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Un breve análisis sobre el proceso y el papel de la prensa cubana en torno a los acontecimientos

Del reordenamiento laboral y salarial en Cuba

Fuentes: Rebelión

El a contecer cubano en la prensa extranjera no deja de despertar pasiones y sentimientos encontrados en cada rincón del planeta. La presencia diaria del tema Cuba en las políticas editoriales de los más importantes medios del mundo es una realidad. Diferentes son las temáticas que se abordan, pero sin lugar a dudas, el entorno […]

El a contecer cubano en la prensa extranjera no deja de despertar pasiones y sentimientos encontrados en cada rincón del planeta. La presencia diaria del tema Cuba en las políticas editoriales de los más importantes medios del mundo es una realidad. Diferentes son las temáticas que se abordan, pero sin lugar a dudas, el entorno de la política socialista de la isla es el favorito.

Uno de los acontecimientos que por estos días no escapa de especulaciones es el llamado «Reordenamiento laboral y salarial en Cuba», el cual ha sido blanco de una gigantesca manipulación mediática de la prensa extranjera desde que fuera anunciado por nuestro presidente Raúl Castro el pasado mes de agosto.

L a inexistencia de espacios de debate en nuestros medios nacionales, la falta de una planificada estrategia mediática que contrarreste las manipulaciones de la prensa internacional, así como la extrema pericia para crear un efectivo mecanismo de información a la población sobre el desenlace de estos acontecimientos, han sido la motivación necesaria para escribir estas líneas que a manera de desahogo, no pretenden otra cosa que llamar a la reflexión sobre la necesidad de atajar a tiempo tales situaciones.

Surgimiento , puesta en marcha, y malas interpretaciones

El aún joven proceso de «Reordenamiento laboral y salarial», catalogado por muchos como el más importante de la Revolución en sus más de cinco décadas, es parte del plan de medidas que ha venido tomando el país debido a la necesidad de actualizar el modelo económico cubano, es decir, encontrar una nueva forma de incentivar la economía nacional y no actualizar el sistema político cubano sobre la base de la privatización, como se ha encargado de manipular y difundir a los cuatro vientos «la gran prensa internacional». Una afirmación que se encuentra alejada de la realidad partiendo de que las bases y conceptos del socialismo cubano siguen intactos, y en honor a la verdad, no es algo que está a la venta.

Es obvio que e ste proceso figura un gran reto para los revolucionarios de hoy teniendo en cuenta las circunstancias actuales en las que este se desarrolla. Las condiciones quizá se muestren adversas, pero la Revolución, que siempre ha confiado y brindado lo mejor a sus hijos, no puede darse el lujo de seguir esperando por milagros.

Confiando una vez más en la máxima dirección del país, sabemos que queda en el éxito de este empeño la supervivencia de las conquistas alcanzadas hasta hoy por nuestro pueblo y sistema socialista, así como el crecimiento, estabilidad y solidez de una economía que tenga como primera misión, dejar atrás la sombra de aquel fallido esquema económico que no fue capaz de evolucionar y encontrar alternativas factibles para impulsar un irreversible desarrollo económico de la nación.

Como es conoc ido, las bases de este proceso emergen del vetusto modelo económico sucumbido por la falta de productividad de sectores que así lo deberían hacer y no lo hacen, un elemento que a través de los años ha traído al traste millonarias pérdidas económicas al país provocando el incremento indiscriminado de importaciones de productos, muchos de ellos históricamente producidos en la nación. Se unen a esto el incremento de la indisciplina laboral y el desinterés por el trabajo, así como la enorme inflación de plantillas en los centros laborales; globo que logró crecer sigilosamente con el ánimo de mantener bajos índices de desempleo, encontrar una inmediata ubicación laboral a los millones de graduados universitarios y de nivel técnico que hoy tenemos, y hasta en la complacencia de las excelentemente bien redactadas «cartas de solicitud de plazas laborales», las que en la mayoría de los casos han servido para favorecer a directivos cuyos conceptos de calidad del trabajo han sido errónea y directamente proporcionales a plantillas infladas. De ahí que se comience a aplicar en el país el principio de idoneidad demostrada . Es decir, si de cinco trabajadores de un área, el trabajo puede ser realizado solo con dos, serán entonces los más idóneos para el desempeño de esa tarea los que terminen ocupando las codiciadas plazas.

