Recomiendo:
0

«El día más largo» de Fidel llega al Festival de Cine de La Habana

Fuentes: Cubadebate

Una entrevista excepcional que permaneció en el olvido durante más de 50 años y fue encontrada por la cineasta Rebeca Chávez en medio de una búsqueda casi detectivesca, llegará a las pantallas del 33 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en la sección no competitiva «Hecho en Cuba». El protagonista es nada menos que el […]

Una entrevista excepcional que permaneció en el olvido durante más de 50 años y fue encontrada por la cineasta Rebeca Chávez en medio de una búsqueda casi detectivesca, llegará a las pantallas del 33 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en la sección no competitiva «Hecho en Cuba». El protagonista es nada menos que el joven Fidel Castro, en vísperas de su entrada en La Habana tras el triunfo de la Revolución.

Rebeca, una conocida directora de cine cubano, armó el documental «El día más largo» a partir de este precioso hallazgo que «dormía» en los archivos fílmicos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), sin su olfato de periodista, su formación de historiadora y su pasión por desentrañar sucesos que recorren toda su filmografía.

Hablamos mientras el «ojo» de una cámara de video filma el diálogo con el ruido de una Habana nocturna de fondo, y tengo la sensación de no estar conversando sobre hechos anclados en el pasado, sino sobre un modo contemporáneo de hacer cine donde la Historia siempre está en presente.

Rebeca ha entregado a Cubadebate una copia de «El día más largo», documental producido por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), para publicarla este 2 de diciembre -aniversario 55 del Desembarco del Granma-, pero antes nos narra los detalles de la realización de su película.

¿Cómo encontró la entrevista y dónde?

– Mientras investigaba para la serie Caminos de Revolución,  concretamente para el capítulo titulado «Antes del 59″, encontramos casi por casualidad la entrevista, en ese momento estaba solo en la ficha que consignaba su existencia pero no dispuse a tiempo del material, Pero no dejé de pensar que tal vez apareciera y gracias a la constancia de Zoila y Marlen del ICRT así fue. Revisé prácticamente todo lo que había de 1959.

Acuérdate de que en ese año el ICRT aún no se había fundado. Existía la cadena de radio y televisión CMQ, la más importante y que por supuesto, tenía corresponsales en muchísimos lugares, que estaba al tanto de lo que estaba pasando en Cuba y entre los materiales aparece esta entrevista, que es la segunda que le hacen a Fidel Castro en los primeros cuatro días de enero de 1959. La primera se la hicieron en Palma Soriano y esta es la segunda, que sucede en el Aeropuerto de Camagüey, el 4 de enero. Fidel venía al frene de la Columna número uno, desde Santiago de Cuba e iba rumbo a La Habana. Ignoro si Luis Navarro, el periodista que realizó la entrevista estaba en Camagüey porque era de allí o se encontraba allí…

– ¿Por qué se titula el documental «El día más largo»?

– Porque no son las 24 horas de ese 4 de enero, sino un día más largo, que empezó cuando Fidel se entera de la huida de Batista hasta su llegada a Camagüey. Son físicamente como cinco o seis días en la vida de una persona, pero en la historia, en la emoción, es -creo yo que puede ser asumido así- un solo día para Fidel. Es una misma secuencia de sucesos: Batista se va, huye, él organiza las tropas para la toma de Santiago de Cuba y él mismo no se cree que va a entrar tan rápido en Santiago.

– ¿Cómo logró armar algo así?

– Lo primero fue hacer una cronología de los sucesos fundamentales, que permitan al espectador situarse en el contexto de esos días. Diciembre de 1958 es uno de los meses más febriles de la Revolución, con la Batalla de Santa Clara, las tropas de Batista en las últimas y el Ejército Rebelde en la ofensiva final.

La Batalla de Santa Clara es un hecho crucial, porque allí colapsa realmente el ejército de Batista. La Columna número uno de Fidel estaba en ese momento en el Central América, cerca de Santiago de Cuba y es allí donde él se entera por radio de que Batista se ha ido.

