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Entrevista con Bernat Muniesa, presidente de Unitat Cívica per la República de Catalunya

«El consumismo y la carencia de cultura política contribuyen a corromper las ideas de libertad, igualdad y fraternidad»

Fuentes: Rebelión

Acto por la República en la Plaça de Sant Jaume de Barcelona, el 14 de abril a las 19.00 horas.

cartel de la convocatoria

Bernat Muniesa, doctor en Historia y licenciado en Sociología, es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Barcelona. Entre sus obras de ficción destacan Rumor sin límites y su obra teatral Durruti. Su ensayo más reciente, publicado en Los libros de el Viejo Topo en 2008, lleva por título Libertad, liberalismo, democracia. Es también autor del guión cinematográfico de Amor en rojo.

¿Qué es la Unitat Cívica per la República (UCR)? ¿Cuáles son sus objetivos básicos?

Inicialmente hacer pedagogía: vincular la idea republicana a la democracia y al federalismo.

¿Por qué es tan importante cultivar la tradición republicana española (y catalana desde luego)?

Porque en España, muy especialmente, el concepto de república va unido a dos momentos clave de su historia, dos paréntesis efímeros en que el poder escapó al control de Los de Siempre (las oligarquías que creen que este país es una finca de su propiedad y los ciudadanos sus aparceros): fueron, naturalmente, la I y II Repúblicas. Hoy, por ejemplo, el Partido Popular representa a esas oligarquías (Franco desencadenó y ganó la Guerra Civil en nombre de ellas, con la ayuda de Hitler y Mussolini).

Y, respecto a Catalunya, no olvidemos que Francesc Macià, el 14 de abril de 1931, proclamó la «República Catalana en la confederación de los pueblos de Iberia». Y no olvidemos tampoco que Lluís Companys fue fusilado por el franquismo. Por otra parte, al estallar la Guerra Civil había una perspectiva federalista.

¿Lo vuestro, la finalidad básica de UCR, es sólo cultivar la memoria histórica o pretendéis también alcanzar una III República?

Recuperar la memoria es una primera fase. Progresivamente habrá que abrirse a actividades más políticas desde un punto de vista práctico.

¿Qué características tendría, en tu opinión, esa nueva República que quedaría enmarcada en esas actividades de tipo más político?

Democracia, repito, sin apellidos, es decir, ni «orgánica» (la llamaban así los fascistas) ni «popular» (la llamaban así los estalinistas) ni «liberal» (la llaman así los capitalistas, que cuando les falla recurren al fascismo). Si hubiera que colocarle un apellido sería el de «social».

¿Crees que la ciudadanía está interesada en estos temas?

Creo que el consumismo y la carencia de una educación cívica y de una cultura política, primeros pasos para construir una República Democrática y Social, contribuyen a corromper la idea de libertad y erradican las de igualdad y fraternidad. Sin embargo, en estos tiempos críticos creo que esas perspectivas volverán a un plano actual amplio. Tengo esperanza en la gente joven.

Se comenta en ocasiones que también hay sectores de la derecha (de la derecha más rancia, para ser más preciso) que están por la República y que es mejor una Monarquía como la que tenemos que una República presidida por José Mª Aznar por ejemplo. ¿Qué te parece este argumento?

Esa derecha, que mayoritariamente, en España, es extrema derecha, se siente incómoda incluso con una Monarquía Constitucional como la existente que, entre otras cosas -no lo olvidemos- legitimó el genocidio franquista. Recordemos que a Adolfo Suárez lo pusieron Ellos (Los de Siempre) y finalmente lo echaron también Ellos, porque pretendía organizar una derecha moderada. Recordemos que los intentos posteriores de organizar esa derecha moderada (Roca Junyent-Garrigues Walker, por ejemplo, o Herrero de Miñón) también fracasaron.

Me han llegado rumores de que estáis pensando en vindicar un Museo histórico de la resistencia antifranquista. ¿Podrías explicarnos en qué consistiría? ¿Qué os está rondando por la cabeza?

Bien. Esto proviene de una reunión de unos historiadores (Espinet, Bonamusa, Muniesa…) con el conseller de Cultura (Joan Manel Treserras, de ERC) de la Generalitat, el pasado día 26 de marzo. Nos propuso que avaláramos la construcción de un Museo Catalán de Arqueología (¿!). Le dijimos que era mucho más perentorio organizar un Centro de Homenaje a las Víctimas de la Resistencia Antifranquista y del Exilio (espacio para archivos e investigación para las nuevas generaciones, conferencias, coloquios…). Contestó que no podía ser y volvió a insistir en el Museo de Piedras. No llegamos a un acuerdo, aunque al salir (yo le había dirigido la tesis doctoral hace unos diez años, en la UAB) se me acercó y dijo que tomaba nota. Dudo, sin embargo, que se llegue a plasmar en una realidad.