Elementos como estos han hecho que a través de los años se pierdan cifras millonarias en el pago de salarios a trabajadores improductivos que deberían estar insertados en sectores priorizados para la producción del país. También ha repercutido de manera negativa en el anhelado aumento de los salarios, algo que se podrá concretar paulatinamente una vez el gobierno comience a recuperar lo que hoy se destina a una «fuerza laboral» que adolece de no ser tan fuerte, algo que de igual forma incidirá positivamente en la necesidad de obtener una fuente de empleo segura que aporte los beneficios suficientes para mejorar la calidad de vida de los cubanos.

Es preciso señalar que entre las medidas divulgadas para hacer lo más transparente posible este asunto de demostrar la idoneidad de cada trabajador, se encuentra la conformación de una llamada comisión de expertos, un grupo de 5 a 7 personas que incluyendo el sindicato, la administración, y el resto de los factores y trabajadores del centro, será la encargada de tomar la decisión más acertada en cada caso particular, pues se encuentra en juego el rumbo que tomarán las vidas de más de un millón de familias cubanas, argumento suficiente para no permitir paternalismos ni oportunismos en esta depuración de la clase obrera cubana.

La dirección de la R evolución plantea cada vez con más fuerza que NADIE VA A QUEDAR ABANDONADO A SU SUERTE. Un sentimiento que nace de la diferenciación entre dos conceptos muy distintos, desempleado y trabajador disponible . Si se analiza el clásico desempleo que ocurre en otros países del mundo, y especialmente en los capitalistas, nos damos cuenta de que en Cuba no existirá tal desempleo masivo como insiste en pregonar la prensa extranjera. En nuestro caso particular, lejos de lanzar a la calle a más de un millón de trabajadores sin tener en cuenta su Seguridad Social y el futuro de estas familias, el Estado ha sentado las bases para lograr un reordenamiento de la fuerza de trabajo excedente, dejando a los trabajadores en una categoría de disponibles y no de desempleados , lo que ofrecerá a esta nueva fuerza la oportunidad de una reubicación en sectores verdaderamente productivos y donde la demanda laboral del país es mucho más necesaria. Entre estos se visualizan como los más necesitados de mano de obra los sectores de la construcción, la agricultura, las diferentes industrias, la educación, entre otros.

S i bien estamos conscientes de que habrán obreros que perderán su vínculo laboral después de muchos años de trabajo, como también lo harán con sus oficios y especialidades en las que han trabajado toda la vida, preocupa más la posibilidad real de que este fenómeno se vea repetido en varios miembros de un mismo núcleo familiar, lo que desde ya nos pone alertas ante tan alarmante y delicada situación. Previendo esto, las autoridades cubanas han puesto en marcha un plan de medidas alternativas que permiten el arrendamiento, el usufructo, las creación de cooperativas, y la ampliación del Trabajo por Cuenta Propia, iniciativas que surgen a la par de este proceso y que sin lugar a dudas ayudarán a paliar en gran medida la compleja situación que se aviene.

Violaciones en el proceso  

Poner en marcha una tarea como esta t iene tantos puntos a favor como los pudiera tener en contra, tanto de éxito como de posible fracaso, así como detractores y seguidores. No obstante, el solo hecho de trazarse semejantes metas sabiendo cuánto se sataniza internacionalmente lo que sucede en Cuba y llevarlo a cabo en tan corto período de tiempo, resulta desde ya una enorme valentía de la Revolución y sus líderes, otorgando además un voto de confianza sin precedentes a nuestro pueblo.

Cuba, que siempre ha brindado y regalado a su pueblo, hoy se duele en esta inevitable toma de drásticas medidas, una acción que solo se justifica cuando existe una razón mayor detrás de todo este proceso, la protección y conservación de nuestra Revolución.

Sin embargo , resulta indigno y mucho más doloroso ver a quienes sumidos en la ignorancia se apartan del proceso, lo sabotean, e incluso inescrupulosamente sacan provechosos partidos del mismo.

