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Desde la otra orilla

Fuentes: Rebelión

«Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar» Antonio Machado (1875-1939)   A modo de preambulo Podemos avanza con fuerza arrolladora en las encuestas preelectorales sufriendo los embates agónicos de un Régimen cuya defunción vienen a certificar. Es tanto lo que se espera de ellos -o lo que se teme- que una crítica serena […]

«Caminante, no hay camino,

sino estelas en la mar»

Antonio Machado (1875-1939)

 

A modo de preambulo

Podemos avanza con fuerza arrolladora en las encuestas preelectorales sufriendo los embates agónicos de un Régimen cuya defunción vienen a certificar. Es tanto lo que se espera de ellos -o lo que se teme- que una crítica serena se torna casi imposible.

Sin embargo algunos intelectuales, desde la izquierda marxista, están desarrollando una crítica racional y fundamentada que no debemos ignorar. Entre ellos se encuentra la profesora Ángeles Diez -de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM- de gran inteligencia, honestidad intelectual y admirable compañera de lucha de cuya amistad me honro. (i)

El marxismo como método

El marxismo -como cualquier otra teoría fundamentada en el método científico- es un conjunto de procedimientos que facilitan el análisis y comprensión de aspectos esenciales de la realidad social. Es una herramienta extremadamente útil para su análisis y transformación. La contribución a esa transformación no depende exclusivamente de la bondad de la herramienta sino también, en gran medida, de la voluntad y habilidad de los colectivos que operan sobre los procesos sociales en curso, así como de las circunstancias que la posibilitan.

La contradicción principal del capitalismo -sea privado o público- se halla en la apropiación privada del trabajo social. Es algo tan dramáticamente evidente que ninguna persona honesta debería poner en duda. Sin embargo el desenlace de esa contradicción fatal no está aun escrito: nadie puede adivinar lo que el futuro nos depara.

Podemos

Una de las criticas a Podemos -a mi juicio certera- es la negación de su carácter de izquierda radical, algo que probablemente compartan también muchos de sus potenciales votantes. Sin embargo disiento del carácter reaccionario que parece atribuírsele. Es obvio que Podemos lidera un movimiento radical democrático cuyo origen estuvo en el llamado 15M. Por lo tanto es una posible y necesaria palanca para llevar a cabo una revolución no violenta. La violencia no es una buena partera salvo en situaciones históricas excepcionales, es decir únicamente cuando la tiranía se vuelve insoportable para la inmensa mayoría del pueblo. (ii)

La gente llenó las plazas un 15M al grito de «NO nos representan». Fue el pistoletazo de salida de una revolución democrática que exige pan, trabajo, techo, dignidad. Tal vez algunos de ellos no sean conscientes de en qué momento fueron desposeídos de sus derechos más básicos. Muchos creyeron en una Constitución hoy convertida en papel mojado. Otros, por el contrario, saben que lo fueron un triste primero de Abril de 1939. Desde entonces la soberanía popular está secuestrada por una oligarquía poderosa que sigue hoy en día gobernando contra el pueblo. Esa clase indigna se parapeta cobardemente tras un jefe supremo de las fuerzas armadas NO elegido democráticamente.

En nuestro país el choque entre la oligarquía financiera dominante y las clases populares es inevitable No hay margen para una solución pactada. Podemos es el único instrumento a mano con potencia suficiente para producir cambios apreciables en la correlación de fuerzas desde el interior del régimen. Al menos así lo está considerando, según las encuestas, una parte significativa del pueblo español.

Esta oportunidad histórica no debe desaprovecharse por el conjunto de fuerzas progresistas y revolucionarias, pues se presenta como una posibilidad tangible para hacer viable un proceso constituyente en libertad. La movilización de las capas populares y más concretamente el apoyo a las llamadas Marchas de la Dignidad o 22M es una tarea ineludible para asegurar el impulso colectivo necesario. De lo contrario este posible acceso al gobierno de fuerzas populares perdería fuelle y se verían compelidas -una vez en el gobierno- a desistir de su programa político. (iii)

La frustración de este impulso ciudadano podría conducir a estallidos sociales de consecuencias impredecibles, pues seria un grave error confundir ilusión con indignación o alegría con desesperación. Ya no hay margen político para que un pueblo expoliado y humillado asuma pacíficamente un nuevo «desencanto».

La monarquía

Es necesario hallar el modo de contrarrestar y vencer el apoyo que la superestructura del imperio euroatlantico y su brazo armado -la OTAN- dan al Régimen postfranquista del 78. El apoyo a Felipe VI y a lo que realmente representa es la táctica que adopta actualmente la oligarquía dominante para afianza su poder en el Sur de Europa, sosteniendo una guerra de clases despiadada contra nuestros pueblos. Prueba de ello es el respaldo que el imperio USA y sus satélites dieron a la sanguinaria dictadura del general Franco y a sus sucesores en la jefatura del Estado.