De todos modos, quizá, los que asistimos haremos una «Carta Pública» reivindicando el tema.

¿Crees que, como se ha dicho recientemente -Herrero del Miñón, al que tú acabas de citar, por ejemplo-, la bandera republicana es una bandera anticonstitucional?

Que digan lo que quieran, porque la presente Constitución es precisamente anticonstitucional. Recordemos: esa Constitución -repito- legitima los crímenes franquistas. ¿Cómo puede ser constitucional esa Constitución? Y valga la paradoja. A quienes somos republicanos nos importa un bledo el anticonstitucionalismo monárquico.

¿Pensáis celebrar este 14 de abril en Catalunya? ¿Qué acto estáis organizando?

En lo que a mí respecta, y a la plataforma UCR de la que formo parte, sí. Haremos un acto constitucional y procuraremos que sea lo más pedagógico y amplio que podamos. En la Plaça de Sant Jaume de Barcelona, antigua plaza de la República, a las 19horas, el mismo lunes, 14 de abril. Toda la ciudadanía está invitada.

En el acto, conducido por Carme Samsa y José López, intervendrán Jaume Botey, Rosa Cañadell, Jordi Mir, Miquel Candel, Esther Vivas, Ramon Franquesa, Jordi Borja, Antonina Rodrigo, Montserrat Fernández-Garrido y yo mismo. Loquillo leerá un manifiesto que hemos elaborado para la ocasión.

Después, cambiaremos el nombre de la plaza, aunque sea por unas horas tendrá sabor republicano, y el grupo «catorzedabril» finalizará el encuentro con su espectáculo poético-teatral «Anda jaleo, jaleo».

[Ver cartel de la convocatoria]

Pero entre las personas que has citado hay gentes de orientaciones políticas muy diversas. ¿No crea eso confusión política?

No están -amigo mío- los tiempos para sectarismos. Hoy, por ejemplo, el Movimiento Anarquista está descompuesto: unos se han apropiado de las letras CNT, pero son sólo eso -y una librería en la c/Joaquín Costa-; otros se han recluido en la CGT, en Vía Layetana… Yo estoy relacionado con un sector «ateneísta» que opera en barrios para difundir cultura, e incluso cultura política, como las ideas republicanas: es el Ateneo Enciclopédico Popular, heredero de aquel poderos Ateneo del mismo nombre, en la calle del Carmen, que fue destruido por las tropas del general Yagüe el 26 de enero de 1939 (quemaron más de cien mil libros y actas de conferencias de Einstein, Unamuno, Strawinsky, Picasso…). En otro plano, lo que podríamos llamar Movimiento Comunista está disperso y cuarteado también. Santiago Carrillo fue uno de sus sepultureros. Recordad asimismo como Julio Anguita fue «defenestrado», cuando precisamente él era un promotor del republicanismo. Recordad también como el PSOE, en 1979, «echó a Marx» de su historia: nació el felipismo, una impostura. Aquel ardiente verano, el profesor Tierno Galván declaró en El País que «los poderes fácticos no tolerarán otro secretario general del PSOE que no sea Felipe González». Definitivo. Ya con los socialistas en el poder político se produjo un episodio que quiero comentar: a mediados de los años ochenta, Pepe Martínez, editor en París de Ruedo Ibérico, a quien conocí bien, fue a Madrid y solicitó una entrevista con Alfonso Guerra: le pidió ayuda para instalar la Editorial en Madrid o Barcelona. La respuesta fue: «No. Aquí la democracia se ha erigido sobre la amnesia». Ruedo Ibérico acabó desapareciendo y Martínez dando clases de francés en el Ateneo de Madrid. Se suicidó. Unos meses antes, estando yo en Madrid, lo fui a visitar al Ateneo. Allí me dijo lo siguiente: «Bernat, nosotros, los anarquistas y los comunistas, limpiamos los retretes del franquismo y ahora se han sentado en ellos los impostores». La infamia.

Para finalizar, ¿puedes señalarme un aspecto, sólo un aspecto del combate republicano actual que te parezca esencial?

En este instante tan frágil, para mí -insisto- la pedagogía y la difusión: encuentros, escritos en revistas y prensa, conferencias, coloquios…. Quizá pronto tengamos -ojalá- la sorpresa de un salto cualitativo en ese sentido, aunque la partitocracia actual es un enorme obstáculo. Confío, como he dicho, en la juventud.