Recomiendo:
0

El cambio político y social en Euskal Herria no pasa por las instituciones

Fuentes: corriente[a]lterna

No sería de extrañar que cualquier periodista manipulador de la Brunete mediática al leer este titular, escrito por anticapitalistas vascos, dijese que: situándose en el actual debate que sostiene el MNLV, este planteamiento viene a reforzar la vía armada, el terrorismo de ETA. Pues no es así, las estrategias y los métodos de lucha de […]

No sería de extrañar que cualquier periodista manipulador de la Brunete mediática al leer este titular, escrito por anticapitalistas vascos, dijese que: situándose en el actual debate que sostiene el MNLV, este planteamiento viene a reforzar la vía armada, el terrorismo de ETA. Pues no es así, las estrategias y los métodos de lucha de las gentes antisistema se encuentran en las antípodas de la violencia de ETA. Esta organización se debe disolver, su inutilidad, fracaso y efecto contraproducente van de la mano del rechazo y la reprobación expresada por la inmensa mayoría de la sociedad vasca.

La creciente involución democrática, el recorte de libertades y derechos civiles y políticos, junto a la escalada represiva practicada por el Estado y el gobierno de Patxi López han concitado una movilización unitaria muy importante en Donostia al calor de los sindicatos. Sin embargo, también está desatando una guerra sin cuartel entre todas las formaciones políticas legales e ilegalizadas, viejas y nuevas, por el asalto a las instituciones en el horizonte de las elecciones locales y forales. Si algo se puede demostrar en la actual situación es que la obcecación por el electoralismo y los intentos de robo o de ocupación de espacios electorales de unos sobre otros es una actividad inútil, salvo para los profesionales de la política. La ciudadanía es cada vez más distante en este sentido.

Por el contrario, nosotros entendemos que son prioritarias las luchas sociales para parar y rechazar las nefastas consecuencias sociales (paro, exclusión social, precariedad, privatización y deterioro de los servicios, etc.) derivadas de la aplicación de políticas y medidas a favor de las rentas de capital en el actual contexto de crisis sistémica y multidimensional. A su vez, necesitamos acabar con el deterioro continuo de la ya escasa calidad democrática del Estado. Hoy, plagada de casos de corrupción, represiones, restricciones y privaciones de derechos y libertades. Cuestiones ineludibles para que la ciudadanía ejercite el libre derecho democrático de poder participar y decidir tanto sobre los aspectos que afectan a la vida cotidiana (TAV, Supersur…) como sobre los aspectos que afectan a nuestro futuro.

Defendemos que la actual «estrategia eficaz» no pasa, principalmente, por conquistar puestos en las instituciones. Pasa por trabajar para recuperarnos de la derrota económica política y social a la que nos están sometiendo el capitalismo y los poderes económicos. Pasa por romper la tendencia a la desmoralización y la desmovilización social, que han provocado no solo las políticas de gobiernos y empresarios, sino los propios errores y fracasos de las izquierdas en el pasado. Trabajando por la reorganización de la ciudadanía desde las empresas, las asambleas, con el apoyo y la unidad de las luchas, pasando por el trabajo en los barrios, pueblos, escuelas, universidades y buscando la recuperación, reorganización y unidad de los distintos movimientos sociales, contando con los planes y propuestas de movilización de los sindicatos. Todo ello en la perspectiva de levantar un nuevo movimiento político-social: Contra la crisis y por el derecho a decidir sobre todo aquello que nos (pre)ocupa.

Esa sería una buena estrategia para trabajar por un cambio en la correlación de fuerzas entre el poder de la sociedad civil y la ciudadanía movilizada frente a los poderes económicos de los gobiernos y las patronales.

Solo así se podrá impedir que el PSE y PP sigan manteniendo la antidemocrática Ley de Partidos, el encarcelamiento de los líderes de la izquierda abertzale oficial y el secuestro de sus votantes, así como contrarrestar la demagogia y el oportunismo de un PNV siempre en defensa de sus intereses de clase.

Si la organización de la izquierda abertzale resultante del debate final opta por priorizar la exclusividad de las vías políticas, sería muy positivo; pero un Polo Soberanista exclusivo para independentistas y social-liberales, solo podría ayudar a la vuelta a las instituciones, pero no a recuperar ni la ilusión, ni la energía suficiente para generar cambios objetivos.

En el campo de los colectivos declarados como anticapitalistas sucedería igual. Por más declaraciones y propaganda que se haga, no se podrá cosechar ningún avance real si no se trabaja con todas nuestras energías, por la recuperación del tejido social, la movilización y los valores que decimos sostener. Lo demás es todo un gran circo.

Marcelino Fraile, Lidia Rekagorri, Igor Usabiaga son militantes de Ezker Alternatiboa.

Fuente: http://www.anticapitalistas.org/node/4486