27 tuits neorrabiosos. «Sólo existe la infancia, lo demás es probarse máscaras»; «la derecha no tiene ideales, y la izquierda prefiere tenerlos a cumplirlos»; «para qué quieres llegar a la cima. Allí no hay más que soledad». Grandes frases de la historia. El dictador Franco aparece en una fotografía realizando el saludo marcial junto al […]
27 tuits neorrabiosos. «Sólo existe la infancia, lo demás es probarse máscaras»; «la derecha no tiene ideales, y la izquierda prefiere tenerlos a cumplirlos»; «para qué quieres llegar a la cima. Allí no hay más que soledad». Grandes frases de la historia. El dictador Franco aparece en una fotografía realizando el saludo marcial junto al monarca emérito Juan Carlos de Borbón, a quien espeta: «Te seré Franco». El PSOE crea la ONG «Save the Sistem». O un videojuego educativo denominado «Free Palestine/Israel Invaders». Son algunos contenidos del contraperiódico «LSD Herald Tribune», subtitulado «Ni ricos ni progres», con el que termina el número 43 -actualmente a la venta- de la revista libertaria Ekintza Zuzena. El miniperiódico es una de las pocas secciones -además de Música, Libros y Breves- de esta publicación surgida en 1988 en Bilbao, cuyo colectivo editor entiende el ideal libertario «como algo no cerrado, en permanente cuestionamiento y crítica». Los anuncios imaginarios, fotomontajes y comentarios del «LSD Herald Tribune» no constituyen una sección baladí de la revista, sino que en cierto modo la definen: «El humor es un instrumento muy valioso de crítica social», expresa el colectivo editor.
El número 43 de Ekintza Zuzena (anualidad 2016-2017) cuenta con 200 páginas y una veintena de artículos, la mayoría extensos, de trasfondo critico. Por ejemplo, Andeka Larrea aborda la «gentrificación» en el casco histórico de Bilbao (Zazpikale). Una ciudad históricamente vinculada a la hegemonía de la fábrica, los astilleros, el puerto y el acero -una de las más industriales de Europa- se transfiguró en la franquicia «Guggenheim». Desde mediados los años 90, el Bilbao del pasado se convirtió en un espacio degradado que se debía «regenerar». Andeka Larrea destaca el plan del consorcio público-privado Bilbao Ría 2000, que se dedicó a este cometido. Hoy Zazpikale se encuentra «en el momento más crítico de gentrificación comercial y ‘turistización’, así como de operaciones inmobiliarias especulativas».
Carlos «Pote» Hernández, del colectivo SalHaketa Bizkaya, vira hacia otros asuntos, en los que toma como punto de partida las operaciones represivas «Columna» (cinco detenidos, en noviembre de 2013), «Pandora» (11 arrestados, en diciembre de 2014) o «Piñata» (otros 39, en marzo de 2015). «Se busca aleccionar a la sociedad sobre el ‘terrorismo anarquista’, de modo que quede aislada del mensaje libertario». El artículo explica que muchos de los detenidos poseían -«o no, pero se les acusaba de tenerlos o redactarlos»-, libros como «Contra la democracia», de los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), a los que informes policiales de 2014 calificaban de «organización con fines terroristas»; otros textos que contribuían a la criminalización eran «El placer armado», de Bonanno; o «La insurrección que viene», del Comité Invisible. Hernández subraya que periódicos como El Mundo afirmaron, en noviembre de 2015, que los GAC eran una «banda terrorista» responsable de las bombas en las catedrales del Pilar (Zaragoza) y la Almudena (Madrid); y ello, «antes de cualquier sentencia judicial».
En el cumplimiento del 20 aniversario de la revista (mayo de 2008), Ekintza Zuzena («acción directa», en euskera) echaba la vista atrás y recordaba el nacimiento -a finales de los 80- en un contexto de gran efervescencia cultural y política: la Okupación, el antimilitarismo, la música y la contrainformación centrada en el medio libertario vasco. Se reclama como una publicación «ligada a la tradición de los fanzines». Desde el primer número, Ekintza Zuzena se ha presentado a los lectores como una revista «colectiva, no profesional y no comercial, que rechaza la inclusión de publicidad y no cuenta con subvenciones». Distribuida por canales «alternativos» en Euskal Herria, el estado español, Europa y América Latina, la publicación se financia a partir de las ventas (de la revista y otros materiales), aportaciones o conciertos. En cuanto al idioma, la edición dirigida a Euskal Herria cuenta con artículos en castellano y euskera, mientras que una segunda edición se lanza íntegramente en castellano.
