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Intervención en la presentación de la candidatura para la dirección de Izquierda Unida de Madrid

«El espíritu de rebeldía de IU tiene que verse ahora, rompiendo con lo anterior e iniciando una nueva etapa política»

Fuentes: Rebelión

Compañeros y compañeras: Intervengo para presentar la candidatura que encabezo bajo el nombre de «un nuevo tiempo para Izquierda Unida». Quiero empezar haciendo un breve análisis del desarrollo de la presente Asamblea donde se ha puesto de manifiesto, en casi todas las intervenciones, una coincidencia prácticamente unánime en varias cuestiones: 1º.- La gravedad de la […]

Compañeros y compañeras:

Intervengo para presentar la candidatura que encabezo bajo el nombre de «un nuevo tiempo para Izquierda Unida».

Quiero empezar haciendo un breve análisis del desarrollo de la presente Asamblea donde se ha puesto de manifiesto, en casi todas las intervenciones, una coincidencia prácticamente unánime en varias cuestiones:

1º.- La gravedad de la situación política y organizativa que atraviesa la organización expresada de manera gráfica en el hecho de la inexistencia de un informe del coordinador saliente.

2º.- La degradación de la convivencia interna donde las lealtades personales y los grupos de presión han sustituido a las corrientes de opinión como expresión de posiciones políticas diferentes, lo que constituía parte de la esencia y de la riqueza de IU.

3º.- Responsabilidad de la situación de la dirección saliente en su totalidad y de las anteriores direcciones habidas en los últimos años.

Ello nos lleva a concluir que es imposible «relanzar» (que es el lema de este Congreso) el proyecto con los mismos métodos que han provocado la crisis, esto es:

A) El reparto aritmético entre «familias» -el sólo nombre utilizado para definir la atomización de IU repugna a cualquier conciencia crítica que pretende modificar la realidad- que significan falsos consensos tan precarios en el tiempo como la consistencia de esas mismas familias.

B) El mismo núcleo dirigente con retoques estéticos que pretenden vender una renovación falsa.

La candidatura que presento no es la de ningún partido político. El Partido al que tengo el honor y el orgullo de pertenecer no presenta lista propia en este Congreso pues, además, los militantes de mi partido se encuentran disgregados en las tres candidaturas que se presentan, incluidos los cabezas de lista de las mismas. Tampoco es una candidatura contra ninguna persona individual ni ninguna corriente, es una candidatura que pretende abrir una vía de funcionamiento en IU radicalmente diferente para invertir drásticamente la situación.

La sociedad madrileña no espera de IU una supuesta lista unitaria que cristalice las ocho familias existentes que mañana serán diez o quince. Lo que los ciudadanos reclaman a IU es una organización que dedique el 100 % de sus energías y esfuerzos a hacer política y no a conspirar o a cuitas internas.

Para ello creemos necesarias e imprescindibles las siguientes soluciones:

– Romper drásticamente las dinámicas de familias existentes, acabando con las falsas lealtades que esconden intereses particulares y sustituyéndolas por debate de ideas en torno al cual surjan posiciones/corrientes políticas (ocho o diez corrientes como expresión de divergencias políticas, simplemente no existe)

– Sustituir falsos consensos por síntesis política en la que todos nos podamos sentir identificados aunque no coincidamos al 100% (la síntesis exige un marco de debate que no existe en IU donde se discuta y se debatan ideas sin renunciar a principios)

– Ejercicio individual de cada uno de nosotros para romper dinámicas de enfrentamientos personales y descalificaciones y estar dispuestos a establecer nuevo clima de trabajo político y hacia el exterior.

La lista que presentamos ha pretendido aglutinar sectores de toda la pluralidad de IU: no están todos los que deberían estar debido a que ha faltado tiempo para romper las dinámicas arrastradas; pero, claramente, para lo que sí ha servido esta candidatura ha sido para levantar la contradicción en muchas de las corrientes existentes donde se ha expresado la necesidad de abordar inmediatamente una nueva forma de trabajar en IU .

Esta candidatura es el resultado de ese incipiente cambio de dinámicas internas y pretende que con ella se identifiquen los que están dispuestos a cambiar los actuales métodos aunque debido a la dinámica infernal en que ha desarrollado esta Asamblea aún no ha sido posible que se incorporen a la misma los que deberían haberlo hecho.

