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El historial de investigaciones judiciales inacabadas que acumula el portavoz del PP investigado por el caso de facturas falsas de “Terra Mítica”

Eduardo Zaplana, «camina o revienta»

Fuentes: Rebelión

La vida política de Eduardo Zaplana ha estado plagada de escándalos económicos de los que, no sólo ha salido indemne, sino que parece que le hayan ayudado a escalar a cargos cada vez más importantes. Tras un paso por las extintas juventudes de UCD, Zaplana ingresa en el Partido Popular, en el momento en que […]

La vida política de Eduardo Zaplana ha estado plagada de escándalos económicos de los que, no sólo ha salido indemne, sino que parece que le hayan ayudado a escalar a cargos cada vez más importantes. Tras un paso por las extintas juventudes de UCD, Zaplana ingresa en el Partido Popular, en el momento en que un Juez en Valencia investigaba un delito de tráfico de drogas en el que estaban implicados militantes de este partido. En las escuchas telefónicas se descubrieron otros delitos con los que se financiaba ilegalmente el PP y se enriquecían sus dirigentes. En esas conversaciones Eduardo Zaplana demuestra su habilidad para cobrar comisiones y su ansias de riqueza. Sin embargo, el conocimiento de estas conversaciones no supuso ningún obstáculo en su carrera. Algunos ejemplos: Zaplana hablado de negocios, «A lo mejor se queda con el solar y hacemos ahí una cosilla, ¿eh? Tú haces de intermediario de la venta, que yo no puedo, y tú pides la comisión a Javier Sánchez Lázaro. ¿Eh? Y luego nos la repartimos bajo mano«; refiriéndose a la política, «Pero me tengo que hacer rico porque estoy arruinado, Boro… ¡Ay… !, tengo que ganar mucho dinero, me hace falta mucho dinero para vivir. Ahora me tengo que comprar un coche. ¿Te gusta el Vectra 16 válvulas?«

Tras este escándalo, en 1991 se presenta como cabeza de lista del PP a la alcaldía de Benidorm, no ganó las elecciones, pero ¡qué importa!, en solo una noche consiguió convencer a una concejala del PSPV-PSOE para que traicionara a sus votantes y fuese determinante su voto para la elección del cabeza de lista de los conservadores. La tránsfuga Maruja Sánchez y su familia han cobrado más de 260 millones de la administración desde que pactaron con Zaplana. Recientemente se ha desvelado, con todo lujo de detalles, una estafa millonaria en Benidorm. En el vídeo, Agustín Carlos Imaz Alcaide cuenta cómo que participó en la compra fraudulenta de unos terrenos, hace más de 15 años. En la estafa se utilizó un falso Documento Nacional de Identidad y se manipuló un otorgamiento de poderes que, más tarde, sirvió para que el constructor-promotor, Alfonso Ramos Martínez, se apropiara del terreno a espalda de su verdadero titular, Ricardo Lapeyre Rubio. La operación rondó los 400 millones de pesetas y le aportó al «nuevo propietario» 2.000 millones de beneficios en la construcción de la urbanización que pudo servir para comprar el voto tránsfuga que dio la alcaldía al PP.

Tal manera de llegar a la alcaldía no le restó credibilidad, sino que José María Aznar se fijó en este individuo para arrebatar la Generalitat Valenciana, hasta entonces feudo del PSPV-PSOE. Una vez en la Generalitat, era famoso por no escatimar dinero de los valencianos para poner buenos sueldos a periodistas y subvenciones a medios de comunicación, no sólo de Valencia sino, también, de Madrid. En diciembre de 2001, Francesc de P. Burguera escribió un artículo llamado «¿TVV o fondo de reptiles?» en el que denunciaba el fichaje de la Televisión Valenciana del periodista madrileño Julián Lago para dirigir el programa Panorama de actualidad. Burguera contaba que «el montante de la ficha asciende a 3.500.000 de pesetas por programa en concepto de dirección, presentación, formato y producción asociada. Todo lo referente a decorado, técnicos, realización, cámaras y pago a los invitados al programa, alguno de los cuales llega a cobrar ¡500.000! pts. por sesión corre por cuenta de TVV. Sumando todos los conceptos, cada emisión de Panorama de actualidad le cuesta a TVV unos 25 millones. Es decir, nos cuesta a los valencianos que somos quienes al final hemos de pagar el déficit de Canal 9 que asciende ya a 50.000 millones de pesetas. Toda esta millonada por programa para una audiencia que no pasa de los 35.000 espectadores. Otro espacio titulado El Faro de Alejandría tiene una audiencia todavía menor: entre 8.000 y 12.000 espectadores. Pero cada emisión del mismo nos cuesta nueve millones de pesetas, de los cuales, su director, Sánchez Dragó, cobra dos«. El autor de este artículo, prestigioso periodista valenciano, fue despedido sin motivo aparente por la agencia OTR Press, que pertenece a Europa Press.

