Retomando algunas ideas del artículo «El Hombre nuevo: puede obviar la degradación de su entorno? ( http://www.aporrea.org/ideologia/a49077.html ), en el sentido de que si se aplicara un modelo de desarrollo en el que cada uno de nosotros, de forma egoísta, quisiera lograr el máximo beneficio de alguna actividad económica, el mayor lucro en el mínimo […]
Retomando algunas ideas del artículo «El Hombre nuevo: puede obviar la degradación de su entorno? ( http://www.aporrea.org/ideologia/a49077.html ), en el sentido de que si se aplicara un modelo de desarrollo en el que cada uno de nosotros, de forma egoísta, quisiera lograr el máximo beneficio de alguna actividad económica, el mayor lucro en el mínimo tiempo, a mediano y largo plazo tendremos consecuencias tanto en el resto de la población, sobre todo en los asalariados y los menos protegidos, como en el entorno que nos provee tanto los recursos naturales (uso indiscriminado de recursos, deforestación, contaminación, etc .), así como en nuestras comodidades. Como sucede en el capitalismo en el que la acumulación de capital es el eje central de la vida económica , l a lógica del lucro , maximización de las ganancias, y tanto el interés como la renta del capital predominan económicamente como trabajo acumulado por encima del trabajo a destajo.
Recordemos también que la Socialdemocracia es una ideología política de origen marxista que promueve reformas económicas, sociales y políticas que mitiguen los efectos negativos del capitalismo . Actualmente defiende el rol del estado como principal prestador de servicios sociales, y aborda los temas valóricos desde un prisma progresista . Los actuales socialdemócratas se caracterizan por sus políticas reformistas ligadas a la participación ciudadana, a la protección del medioambiente, y a la integración de minorías sociales en las democracias modernas.
Es indudable que el modelo que predominó el siglo pasado ha fracasado, aunque generó riquezas, tanto a nivel mundial como a nivel de algunos países e individualidades, tal riqueza se concentró en unos pocos, de manera tal que generó gran cantidad de pobreza en la mayoría, y además, punto importante, generó degradación ambiental, en tal magnitud que los efectos los estamos sufriendo a nivel mundial. Incluso, la actual y prevaleciente potencia mundial en su afán de enriquecimiento, ha generado desempleo y pobreza dentro de sus propias fronteras (http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=682013 y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67067), al trasladar sus industrias a países con menos regulaciones laborales y ambientales, desapareciendo empleos en su propio territorio. Una vez a punto de agotar su base de recursos naturales, y en su afán de controlar otros territorios en pos de los recursos naturales y energéticos de otros países, se impone por la fuerza, inventa pretextos para invadir países, en otras palabras, aplicando el concepto de política como «el arte de inventarse enemigos», incluso se ha documentado que sus participaciones en guerras son producto de dejarse agredir o autoagresiones, con fines expansionistas y económicos por supuesto. Se pueden ver las consecuencias del modelo anterior en la población en el Mapa del hambre de la FAO en http://www.fao.org/spanish/newsroom/news/2003/26659-es.html, y en el ambiente en http://calentamientoglobalclima.org/, entre otras muchas fuentes de información.
Es curioso que, a lo largo del tiempo, a los países no desarrollados les han asignado diferentes términos, «subdesarrollados», del «tercer mundo» (algunos hasta del 4to mundo!), «países emergentes», lo que se observa en el tiempo es que nuestra condición de pobres se mantiene!. Es al azar que tal situación prevalezca?, quienes toman las grandes decisiones sobre la política y economía mundial?, quienes imponen tales modelos y formas de actuar?. Si se quiere salir de tal condición y a la vez dar una lección de desarrollo y convivencia sana, sustentable y en paz, debemos generar ideas para acabar con tales formas de actuar, generar modelos que garanticen la supervivencia humana en el tiempo y espacio.