Este Reordenamiento laboral y salarial , indicado a ejecutarse paso a paso y cuya primera etapa apenas acaba de concluir, fue concebido en su fase inicial para el trabajo político con las masas, es decir, otorgar a las administraciones y sindicatos un intervalo de tiempo determinado que permitiera crear conciencia en la clase obrera sobre la necesidad de realizar este proceso y sus posteriores consecuencias. Bajo la indicación de que fuera desarrollada a partir de la discusión en cada centro de trabajo del discurso pronunciado por nuestro presidente Raúl frente a la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado mes de agosto, esta primera etapa NO FUE CONCEBIDA PARA LA EJECUCIÓN Y TOMA DE MEDIDAS ADMINISTRATIVAS , algo que paulatinamente se ha venido manifestando debido al desconocimiento y oportunismo de algunos directivos.

Ya se pueden constatar en el país violaciones de diversas índoles que atentan peligrosamente contra el proceso. Se conoce y rumora a cada día de arbitrarios despidos que violando el procedimiento establecido ponen en crisis la organización y prestigio de este reordenamiento .

Lastimosamente el total de los afectados consultados para este trabajo se mostraron temerosos a contar sus experiencias, por lo que temporalmente prefirieron guardar silencio y esperar el final desenlace de sus situaciones. No obstante a esto, sabemos y contamos con información comprometedora que involucran inequívocamente a estos directivos transgresores en las citadas violaciones. Un tema que se tratará de abordar próximamente con un mayor detenimiento y ejemplificación de detalles.

Si queda claro que esta violación representa un paso adelantado al cronograma de ejecución de este reordenamiento, según lo estipulado por la dirección del país, más grave resulta que se estén tomando autoritarias e inconsultas determinaciones sin tener en cuenta que los únicos facultados para decidir sobre la idoneidad de cada trabajador es la debidamente organizada comisión de expertos de cada centro laboral.

Ya anteriormente a este fenómeno y quizás previendo alguna que otra situación de este tipo Raúl nos alertaba: «La estricta observancia del principio de idoneidad demostrada a la hora de determinar quién merece el mejor derecho de ocupar una plaza, debe contribuir a evitar cualquier manifestación de favoritismo, así como de discriminación de género o de otro tipo, las cuales deben enfrentarse con toda firmeza».

De acuerdo con esto se debe precisar que los centros laborales deben ser muy cuid adosos a la hora de seleccionar la comisión de expertos , ya que elegirla al azar o no otorgarle la confianza y responsabilidad que la misma conlleva, podría ocasionar un efecto boomerang y finalmente resultar contraproducente al objetivo principal que se persigue.

No caben dudas de que p oner en riesgo la transparencia, credibilidad, y confianza de este proceso a la sombra de infracciones insensatas, pone en crucial peligro todo lo logrado en la organización y correcta puesta en marcha de tan colosal tarea. Determinados errores solo traerían como consecuencias el descrédito y el aumento de las falsas especulaciones, haciendo irreparables e irreversibles daños al resultado final del proceso.

S i sumamos a esto el posible oportunismo de entes ocultos tras cristales oscuros o parapetados en modernos y climatizados despachos, el daño podría ser mayor e incluso sería más alarmante la situación. Conociendo esto, debemos estar muy atentos y combatir el oportunismo, ya que éste pudiera estar enmascarado de directivos interesados en «limpiarse el camino» utilizando el abuso de poder e influencias para despedir arbitrariamente a quienes por una razón u otra no cumplan las «reglas del juego», no se hagan los de la «vista gorda», o sencillamente no «cuadren la caja» según sus intereses. Lo más preocupante de todo esto es que ahora mismo pudiera estar sucediendo.

Ahora bien, ¿pudieran ser prevenidas muchas de las violaciones que atentan contra la pureza y transparencia de este proceso? ¿Podría contrarrestarse la avalancha de artículos de la prensa extranjera que tergiversan y satanizan diariamente el tema en cuestión? ¿Existe la suficiente cantera periodística, medios y recursos tecnológicos para mostrar al mundo lo que realmente sucede en Cuba? ¿Están jugando los medios nacionales un papel objetivo en este asunto?

