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La banca necesitaría todo el beneficio de más de cuatro años para sanearse

El agujero especulativo de las entidades financieras se costeará en gran parte con dinero público

Fuentes: Expansión

El plan sería facilitar que los grandes bancos continuaran absorbiendo las cajas y las entidades con dificultades, con el Estado cubriendo el agujero de sus activos tóxicos como se ha hecho con la CAM y otras entidades, sin excluir el banco malo financiado con fondos públicos como instrumento.

El saneamiento de los 50.000 millones de activos tóxicos inmobiliarios que contaminan los balances de la banca española y el acopio de los 18.000 millones de capital para cumplir con la norma europea requerirían que la banca española dedicase a este fin las ganancias totales de más de cuatro años.

El sistema financiero español tiene tarea por delante. Según afirmó el viernes el ministro de Economía, Luis de Guindos, las entidades aún tienen por sanear ladrillo por unos 50.000 millones de euros, y esto después de que desde comienzos de la crisis hayan realizado provisiones por 105.000 millones de euros, una cifra equivalente al 10% del PIB.

De Guindos explicó, en una entrevista al diario Financial Times, que «en la gran mayoría de los casos, pueden obtener (estas provisiones adicionales) de los beneficios y podría hacerse no en un año, sino en varios». Según los cálculos realizados por Expansion.com necesitarían algo más de tres años de ganancias, asumiendo que en los próximos ejercicios conseguirán repetir el beneficio de este año, que rondará los 15.600 millones (fue de 7.835 millones hasta junio).

Pero la banca española tiene otra tarea pendiente, además del saneamiento inmobiliario: cumplir con los nuevos requisitos de capital que ha impuesto la Autoridad Bancaria Europea (EBA) a las entidades sistémicas de la UE. En el caso español, el déficit de solvencia asciende a 26.200 millones, que se reducen a unos 18.000 millones si se tiene en cuenta que las entidades pueden convertir en acciones (capital de primera categoría) los bonos convertibles que tienen emitidos.

Los requerimientos de la EBA entran en vigor el próximo junio, el plazo máximo para que las entidades alcancen una ratio del 9% de coreTier1. De hecho, los bancos españoles no cuentan sólo con la generación orgánica de capital para lograrlo y, en la mayoría de los casos, ya han puesto en marcha medidas alternativas, como la venta de activos o el canje de preferentes por acciones.

La incógnita de los dividendos Pero, al menos hasta la fecha, los bancos españoles no han renunciado a retribuir a sus accionistas y siguen pagando un pay out (porcentaje del beneficio que se destina a pagar dividendos) próximo al 50%. En 2010, los cargos asumidos por este concepto fueron de 7.194 millones, según se desprende de la Memoria de Supervisión del Banco de España.

Si las entidades tienen que incrementar las provisiones, sus beneficios se reducirán drásticamente y, con ello, el pago a los accionistas. Según un informe que publicó BPI la semana pasada, la banca mediana española entraría en pérdidas ya en los próximos trimestres si se les obligara a aumentar las provisiones para inmuebles hasta el 50% (desde el 30% actual) o si tuviesen que reconocer un descuento adicional del 20% sobre estos activos.

Pero, como adelantó ayer De Guindos, el ajuste podrá diluirse en el tiempo. Según un analista de WestLB, citado por Bloomberg, se les concederán varios años para terminar el saneamiento: «Las autoridades, el Gobierno y los reguladores españoles, no quieren ahogar completamente la economía matando a los bancos y complicándoles la vida para poder prestar».

El ajuste, sin embargo, tampoco se puede procrastinar mucho tiempo. Y además, como reconoció el propio De Guindos, no todas las entidades serán capaces de obtener las provisiones necesarias con la generación de beneficios. Así que toma fuerza el mensaje que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzó en el discurso de su investidura: la solución tiene que pasar por la reestructuración del sector mediante fusiones.

Tampoco queda del todo descartado que el Gobierno acceda al fin a crear un banco malo. Se da por hecho que, en todo caso, no será un banco sistémico, sino que sólo servirá para aquellas entidades más débiles que no pueden sanearse con sus propias fuerzas. Estas mismas deberían ser las candidatas a ser absorbidas por las fuertes en la próxima ronda de fusiones.

Fuente: http://www.expansion.com/2012/01/05/empresas/banca/1325767784.html