organismos expertos en derechos humanos internacionales? ¿Qué vamos a hacer para que no sean papel mojado?
Organizaciones de mujeres y el movimiento feminista y de derechos humanos del Estado nos venimos planteando estas preguntas desde hace tiempo, y empezamos a vislumbrar respuestas creativas. Estamos aprendiendo a mirar hacia las instituciones internacionales como foros en los que es importante estar presentes para conocer los debates y temas de interés y generar alianzas con grupos de mujeres y de defensoras de derechos humanos de otras latitudes, entendiendo la importancia de compartir el conocimiento para superar barreras lingüísticas y de saberes que esos espacios incorporan, para dejar de vivirlos como lugares elitistas por los que sólo algunas pueden transitar.
Por eso hemos venido a Ginebra a participar en la sesión del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres (Comité CEDAW) en la que se examina a España, entre otros Estados. Constituyéndonos en una fuente alternativa de información para las expertas que evalúan al Estado en su cumplimiento de la Convención CEDAW. Para apropiarnos de este espacio. Y para lanzar a la delegación española que viene a presentar la situación de los derechos de las mujeres a vivir una vida libre de discriminaciones y violencias el mensaje de que estamos observando lo que dicen, y no hacen, y que estamos organizándonos para que las directrices que se marcan en estos foros internacionales se cumplan.
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