Un hombre como Santiago Álvarez, a quien se le puede escuchar por teléfono diciéndole a uno de sus subordinados que tire explosivos C-4 en el cabaret Tropicana y «acabe con todo eso» – siendo «eso» cientos de personas -, un hombre como Santiago Álvarez que tenía ametralladoras, bazookas y granadas en un inmenso arsenal en […]
Un hombre como Santiago Álvarez, a quien se le puede escuchar por teléfono diciéndole a uno de sus subordinados que tire explosivos C-4 en el cabaret Tropicana y «acabe con todo eso» – siendo «eso» cientos de personas -, un hombre como Santiago Álvarez que tenía ametralladoras, bazookas y granadas en un inmenso arsenal en Miami, es sentenciado a solamente 4 años de prisión esta semana en una corte federal del sur de la Florida.
Sin embargo, los Cinco, cinco hombres que estaban aquí en Miami trabajando para prevenir que un terrorista como Álvarez asesinara personas inocentes, que nunca poseyeron armas, que nunca estuvieron involucrados o pensaron involucrarse en «conspiración para cometer espionaje», fueron condenados falsamente y recibieron de 15 años a 2 cadenas perpetuas después de un juicio en el 2001, y el castigo adicional de negárseles las visitas familiares.
A Álvarez y a su cómplice Osvaldo Mitad se les permitió declararse culpables del único cargo de posesión de armas de fuego. Antes de su sentencia, el juez federal James Cohn dijo, «Esta corte reconoce que el objetivo final de los señores Álvarez y mitad ha sido siempre una Cuba libre y democrática. Esta corte no cuestiona aquí la motivación altruista. Sin embargo, somos una nación de leyes.»
La impunidad del gobierno y los tribunales hacia los terroristas de Miami se vuelve cada vez más obvia.
Casi cada día aparecen a la luz pública nuevas noticias en Miami sobre la amplia y profunda red de terroristas cubano-americanos de ultraderecha y de sus letales complots: Antonio Llama, Roberto Ferro, Alvarez, Mitat, y por supuesto, el mas peligroso de todos ellos, Luis Posada Carriles. Orlando Bosch, socio de Posada, aparece regularmente en la TV de Miami, desesperado por admitir su atroz crimen del vuelo 455 de Cubana de Aviación en 1976 en el que fueron asesinadas 73 personas. Bosch y Posada trabajaron mano a mano en la preparación del atentado.
¿Dónde está la justicia?
El 9 de agosto de 2005 un decisión histórica y sin precedentes fue tomada por un panel de tres jueces en el caso de los Cinco. Con una poderosa decisión de 93 páginas que le otorgaba a los Cinco un nuevo juicio, los jueces del Onceno Circuito decidieron que la situación en Miami era una «tormenta perfecta» que les negaba de forma efectiva a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González el derecho constitucional del debido proceso.
Parte de esta «tormenta perfecta» descrita por los juices era la evidencia de los complots terroristas que los Cinco habían monitoreado mientras infiltraban las organizaciones extremistas de Miami. La jueza del juicio Joan Lenard rechazó la mayoría de esa evidencia como irrelevante.
Un nuevo juicio para los Cinco fuera de Miami sin duda alguna los hubiera exonerado. Sin embargo, la mano de la administración Bush intervino el año pasado, cuando el Fiscal General de Estados Unidos Alberto Gonzales apeló la victoria de los Cinco, para tratar de echar atrás la decisión del panel de realizar un nuevo juicio.
Desafortunadamente, el pleno de la Corte del Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones revocó la victoria de los Cinco. Decidió de forma ignominiosa el 9 de agosto de 2006, que los Cinco habían recibido un juicio justo en Miami y que la jueza Lenard de forma apropiada les negó un cambio de sede.
Mientras George W. Bush envía bombas y destrucción que causan la muerte a iraquíes, afganos y soldados norteamericanos – todo en nombre de una supuesta guerra contra el terrorismo – se ha mantenido completamente silencioso acerca de los terroristas cubano-americanos que residen en Estados Unidos.
Sus acciones son las de cuidar a los terroristas cubano-americanos. La Agencia de Seguridad de la Patria esperó dos meses completos antes de arrestar a Luis Posada Carriles después que éste entró ilegalmente en Estados Unidos el año pasado. Cuando finalmente se vieron obligados a detener a Posada el 17 de mayo debido a una conferencia de prensa que éste dio esa mañana, los fiscales evitaron acusarlo de crímenes más serios, como el atentado al avión de Cubana.
En su lugar, la única acusación formal contra Posada hasta la fecha es la de entrada ilegal. Hasta el punto de que si las autoridades actualmente puedan estar investigándolo por su papel en varios atentados con bombas a hoteles cubanos en 1997, probablemente sea para evitar procesarlo por el atentado al avión. Esto es porque Bush padre era director de la CIA en el momento del atentado al avión; Posada fue un operativo de la CIA durante largo tiempo.
Que Bush y los presidentes anteriores no hayan visto que los terroristas de Miami existen, organizan complots y llevan a cabo ataques con total impunidad es más que una omisión. El fenómeno terrorista de Miami es financiado, armado y tiene el visto bueno de la CIA, el FBI y otros brazos del gobierno.
Existe una inmensa cantidad de evidencia que prueba sin ninguna duda, que el terrorismo contra Cuba es parte de la política del gobierno de Estados Unidos.
Si el gobierno no escucha a la justicia y la razón en el caso de los Cinco, si por el contrario escoge procesarlos de forma vengativa para mantenerlos encerrados durante años por atreverse a defender a su patria, entonces le corresponde al pueblo luchar aún más por su libertad. La misión de los Cinco no era solamente salvar vidas cubanas, sino proteger a todas las potenciales víctimas de la mafia de Miami, incluyendo a los norteamericanos.
El pueblo norteamericano apoyaría a los Cinco si solo conociera de su causa y su misión. El 11 de septiembre y Oklahoma son recordatorios permanentes del horror del terrorismo. El terrorismo contra el pueblo de Cuba no es menos criminal. Más de 3400 cubanos han muerto por los ataques terroristas originados en Estados Unidos.
La justicia demanda que los cinco activitas antiterroristas cubanos sean liberados inmediatamente. Adicionalmente, Posada debe ser extraditado a Venezuela o procesado completamente en Estados Unidos por el atentado al vuelo 455 de Cubana de Aviación.
Gloria La Riva es coordinadora del Comité Nacional Free the Cuban Five en San Francisco. [email protected]