El papel de la prensa cubana entorno a los acontecimientos

Recientemente en el programa televisivo «Con dos que se quieran…», el intelectual cubano Alfredo Guevara respondió a la pregunta de cómo debería ser un periodista con un contundente: SER PERIODISTA . Una respuesta a la respondiera el entrevistador con una sonrisa cómplice comprendiendo que el asunto quedaba zanjado.

Lo cierto es que no se entiende có mo existiendo semejante ejército de periodistas al servicio de la Revolución, una infraestructura tecnológica bastante adecuada, y un elevadísimo nivel profesional de cada egresado de nuestras escuelas de periodismo, se haga tan poco por un lado y se sea tan reiterativo por otro.

Resulta molesto que con semejante aval, la prensa internacional tome la delantera y asuma un casi totalitario protagonismo en relación al tema Cuba, mucho más en un asunto de medular importancia como este. Igualmente incomoda que se repitan una y otra vez las mismas fórmulas en la radio, televisión, prensa escrita y medios digitales.

Si ahora mismo nos detenemos a analizar los medios nacionales pareciera que no está sucediendo nada, y el enemigo, que no pierde la más mínima oportunidad de señalarnos inquisitivamente, cada día que pasa incrementa su poderío mediático, manipula, tergiversa, y gana más terreno en el entorno informativo de este proceso.

Callar, retener información, o informar a destiempo no creo que sean las pautas de ninguna academia de periodismo en el mundo, mucho menos de la nuestra, puedo dar fe de ello.

La prensa extranjera continúa sacando provechos con su vieja fórmula de incesantes bombardeos de información tergiversada sobre la realidad cubana. Si sabemos esto, ¿por qué permitir que rueden de boca en boca o vía e-mail tantas mentiras y versiones manipuladas sobre determinados temas que se han mantenido al margen por nuestra prensa nacional? ¿Qué resulta más dañino entonces, callar, o informar oportunamente sobre todas las temáticas que involucran a Cuba?

Los días pasan y en nuestros medios casi no se menciona este proceso. Para cuando se hace, generalmente se presentan trabajos con cierto desenfoque de la problemática real y no se ponen sobre la mesa los problemas objetivos que inquietan hoy a cada cubano. La realidad es que a estas alturas aún está pendiente el pertinente análisis sobre las ventajas o desventajas de las nuevas opciones anunciadas, de la tramitación de documentos necesarios para la obtención de licencias de los futuros Trabajadores por Cuenta Propia, de las opciones y procedimientos para la reubicación laboral en cada provincia del país, o sobre el seguimiento que le están dando la Central de Trabajadores de Cuba y nuestro Partido a la transgresión de normativas y otras violaciones que han existido en el proceso.

Las soluciones a esta problemática parecieran no estar muy lejanas, pero … ¿Por qué no se ha realizado aún una Mesa Redonda donde se aborde junto a especialistas de los Ministerios de Trabajo y Economía, la CTC, y nuestro Partido los temas de mayor interés para la población? ¿Qué sucede con las masivas tiradas de tabloides de la Editora Política?, una sabia y oportuna manera de poner sobre la mesa la documentación necesaria que tanto demanda nuestro pueblo. ¿Qué pasa con los Spots de televisión que no aparecen? ¿Dónde están los programas de opinión y reflexión de nuestra TV que siguen priorizando otras temáticas? ¿Para qué queremos un supercable submarino de fibra óptica con cientos de GIGAS de ancho de banda, si para crear un sitio oficial o un blog de información no se necesita tanta tecnología y sin embargo, nada se ha hecho aún? ¿Por qué no ha sido creado un mecanismo de retroalimentación adicional a las tradicionales reuniones de centros laborales sobre las experiencias vividas del proceso? ¿Por qué el Portal Digital Cubadebate no ha propiciado un merecido «debate en Cuba» sobre este tema? ¿Por qué la blogosfera cubana y sitios alternativos como Rebelión y Kaosenlared han tenido que tomar las riendas del asunto y no lo hacen así los medios nacionales?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.