Los reyes Juan Carlos I y Felipe VI son responsables directos de un delito de lesa patria. Su complicidad con una potencia extranjera -que detenta bases militares en nuestro territorio y ejerce un férreo control ideológico sobre nuestras fuerzas armadas- les delata. Solo así han conseguido impedir un proceso constituyente en libertad, pretendiendo instalarse «ad eternum» como casta parásita, presumiblemente impune, en la jefatura del Estado. Llueve sobre mojado.

La bandera monárquica sigue simbolizando la sumisión indigna, el silencio de los corderos. Es el símbolo de una masa humana traumatizada y sin nervios cuyo impulso republicano fue destruido por el terror implacable de la dictadura y la terrible intoxicación de las conciencias. Intoxicación que continúa siendo inoculada mediante sus poderosos aparatos ideológicos, entre otros por la red de púlpitos a su servicio siguiendo la tradicional alianza entre el trono y el altar.

La bandera bicolor no simboliza a nuestra Patria -es decir al pueblo- sino a la humillante victoria del golpe militar de Franco sobre el gobierno legitimo de la República. No es posible, por tanto, la reconciliación histórica de las víctimas con sus verdugos, tan solo su condena moral y su repudio. 

El territorio europeo es una pequeña parte del gran continente eurasiático y en él se focalizan -como en los años 30- graves tensiones militares.Tensiones acrecentadas por la gigantesca crisis provocada por la voracidad del capital financiero euroatlantico y su brazo armado: la OTAN. Esta organización imperial atiza un nuevo incendio en Europa amenazando gravemente nuestra seguridad. Estados Unidos empuja a la Unión Europea a una confrontación con Rusia que puede resultar devastadora para nuestro país y para la humanidad. (iv)

España, situada en un enclave crítico del subcontinente, es de incalculable valor geoestratégico. Su virrey local Felipe VI, junto a la casta despótica que nos gobierna, arrastra nuevamente a nuestro pueblo hacia un peligroso callejón sin salida. (v)

III República ya

El combate incruento por la III República debería encontrar un sitio destacado en los programas electorales de los partidos democráticos. Una jefatura del Estado NO elegida democráticamente NO sirve jamas al pueblo. La ruptura con el ré gimen del 78 es una apuesta de futuro. De lo contrario será más de lo mismo: la continuidad de una rampante corrupción política derivada de la opaca trastienda que anida en los aledaños de la Corona. También el insoportable y paulatino empobrecimiento de amplias capas populares que seguirá acrecentando dramáticamente la brecha entre ricos y pobres.

La agudización de las contradicciones sociales, focalizadas por la actual crisis sistémica del capitalismo, ha originado movimientos de diferente signo: Syriza y Amanecer Dorado en Grecia, Frente Nacional de Lepen en Francia, Beppe Grillo en Italia, Podemos en España… 

El inevitable incremento del capitalismo de casino, frente al capital productivo, agudiza la grave crisis del sistema generando una indignación creciente. Esta indignación se propaga como un voraz incendio hacia arriba y transversalmente, alcanzando a amplios sectores populares que constituían la base social de los viejos partidos.

Por si esto no bastase, una porción creciente de jóvenes son arrojados al paro y a la emigración forzosa. Más de un millón de niños pasa hambre en España, según Cáritas. La angustia inevitable de esta juventud sin futuro puede ser la génesis de un vendaval de violencia si no se da una salida auténticamente democrática a este irrespirable clima político. Su prolongación en el tiempo dispara el riesgo real de un estallido social de consecuencias impredecibles. En los años 30 condujo al fascismo y al nazismo, formas de represión extrema de las clases dominantes sobre el pueblo trabajador.

Por lo tanto, insisto en la necesidad de votar exclusivamente a partidos que incluyan de forma fehaciente su compromiso republicano. Debemos avanzar sin demora hacia un proceso constituyente en libertad mediante la proclamación de la III República: una República de hombres y mujeres libres, dueñas y dueños de su futuro.

Votemos a partidos republicanos. Solo un proceso constituyente en libertad, sin vetos ni amenazas militares (23F), puede devolver a los pueblos de nuestra Patria su soberanía.

Apostemos por un futuro sin miedo. Apostemos por una España simplemente decente.

Notas 

(i) Artículos de la profesora Ángeles Diez en Rebelión. http://www.rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Angeles%20Diez&inicio=0

(ii) Tiranía, según la RAE: 2. f. Abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder, fuerza o superioridad.

(iii) Comunicado n. 17 del colectivo de militares Anemoi. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=196535&titular=el-colectivo-anemoi-muestra-su-apoyo-a-las-marchas-de-la-dignidad-

(iv) Periodista estadounidense: «El mundo está al borde de la Tercera Guerra Mundial». http://actualidad.rt.com/actualidad/169249-eeuu-mundo-tercera-guerra-mundial

(v) Vientos de guerra. Manuel Pardo de Donlebún: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=195537

Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada retirado, cofundador y miembro activo del colectivo de militares Anemoi.

En Twitter: @colectivoanemoi

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