En la entrevista que le hicieron en Palma Soriano él cuenta algunas cosas de lo que ha estado viviendo pero el sonido de esa entrevista está francamente en muy mal estado… cuando llega a Camagüey, creo que estaba más relajado (aunque sin dormir como el mismo dice) pero ya ha triunfado y cuenta con mayor detalle lo vivido. Es una larga entrevista, hecha para la televisión, que dura cerca de una hora…

– ¿Fue transmitida por la televisión ese día o después?

– No lo sé. Como todos los acontecimientos eran importantes y unos se sucedían unos detrás de otros, cada minuto era crucial y noticia pienso que esta entrevista, si es que se transmitió, tal vez no se llegó a televisar completamente. Era muy larga, estaba sin editar, y quedó ahí, hasta que la encontré.

-¿Cómo logró revivir una entrevista hecha por otra persona en otra circunstancia?

– Fue lo más interesante, y un reto. Pero después de tanto tiempo es un riesgo… pues quien la hizo originalmente tenía otros objetivos, los cruciales del periodismo. Es alguien que se dice a sí mismo: ahora tengo al protagonista esencial de la Historia que está sacudiendo a Cuba y él me la va a contar.

Y es eso lo que hace Fidel, contar, no solo lo que ha vivido ese 4 de enero de 1959 en el aeropuerto de Camagüey, sino lo ocurrido en los días precedentes, que él tenía muy frescos en su memoria. Va atrás, hace como un resumen, un viaje a su memoria. Él recuerda con mucha emoción a los caídos, las derrotas y lo que le espera. Imagínate, ahí está un Fidel de 32 años, en la plenitud de su belleza física, eufórico, un héroe absolutamente popular y tratando de explicar a los demás y a sí mismo lo que estaba sintiendo… que era increíble.

– ¿Cómo realizó el trabajo de edición?

– Desarmé por completo la entrevista. Recrear y reestructurar con la Editora. Fuimos para adelante y para atrás, y volví a los archivos tanto de la televisión como los del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, esa maravillosa oficina que tejió, que casi bordó, Celia Sánchez. Allí está todavía Elsa Montero que se sabe todas las fotos; me ayudaron mucho porque hay mucho material de esos días.

Tomé todo lo que había -volví a descubrir sobre todo muchas fotografía inéditas- y fui complementando con ese material la historia narrada por Fidel.

– ¿Cómo vincula el material fotográfico nuevo con el contenido de la entrevista filmada?

– Es apasionante hacerlo, por ejemplo, en un momento dado Fidel habla de que se ha reunido con Eulogio Cantillo -un general batistiano que lo traicionó- en el Central Oriente para que se rindan y ahí están las fotos. Comenta de la reunión con Rego Rubido, que era el jefe de la Plaza Militar en Santiago de Cuba en ese momento, y están las fotos y filmaciones de este encuentro en el Escandel, unas estribaciones cerca de Santiago de Cuba. Ves a Celia, a Vilma todos cansadisimos, en las negociaciones. Está cuando Raúl llega al Moncada en mismo día 1 y el cálido recibimiento popular de los santiagueros ya de madrugada, vamos dando constancia gráfica, testimonial, de todo lo que Fidel dice, que realmente ocurrió casi tal y como lo cuenta.

Es, como tú dices, un documento salvado del olvido, al que además lo sometimos a una serie de trabajos técnicos para limpiar la cinta, tener más definición en la imagen. Se digitalizó y ahora este material va a tener muchísimo más de vida.

– ¿Cuándo veremos este Día más largo?

– Va a estrenarse en dos lugares. Primero, el día 2 de diciembre en Cubadebate, y después se va a presentar en el Festival de Cine de La Habana, en la sección «Hecho en Cuba», que es no competitiva.

– ¿Por qué no estará en competencia?

– Fue mi decisión y así lo compartió el ICAIC. No creo que este material es para «concursar» tiene otros objetivos, aclaro que competir o concursar me encanta, es una manera de saber lo que se hace. No tiene nada que ver pero, además, este año soy jurado de Ópera Prima de Ficción, prefiero que se divulgue, que la gente lo conozca y no que compita. En síntesis no me gusta poner a competir un material con Fidel como protagonista.