La pregunta que surge es: cómo logramos generar el desarrollo de las sociedades, sin que se degrade de forma irreversible la base de recursos naturales que le da sustento a tal desarrollo?, es posible «crecer» sin que atentemos a la vez la supervivencia del Hombre?, es posible generar riqueza sin generar grandes desigualdades entre la población?. Veamos un ejemplo, de que sirve vivir en una sociedad en la que unos pocos logran grandes riquezas, comodidades, lujos, y otros no tienen casa, qué comer, un trabajo digno, con altos índices de delincuencia generados por la pobreza creada?, sociedad que se desenvolvería en un entorno degradado, con aumento de los riesgos naturales y tecnológicos. Es tal sociedad sustentable económicamente?, socialmente?, ambientalmente?, se puede afirmar que no.
Ahora bien, la meta sería lograr generar riqueza (objetivo económico), la mayor cantidad de bienestar para la mayoría de las personas (objetivo social), sin comprometer la integridad del ambiente (objetivo ambiental), y con decisiones tomadas por la mayoría de los ciudadanos (objetivo democrático). Si pretendemos lograr el primero sin tomar en cuenta el segundo, el tercero y el cuarto, crearíamos pobreza, degradación ambiental, y sería marcadamente autoritario.
Lo primero debe ser crear instrumentos y procesos educativos que generen toma de conciencia por todos y cada uno de los integrantes de la sociedad, enseñarles las consecuencias de aplicar diferentes modelos y alcanzar diferentes metas. Una vez creada la toma de conciencia, trazar metas en cada uno de los objetivos planteados. Por ejemplo, se debe analizar cuánto necesitamos crecer económicamente?, el 3, el 4, el 12 %?, a costa de una base de recursos naturales finita?, lo ideal sería en función del crecimiento demográfico, que en algún momento también deberá enfrentar un límite. Cuanta riqueza es necesaria para ser feliz?, Cuánta tensión ambiental aguantan los diferentes entornos en los que se implantan las industrias?, es democrático que unos pocos tomen las grandes decisiones que afectan a la mayoría de la población? (casos: FMI, BM, OMC, Consejo de Seguridad de la ONU), la participación ciudadana es suficiente?.
Discutiendo sobre la generación de riquezas y comodidades, el Hombre lo ha hecho pensando primero en él mismo, pero en tal carrera ha degradado el ambiente, las consecuencias las vemos en el cambio climático, por lo tanto esa búsqueda de riqueza y comodidades se le ha retornado en consecuencias negativas, tanto para su salud, como para su supervivencia en este planeta. La naturaleza, a corto, mediano o largo plazo, le ha pasado la factura. Si desde un principio pensáramos en las consecuencias negativas de nuestras acciones sobre el ambiente y se pudieran determinar tales consecuencias (en el tiempo y en el espacio) mediante encadenamientos de efectos, sin duda se llega a determinar que el efecto negativo final es sobre nosotros mismos (escasez, amenazas naturales, riesgos para la salud, etc.).
Entonces, si decidiéramos nuestras acciones en función de su efecto sobre el medio ambiente, en otras palabras evitar los efectos negativos sobre el mismo, a mediano y largo plazo, los beneficios de tales acciones generarán riqueza (objetivo económico), bienestar y justicia social a las mayorías (objetivo social), y la naturaleza no se verá gravemente afectada y no pasará la respectiva factura (objetivo ambiental). El objetivo democrático se lograría si tales decisiones se toman por la mayoría de la población, por supuesto, una vez educada y concientizada, ya que si se saben las consecuencias negativas a largo plazo de determinada actividad, sería lógico esperar que se negaran a desarrollar opciones con saldos futuros claramente negativos.
Veamos un ejemplo, en el caso de la producción alimentaria, al pretender lograr mayores cosechas, pensando también en un mayor lucro, se utilizan agroquímicos y agrotóxicos cada vez en mayor proporción, se logran buenas cosechas, pero también se contaminan las aguas y el suelo, generando problemas de salud pública, deformaciones en las nuevas generaciones y un sin fín de consecuencias negativas.