Otros fichajes de Zaplana han sido Pilar Ferrer, colaboradora de La Razón, y Luis Herrero. Pero el más sonado fue el de Barbara Rey, «actriz» contratada inicialmente para aparecer en el el programa de telebasura «Tómbola». Cuando se supo que sus declaraciones iban a desvelar una supuesta relación con Juan Carlos I, se suspendió el programa (caso único en la corta democracia) y se le concedió un programa de cocina en Canal 9. Así, Zaplana se aseguraba una fluida relación con la Casa Real.

Al entonces presidente de la Generalitat no le bastaba con tener periodistas a sueldo, sino que intentó crear varios grupos de comunicación. El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) concedió en 1998 un préstamo de 90 millones de pesetas (541.000 euros) a la mercantil Grupo de Comunicación Arco Mediterráneo, editora del citado diario, integrada por un entramado empresarial afín al Partido Popular, para la «ampliación, instalación y equipamiento de cuatro redacciones en Alicante, Benidorm, Elda y Elche». El diario La Prensa, vio la luz el 15 de noviembre de 1997 y dejó de publicarse el 1 de mayo de 2000. En otro intento, el actual portavoz del PP en el Parlamento, intermedió con la multinacional francesa Bouygues para que este grupo, accionista de referencia de la sociedad Aguas de Valencia (AVSA) con un 31,10% de su capital, hiciera inversiones en el sector de medios de comunicación de la región valenciana a través de su participación, acorde con los intereses de la derecha valenciana.

Bajo este paraguas mediático Eduardo Zaplana puso en marcha diferentes proyectos con un coste económico desmesurado, pero de los que falta demostrar sus beneficios sociales para los valencianos. También contrató al cantante Julio Iglesias para mejorar o dar a conocer la imagen de la Comunidad Valenciana en el extranjero, pero en esa turbia relación está probado que se ordenó pagar a la mercantil International Concert 350.000 dólares sin justificar, con facturas falsas y a ingresar en paraísos fiscales, algo que está siendo investigado por la justicia. Tras tal provechoso trato, Julio Iglesias se ha sumado a los especuladores de suelo en territorio valenciano, siendo socio en múltiples operaciones urbanísticas.

Durante su mandato en el Ministerio de Trabajo, los escándalos siguieron aumentando, contrató una campaña institucional sin cumplir los requisitos legales según informe del Tribunal de Cuentas. El fiscal debe decidir ahora si hay responsabilidades contables o penales.

Uno de los «proyectos estrella» de Zaplana durante su periodo como de presidente de la Generalitat Valenciana fue el parque de atracciones «Terra Mítica», situado en Benidorm, en unos terrenos forestales que sufrieron un incendio. Este parque ha sido un absoluto fracaso económico, hoy en suspensión de pagos, ha sufrido múltiples vaivenes en sus sociosy diversas operaciones «acordeón» para enjuagar pérdidas. Actualmente continúan como socios capitalistas en el proyecto las cajas valencianas CAM y Bancaja, que han sido obligadas por la Generalitat Valenciana a seguir invirtiendo en una empresa con unas pérdidas multimillonarias. Cantidades que pagan los valencianos vía presupuestos y vía cajas de ahorro públicas. Tantas pérdidas no parecían normales y en una inspección de la Hacienda Pública se descubrió la comisión de diferentes delitos. Entre ellos, la existencia de una trama de facturas falsas, al parecer no tanto para defraudar al fisco, que también, sino para cobrar comisiones ilegales, muchas de las cuales irían a parar al propio Eduardo Zaplana. Así se lo han contado dos empresarios procesados por este delito fiscal a dos diputados del PSPV-PSOE. Estos dos diputados, han presentado una denuncia por los anteriores hechos ante el Fiscal, que ha sido admitida y esta en fase de investigación.

De origen humilde, hoy Zaplana es multimillonario, sólo conociendo una pequeña parte de sus propiedades entre las que destaca un piso en la Castellana de Madrid y un exclusivo chalé en la costa. En su «descargo» se comentaba que su fortuna se debe a su matrimonio con Rosa Barceló, hija de un conocido empresario hostelero de Benidorm. Aunque a su sueldo de político sumemos las rentas que pueda percibir por la propiedad de un «aparthotel» siguen sin salir las cuentas.

No basta la mera denuncia ante el fiscal, los anteriores hechos, conocidos públicamente, se merecen al menos una querella, a la que deberían sumarse todas las organizaciones que se autoproclaman de izquierda y defensoras los ciudadanos.