Y en cierto modo, el documental ha pasado por una prueba que para mí era muy importante: la mirada de los jóvenes. La editora Kenia es una muchacha que ha trabajado conmigo en otros proyectos, anda por los 27 años y ella es el primer tamiz (importante) que utilizo para evaluar mi obra. Estaba muy motivada, se implicó mucho en la estructura que quería lograr y se enganchó con este material. También me pasó con Reynier que hizo los efectos ópticos. Él todavía estudia en la CUJAE y aunque son parte del equipo, también dicen lo que piensan… como debe ser. El asunto es que cuando uno -como cineasta- viaja a la historia, siempre tiene el terror y la angustia de que la gente lo reciba y sienta como una cosa lejana y vieja, sin interés… Los más jóvenes están aclimatados a ver en velocidad, tienen la idea de que con las nuevas herramientas tecnológicas están «informados» y sucede que pasan por la superficie de las cosas, con un estado de ánimo proclive a tener prejuicios con lo «histórico»… No creo que sea el caso, y tengo esa ilusión, por tratarse de esta imagen fresca y casi inédita de Fidel.

– ¿Qué importancia tiene la música en este documental? ¿Por qué utilizó el Quinteto Rebelde?

Si quieres tener una crónica de lo cubano, en cualquier época y con cualquier sonoridad, pues busca la música porque ahí está todo dicho con la sensualidad y picardía de nosotros y además se canta y se baila… La filmación del Quinteto Rebelde me motivaba desde que la ví por primera vez… Se sintetiza en esos planos eso que te digo. Piensa: estamos en la Sierra Maestra, en medio de la guerra, Fidel, Celia, Haydeé, el Dr. Martínez Páez y muchísimos rebeldes comen a mano limpia, se ríen mientras los del «Quinteto» tocan la guitarra y cantan esas coplas que anuncian una sabiduría popular que estará en el futuro. Faltan muchos meses de guerra todavía. Se ve en esos planos también un cariño y cercanía con esos hombres y mujeres que son nuestros héroes contemporáneos. El Quitento viene como anillo al dedo.

– Usted tiene una importante obra como documentalista. ¿Qué le aportó como realizadora este filme?

– Me puse frente a este material como si fuera la primera vez que hacía una película. Acumulo una experiencia y tal vez, solo tal vez, esté más segura o menos nerviosa, pero las interrogantes y las dudas son permanentes. Aquí, además de algo relacionado con la Historia, había la frescura de los personajes y las posibilidades de usar otros recursos narrativos para complementar visualmente la entrevista original. También la figura o personalidad de Fidel es muy atrayente y siempre uno se puede preguntar ¿qué hay de nuevo?

– ¿Se puede hablar de un cine eminentemente histórico?

– Sí se puede hablar. La historia es lo que uno no ha vivido. La etiqueta no viene por lo que se narra, viene por el apego a contar «tal y como fueron» o como se ha dicho que fueron los hechos, es decir, los espectadores esperan que tú repitas la historia que ya conocen o creen conocer y cuando eso no sucede pues se sienten traicionados. El detalle es que cada quien puede contar la historia según la vio o vivió o la manipuló para servirse de ella… ¿Te acuerdas del filme Rashomon?

El otro ángulo del asunto puede tener que ver con una manera aburrida, chata, exenta de conflictos o contradicciones con que a veces se presentan historias de la Historia, hacen como un lavado o desteñido del tema abordado y eso es poco atractivo en términos de cine que es de lo que hablo.

¿Es este un documental del pasado o del presente?

Las dos cosas. Es una historia del pasado que quiere prologarse en el presente. Después de todo es una aspiración muy antigua y que por suerte sucede todos los días. Todo empieza en el pasado.

Enlace al documental: www.youtube.com/watch?v=7xng1gG0bAc&feature=player_embedded

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/12/02/entrevista-fidel-llega-al-festival-de-cine-de-la-habana/

rCR