Planteando lo anterior desde el otro punto de vista (no excluyente), se organizarían las comunidades para una mayor participación en las decisiones, qué cultivar?, cómo hacerlo?, se intentaría usar cultivos orgánicos (etiquetados y aceptando que no son tan rendidores), mejorar las redes de distribución para disminuir los márgenes excesivos de ganancias en la cadena de distribución. El producto final, más sano, llegaría al consumidor a un menor precio, lo que permitiría controlar la inflación. Además, se estaría actuando amigablemente con el ambiente, lo que se traduce en consecuencias positivas a largo plazo para las poblaciones.
Lo anterior es un enfoque que pudiera denominarse «EcoSociodesarrollo», concepto que pudiera acercarse ideológicamente a un Ecosocialismo. El Ecosocialismo es una Doctrina política surgida a finales del siglo XX que integra las ideas del socialismo y las del ecologismo . Los ecosocialistas piensan que el capitalismo es un sistema inherentemente dañino tanto para la sociedad como para el medio ambiente . A menudo se denomina rojiverdes a las personas que profesan la ideología ecosocialista, pues defienden unas políticas verdes desde una óptica claramente anticapitalista , muy frecuentemente inspirada por el marxismo . Se desmarcan de la mecánica de la economía neoclásica de una manera más firme que otros verdes, y apoyan con más vehemencia la justicia social como la primera meta de la política, viéndola como una llave hacia otros objetivos (http://es.wikipedia.org/wiki/Ecosocialismo) . Quizás el aporte del anterior enfoque (EcoSocioDesarrollo) está en que para lograr el objetivo económico, el democrático y el social, se debe pensar primero en lograr el objetivo ambiental (no degradación del entorno), ya que pensando de forma global, participativamente y a largo plazo (sustentablemente), se estarían garantizando los tres primeros.
Si se pensara primero en el objetivo económico, quizás se tracen metas de crecimiento que no serían sustentables a largo plazo, por el efecto que tuvieran sobre la base de recursos naturales que sostiene la actividad económica, pretender crecimientos económicos del 8, 9, 10 % y más pudiese estar socavando la base de recursos naturales que posee un país o un determinado territorio y a escala mayor la Tierra misma. Si se pensase a largo plazo, se deberían proponer tasas de crecimiento económico adecuadas al crecimiento poblacional, hacer más eficiente el uso de la Tierra, el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan tanto generar el sustento que necesita la población como preservar la naturaleza que sostiene tal producción.
El aspecto democrático es clave en tal enfoque, ya que una vez tomadas las decisiones por mayoría, se deben aceptar los beneficios y consecuencias, además de implementar los respectivos ajustes a medida que se analiza cómo evoluciona el sistema, tanto ambiental, social, económico, político y cultural. Una ventaja adicional de tal enfoque es que pudiera trascender sistemas, culturas, fronteras y naciones, ya que al estar dirigido a un elemento de interés común, la naturaleza, se podrían limar las diferencias de cómo lograr el sustento, ya que el objetivo final es lograr no degradar el ambiente, que a fin de cuentas incluye al Hombre como un elemento integral del mismo, el cual compartiría las consecuencias negativas de afectar la naturaleza.
Resumiendo, el egocentrismo del Hombre, sumado a un modelo económico depredador, y pretendiendo dominar la naturaleza, sobre todo con soluciones tecnológicas, ha logrado que la naturaleza, en su reacción ante tales intervenciones, le afecte de forma extrema, como es el caso de una posible extinción masiva si el calentamiento global desencadena efectos extremos e irreversibles.
La solución está en nuestras manos, cambiando paradigmas y conductas erróneas, solo mediante la discusión de los anteriores aspectos y cualquier otro que es bienvenido, para generar un modelo de desarrollo más racional, más holístico y sistémico, que nos garantice una supervivencia que sea solidaria con la naturaleza en general y el resto de nuestros congéneres.
Dr. [email protected]
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Prof. Julián A. Gutiérrez L. Dr.
Especialista en Geografía Aplicada. Sensores Remotos y
Sistemas de Información Geográfica en Geociencias
Facultad de Ingeniería. Universidad de los Andes.
Celular: 0414 – 179 0403 0416-454 4237
Mérida – Venezuela