Lo que está ocurriendo en España tras las elecciones del 20 de diciembre pasado no puede sorprender a quienes ya llevamos mucho tiempo diciendo que el PSOE es un falso partido de izquierdas. A las élites económicas nunca les ha preocupado que este partido alcanzara el poder político, al menos desde ese congreso de Suresnes […]
Lo que está ocurriendo en España tras las elecciones del 20 de diciembre pasado no puede sorprender a quienes ya llevamos mucho tiempo diciendo que el PSOE es un falso partido de izquierdas. A las élites económicas nunca les ha preocupado que este partido alcanzara el poder político, al menos desde ese congreso de Suresnes en el que Felipe González fue aupado a su dirección. La S y la O, aunque siguieron en el nombre del partido, desparecieron entonces de su ideología, de su práctica, como hemos podido comprobar los españoles en las décadas posteriores. El gran enemigo a combatir por parte de quienes defendemos un cambio real es el PSOE, el lobo vestido de oveja, el auténtico sustento del régimen. Es imperativo poner en evidencia a este partido ante la ciudadanía, ante quienes, ingenuamente, aún le votan porque se dejan engañar por su falso discurso y sus siglas. Los hechos siempre hablan más que las palabras.
Como ya indiqué en mi anterior artículo, el peor error de Podemos sería participar en un gobierno que aplicara esencialmente las mismas políticas que nos han conducido a la situación actual, por muy suavizadas que incluso fuesen. Véase lo ocurrido en Grecia con el gobierno de Syriza. Ante el pacto PSOE-Ciudadanos, que supone sobre todo continuismo en lo esencial, como era de esperar, no cabe otra opción que votar que no. Afortunadamente, al menos hasta el presente, y esperemos que así siga siendo, Podemos creo que está haciendo lo correcto, es decir, trabajar todo lo posible por un gobierno de cambio real progresista. Evidentemente, no siendo aún el partido más votado de la izquierda, pues para mucha gente el PSOE sigue siendo de izquierdas, no hay más remedio que ceder en algunas cosas. La correlación de fuerzas no es aún suficiente para hacer todo lo que se necesita hacer. Podemos debe trabajar para que dicha correlación de fuerzas le sea mucho más favorable. Y para ello es imprescindible actuar siempre con la máxima coherencia posible, pensando en el corto, medio y largo plazo. El pan para hoy puede ser hambre para mañana. Hay que ganar la confianza de mucha más gente y esto sólo es posible dando ejemplo y actuando acorde con lo que se dice. Yo, como votante de Podemos, me sentiría defraudado con dicha formación política si permitiera, por activa o por pasiva, un gobierno que siguiera aplicando el neoliberalismo, me sentiría traicionado.
Es decir, la abstención frente a una coalición PSOE-Ciudadanos, si es que volviera a plantearse en una nueva investidura, sería un gran error, pues la coherencia se resentiría mucho. Si Podemos se abstuviera en dicha investidura permitiría, de manera indirecta, un gobierno de gran coalición camuflado, o al menos contribuiría a ello. Porque, sin dudas, para aplicar su política económica dicho gobierno en minoría contaría con el apoyo del PP. Y sólo viendo el programa de dicha coalición, y recordando lo dicho por Rivera de que el PSOE ha aceptado el 80% de su programa, podemos deducir fácilmente que las medidas sociales brillarían por su ausencia o serían muy insuficientes. No digamos ya en cuanto a la cuestión de la regeneración democrática.
Así que, en mi modesta opinión, las opciones de Podemos, si se quiere mantener fiel a su razón de ser, es decir, luchar todo lo posible por un cambio real, son: trabajar para formar un gobierno progresista, tal como ha estado haciendo hasta ahora; prepararse para nuevas elecciones con el objetivo de, por fin, superar al PSOE; o bien, si finalmente no hay nuevas elecciones, pasar a la oposición y trabajar desde ella para que el pueblo español madure para apostar la próxima vez de manera más clara por el cambio real. En cualquier caso, yo creo que Podemos no debe contribuir a la investidura, ni por activa ni por pasiva, de un gobierno que no sea de cambio real, en el que no participe. Sin nunca olvidar que peor aun sería participar en un gobierno que practicase el neoliberalismo. El objetivo no es sólo estar en el gobierno, es gobernar para favorecer a las clases populares. Por tanto, el dilema a corto plazo para Podemos es participar en un gobierno de coalición progresista con un programa de cambio real, o votar no a la investidura de cualquier otro gobierno.
Si finalmente se vuelven a convocar nuevas elecciones yo pienso que hay muchas posibilidades, siempre que se mantenga la coherencia, de superar al PSOE. Ya empezamos a ver algunas «encuestas» en las que se transmite a la ciudadanía la idea de que el resultado de unas nuevas elecciones sería muy parecido o incluso peor para Podemos. Ya estamos acostumbrados a ese tipo de maniobras en las que se intenta en verdad condicionar el voto de la gente. Yo creo que tras lo ocurrido en estos meses de transición desde el 20-D, en los que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, una nueva cita con las urnas sería una gran oportunidad para que Podemos, con una campaña contundente, pudiera poner en evidencia al PSOE ante los electores. El partido «socialista», en este aspecto, se lo ha puesto fácil. Los hechos le delatan. Y si finalmente no hay nuevas elecciones y Podemos pasa a la oposición entonces habrá que trabajar desde ella para seguir concienciando a la gente de que se necesita un cambio real, profundo. Ya sea en dos meses, en dos años, o en cuatro, hay que ganarse la confianza de la mayoría de la ciudadanía y para ello nuestra principal arma es siempre la coherencia.
José López es autor de los libros Rumbo a la democracia, Las falacias del capitalismo, La causa republicana, Manual de resistencia anticapitalista, Los errores de la izquierda, ¿Reforma o Revolución? Democracia y El marxismo del siglo XXI así como de diversos artículos, publicados todos ellos en múltiples medios de la prensa alternativa y disponibles en su blog para su libre descarga y distribución.
Blog del autor: http://joselopezsanchez.
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