En todo caso, la solución a nuestra actual situación nunca puede ser reproducir automáticamente las fórmulas erróneas de falsos «consensos y supuestas listas unitarias» que nos han llevado a la actual situación de descomposición organizativa y política como se pretende escenificar en esta Asamblea. Por ello, estamos seguros de que contará con el apoyo de todos los que, finalmente, han optado por romper la dinámica que nos ha llevado a la actual, crisis entendiendo que esta lista es el inicio de un proceso, no el final, con vocación de incorporación de nuevos dirigentes que recojan toda la pluralidad política y estén dispuestos a establecer un nuevo clima de confianza que abra una nueva etapa política en esta organización.

Esa nueva etapa no sólo se refiere los métodos y a la cuestión organizativa de democracia interna y participación. En IU se defiende un proyecto de transformación social y para desarrollarlo es necesario un replanteamiento total del contenido político de IU frente al mensaje que se está dando a los militantes y ciudadanos. Esa nueva etapa política tiene que:

Refundar y relanzar IU como lo que fue: un movimiento político y social y no como un Partido clásico. IU se adelantó a su tiempo en el momento de su fundación al constituirse como movimiento político y social (un proyecto de confluencia de movimientos sociales en torno a un PROGRAMA político), en un momento en el que los movimientos sociales no se reconocían como sujetos políticos. Cuando, con el paso del tiempo, el auge de la lucha antiglobalización provocó el surgimiento de nuevos movimientos sociales con vocación de sujetos políticos, IU se había convertido ya en un partido clásico incapaz de canalizar a esos nuevos movimientos sociales en un proyecto de transformación en torno a una fuerza política de nuevo tipo.

Esa nueva etapa debe situar el núcleo del discurso en otra forma de hacer política situando la consecución de los contenidos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos como eje estratégico, partiendo de la contradicción entre capital y trabajo .

Hay que hacer creíble, porque esa es la razón de nuestra existencia, que otra sociedad es posible superando el actual marco constitucional para exigir el cumplimiento de los derechos sociales y económicos: el acceso real a una vivienda digna, el fin de la precariedad laboral como verdadera expresión del derecho al trabajo, el disfrute por toda la sociedad de una educación digna y de calidad, una sanidad publica, la defensa de lo público como eje de actuación en todas partes donde actuamos -incluidos los Ayuntamientos- etc.

En definitiva, una sociedad socialista en un planeta respetuoso con el medio ambiente.

Otra forma de gobierno: democracia participativa, donde los ciudadanos decidan cotidianamente sobre todo lo que les afecta. Otra forma de estado federal, republicano y solidario defendiendo este modelo sin complejos ni ambigüedades.

Todas estas políticas trasladarlas a nuestra región, a Madrid, con propuestas concretas que las desarrollen y que debemos construir entre todos.

Los trabajadores, las mujeres y los hombres, los jóvenes, los activistas sociales incluso las capas medias quieren y reclaman una IU alternativa, seria y creíble, con su propio espacio político en la izquierda que nada tiene que ver con el PSOE. Y ello no sólo es una petición, es una NECESIDAD que reclama una parte importante de nuestra sociedad.

Para llevar adelante este proyecto no sobra nadie, ni siquiera los que más responsabilidad tengan en los errores cometidos hasta ahora. Pero eso no significa que en IU las personas deban perpetuarse en los órganos de dirección y en los cargos públicos, hay que regenerarlos. En la lista unitaria hay personas que llevan más de veinte años en los órganos de dirección u ocupando cargos públicos.

La lista que presentamos pretende ser un primer paso en la construcción de esa nueva etapa. Todos los militantes de IU están invitados a sumarse a este proyecto sin tener que renunciar a ninguna posición política. Y lo pueden hacer votando hoy a esta lista o mañana asumiendo, en las prácticas cotidianas, la otra forma de hacer IU que proponemos, enterrando dogmatismos, animadversiones y falsas lealtades personales.

No sólo los dirigentes salientes son corresponsables de esta situación: todos y cada uno de nosotros tenemos parte de responsabilidad en esta crisis por no habernos alzado para decir basta mucho antes. Y a fecha de hoy, en la situación de crisis que vivimos en IU, la escenificación de una falsa mayoría sobre una lista unitaria, servirá para contribuir a la consolidación de la situación que llevará a IU a su muerte.

El espíritu de rebeldía de IU tiene que verse ahora, rompiendo con lo anterior e iniciando una nueva etapa política.

Gracias por vuestra atención desde la honestidad y lealtad al proyecto de quien os habla y del de todas las personas que conforman la lista que hoy presentamos.