Devenir Perra Itziar Ziga Ed. Melusina, 2009
Devenir Perra es uno de aquellos libros que no deja indiferente. Su autora, Itziar Ziga, es licenciada en periodismo, pero su escritura se aleja del estilo periodístico más clásico y se adentra en una narrativa provocadora, directa, porque por encima de todo escribe como una activista feminista. El libro presenta sus opiniones sobre la construcción de género, el feminismo, pero también el concepto de feminidad, a través de varias entrevistas a lo que ella misma llama perras. Y lo hace desde un punto de vista de clase y de género. Como ella misma afirma, «las dos rebeliones que me atraviesan».
El libro trata de desmontar los conceptos de género, masculino, pero también femenino. Disparando contra el binarismo impuesto por el sistema. De manera muy interesante el libro rompe con todo aquello que muchas veces dentro del feminismo y muchos movimientos políticos se ve como políticamente correcto, como puede ser la discreción en la manera de vestir o de comportarse. Para Ziga «lo que me sale del coño es no justificarme políticamente».
La autora se pregunta por qué el feminismo tiene que ser tan puritano en muchos aspectos, como por ejemplo a nivel sexual. Ella ve esta manera de mostrarse como un desafío no sólo hacia aquello políticamente correcto sino también para provocar las reacciones más machistas y poner sobre la mesa el sexismo imperante en la sociedad. La radicalidad en su manera de vestir, provocando no sólo a los estamentos más puritanos sino también a los sectores del feminismo más políticamente correcto, es una manera de la autora de rebelarse contra las imposiciones de género.
Es interesante cómo se posiciona la autora ante la prostitución, dejando claro que la negación de la prostitución como un trabajo y su criminalización es la que ayuda a las mafias a poder continuar operando. La autora se posiciona claramente en contra de los sectores prohibicionistas y al lado de las prostitutas, entendiendo que la prohibición no es la solución para mejorar sus condiciones de vida.
Vale la pena destacar la defensa de la autora del hijab y el derecho de las mujeres a llevarlo si así lo deciden. Ziga hace un buen análisis de cómo se usa la ropa para oprimir a las mujeres, sea cual sea la prenda. Como dice bien la autora, cuando las mujeres se quieren tapar la cabeza se les critica muchas veces desde los mismos sectores que critican el hecho de llevar una falda demasiado corta. Identifica perfectamente que detrás de la polémica del hijab se esconde la islamofobia. Para la autora, el problema no es llevar o no el hijab sino el hecho de imponer a las mujeres si llevarlo o quitárselo.
Itziar Ziga, con su escritura fresca y sin tapujos, consigue conectar con muchas ideas que se deberían debatir dentro del movimiento anticapitalista. Algo que se le podría criticar sería la afirmación -que no desarrolla- de que el movimiento obrero es tradicionalmente homófobo. Los y las trabajadoras reflejan en la mayor parte las ideas de la clase dominante, como el sexismo y la homofobia. Pero cuando el movimiento obrero ha estado en lucha ha sido capaz de romper con todo esto, como pasó en la Revolución rusa de 1917, donde se consiguieron libertades sexuales nunca vistas en aquellos momentos y, en muchos sitios, no vistas ni hoy en día, como por ejemplo el derecho al matrimonio entre homosexuales y lesbianas.
Precisamente al libro le faltaría explorar más la parte de clase en la sexualidad. Después de todo no hay libertad sexual sin libertad económica. Esperemos que eso lo haya dejado para su próximo libro que, como éste, seguro que valdrá mucho la pena leer.