Entre las colaboraciones de la última edición figura una del colectivo Tokata: «Motivos, condiciones y posibilidades para una lucha social anticarcelaria». Sitúa el foco en los FIES (Ficheros de Internos de Especial Seguimiento) y en la «dispersión», mecanismos «que van de la mano y surgieron al mismo tiempo como medidas de excepción dentro de la ‘lucha del Estado contra el terrorismo'». Subraya además cómo desde los inicios de 2016 un grupo de presos realiza huelgas de hambre, de patio, de silencio y ayunos mensuales. Se denuncian situaciones de abuso y tratos vejatorios contra los reclusos, al tiempo que se articula «una propuesta de lucha colectiva». El texto del grupo Tokata reivindica la vigencia del llamamiento que en octubre de 1999 realizaron los presos en régimen de aislamiento de Soto del Real (Madrid). Convocaban a la creación de un «espacio de lucha», que uniera la combatividad de los presos con el apoyo exterior -fueran las Madres Unidas Contra la Droga o los grupos anarquistas- para, así, tratar de erradicar las torturas y los malos tratos.
Diferentes artículos de la revista abordan los efectos de las nuevas tecnologías, como la reflexión de Joan Liébana sobre los smarthpnones y las redes sociales. La primera crítica, y tal vez la más olvidada por elemental, es la que apunta a los materiales de construcción de los celulares; el condensador de los teléfonos móviles se fabrica con coltán, «un mineral escaso en el planeta por el que se libran guerras desde 1998», apunta Joan Liébana Tardío. Entre el citado año y 2003 la cifra de muertos podría alcanzar los siete millones. De hecho, el genocidio del Congo se sitúa en el segundo lugar en número de muertes tras la Segunda Guerra Mundial. Las tareas de extracción también dan lugar a miles de muertos y enfermos, por la exposición a la radioactividad de los minerales que se hallan soterrados junto al coltán. La cadena de afecciones continúa con el traslado del mineral a fábricas chinas del sudeste asiático, como el gigante Foxconn, que ensambla dispositivos para Apple y otras marcas. «En la planta industrial de Foxconn se han suicidado decenas de trabajadores», recuerda el autor del artículo, por el trato inhumano que reciben. La revista empieza con unas palabras de la anarquista y cristiana Simone Weil sobre la esperanza en el socialismo, intercala las viñetas de Roger y también las entrevistas al portal libertario OACA y la página Web de contenido anarquista Alasbarricadas.
Se informa en la revista acciones de ámbitos concretos, como la de dos gasteiztarras que se negaron a participar en una mesa electoral en los comicios europeos de 2014. Otras de calado internacionalista, como la entrevista al colectivo Karakok, que se refiere al potencial del movimiento anarquista en Turquía. Poco a poco ha experimentado un crecimiento. «Está formado principalmente por individualidades, grupos autónomos, plataformistas, insurreccionalistas y anarco-comunistas». La represión perpetrada por Erdogan es conocida. «Las cárceles están superpobladas y el gobierno se jacta de haber construido en los últimos cinco años los dos mayores palacios de justicia del mundo». Otro artículo, de Kostas Floros y Basilis Chatzigavriil, sobre «Crisis y rebelión en Grecia» resalta que, a pesar de las movilizaciones, «enfrentamientos que duraron horas, incendios de los bancos y otros edificios, se aprobaron las medidas de austeridad». «La acción directa en la calle por sí sola no trae resultados», concluyen. Además, consideran que el auge de Syriza «hizo mucho daño al movimiento».
Diferentes textos se aproximan a la idea de la militancia. En «Breve diagnóstico del entorno asambleario», Kepa Aurtenetxe señala: «Cada vez nos comunicamos más de forma virtual mediante soportes que necesitan estar ‘on line’, lo que da como resultado un abandono de la vida en la calle». Una de las dificultades radica en el descrédito de la militancia: «La figura de la persona activa y organizada está cada vez más devaluada, es poco atractiva y está alejada del día a día de la gente». Esti Redondo, integrante de diferentes movimientos sociales, propone en «Partiendo del cuidado» una revisión en algunos de los métodos. Por ejemplo el «todo o nada», entendido como la militancia durante las 24 horas del día. También la obligación de asumir siempre ideas «a la contra» del sistema, lo que psicológicamente puede resultar agotador y restar capacidad creadora.
En el debate interviene, en un artículo de diez páginas, Omar López, de la distribuidora alternativa TDT, quien resume: «Nuestro nivel teórico están en 100, pero nuestro hacer práctico en uno». Critica la asimilación de militancia a «colegueo» y el abuso de consignas como «si no se puede bailar, no es mi revolución». El activista considera que la militancia no debería implicar un sufrimiento permanente, pero «hay muchas tareas poco agradecidas». «Creo que va siendo hora de exigirnos responsabilidades», añade. «La revolución no se hará con superhombres nietzscheanos, sino con personas con prejuicios, tabúes y lastradas por ideas machistas y racistas», remata Ruymán Rodríguez, de la Federación Anarquista de Gran Canaria. El número 43 de Ekintza Zuzena incluye artículos sobre las experiencias de coordinación y lucha autónomas y libertarias en Euskal Herria; anarquismo y liberación animal; los sexos y sus diferencias; la memoria de los bucaneros y los quilombos (comunidades de resistencia en el siglo XVII) o el etnocidio gitano.
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