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El gobierno permite la candidatura de un partido que tiene a sus dirigentes en la cárcel por terrorismo y un asesino en sus listas

El doble rasero electoral

Fuentes: Rebelión

Alianza Nacional es un partido que en las próximas elecciones locales presenta listas a los ayuntamientos valencianos de Chiva y Canals. En las listas de la primera de dichas ciudades aparece incluido Pedro Cuevas, condenado por el asesinato del activista Guillem Agulló en Montanejos, en abril de 1993, a catorce años de prisión, de los […]

Alianza Nacional es un partido que en las próximas elecciones locales presenta listas a los ayuntamientos valencianos de Chiva y Canals. En las listas de la primera de dichas ciudades aparece incluido Pedro Cuevas, condenado por el asesinato del activista Guillem Agulló en Montanejos, en abril de 1993, a catorce años de prisión, de los que sólo cumplió cuatro.

Además los directivos de esta formación, Pedro Pablo Peña e Íñigo Pérez de Herrasti, están en situación de prisión provisional a espera de juicio, después de que fueran detenidos en 2006 acusados de posesión de armas y materiales explosivos con los que, según la investigación de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la fiscalía, pretendían atentar contra familiares de presos de ETA.

La sede social de este grupo de extrema derecha en Valencia (en el número 69 de la avenida de Tres Cruces) fue registrada durante la Operación Panzer, desarrollada en septiembre de 2005 por la Guardia Civil y que supuso la desarticulación del grupo neonazi Frente Anti Sistema (FAS) y la detención de 22 personas por asociación ilícita, tenencia, tráfico y depósito de armas, robo y delitos contra la salud pública. Según la propia Guardia Civil, estos individuos se organizaban para apalear a inmigrantes y tribus urbanas. Entre los detenidos estaba Pedro Cuevas.

El secretario general del Bloc y candidato del Compromís pel País Valencià, Enric Morera, aseguró ayer que las candidaturas de Alianza Nacional  están fuera de la ley de partidos.

Es inadmisible el doble rasero de un gobierno que, según las propias declaraciones del Fiscal General del Estado, «se ha pasado impugnando listas» de la izquierda abertzale, mientras que tolera que esta formación neonazi se presente a las elecciones, algo que no se permitiría en ningún lugar de Europa, salvo, quizás, en Polonia.