La ciudad vasca albergará el mayor laboratorio de carne del mundo con ayuda de una multinacional condenada por sobornos y acusado por organizaciones como Greenpeace de deforestar el bosque tropical famoso por su biodiversidad con la financiación del Banco Santander. Ocurrirá bajo la gestión de BioTech, firma vasca que pretende “trabajar con Escherichia coli modificado genéticamente»
El gigante cárnico brasileño JBS, sancionado con “la multa más grande del mundo por coimas” y acusada de contribuir a la deforestación del Amazon bajo el mando de Jair Bolsonaro, pretende terminar de construir el próximo año lo que presentan con orgullo como “la planta de carne de laboratorio más grande del mundo”. La instalación se ubicará en Donostia y será gestionada por BioTech Foods, startup en la que incluso invirtió un primo del que fuera obsipo José Ignacio Munilla. El Gobierno Vasco tiene previsto un importe subvencionable de cerca de 18 millones de euros para la firma vasca, quien además pretende trabajar con una bacteria modificada genéticamente.
Detrás de la operación se encuentra el asesoramiento del bufete Cuatrecasas, liderado por Joanes Labayen, casado con la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, y encargado de la defensa de un exburukide condenado por una trama de comisiones ilegales, Alfredo De Miguel.
La planta cuenta con ayuda de fondos públicos europeos, así como de una multinacional brasileña sancionada por sobornos. El gigante cárnico brasileño JBS ha invertido 38 millones para terminar de construir la planta. JBS es el accionista mayoritario de la vasca BioTech Foods (posee el 51% de su capital) desde que entró en esta empresa en 2021. En los últimos años, BioTech Foods ha sido beneficiada con ayudas públicas del Gobierno español, Gobierno Vasco y Unión Europea.
La planta cuenta con ayuda de fondos públicos europeos, así como de una multinacional brasileña sancionada por sobornos. El gigante cárnico brasileño JBS ha invertido 38 millones para terminar de construir la planta. JBS es el accionista mayoritario de la vasca BioTech Foods (posee el 51% de su capital) desde que entró en esta empresa en 2021. En los últimos años, BioTech Foods ha sido beneficiada con ayudas públicas del Gobierno español, Gobierno Vasco y Unión Europea.
Utilizando la ingeniería de tejidos para la regeneración de órganos, Biotech Foods ha desarrollado una “tecnología basada en la proliferación in vitro de células animales que puede producir tejido muscular (porcino, vacuno, aviar…) apto para el consumo”. Su laboratorio de carne, que se ubicará en Donostia, tendrá capacidad para elevar la producción hasta las 4.000 toneladas. El negocio de Biotech Foods está dirigido “a los procesadores de carnes, colocándose al principio de la cadena de valor de los procesados cárnicos como proveedor de materia prima”.
Biotech Foods publicita que la base de su proyecto “parte de entornos biológicos controlados y sin intervención o modificación genética”. Sin embargo, según documentación de la Dirección de Agricultura y Ganadería del Gobierno Vasco recabada por Hordago-El Salto, la firma vasca pretende “trabajar con Escherichia coli modificado genéticamente”. Asimismo, el Gobierno Vasco informó a BioTech Foods que “para realizar actividades con nuevos organismos modificados genéticamente” “deberá llevar a cabo un registro de las evaluaciones de riesgo para la salud humana y el medio ambiente de dichas actividades”.
La multa más grande del mundo
El gigante cárnico brasileño, que promueve un laboratorio de carne en Donostia “para que no se maten animales y ayudar en la lucha contra el cambio climático”, fue acusado por organizaciones como Greenpeace de deforestar la Amazonia con el aval del ya expresidente Jair Bolsonaro y la financiación del Banco Santander. En 2017, JBS había sido sancionada con “la multa más grande del mundo por coimas”, 3.160 millones de dólares, por su rol en sobornos a 1.829 políticos brasileños de 28 partidos, una trama vinculada al entonces presidente Michel Temer.
Tres años después, en 2020, la firma brasileña se declaró culpable ante una corte de Nueva York de usar bancos neoyorquinos para pagar millonarios sobornos a funcionarios brasileños durante más de una década, por lo que pagó en concepto de multa 256 millones de dólares.
Críticas de las asociaciones ecologistas
En enero de 2023, la organización ecologista Mighty Earth presentó una denuncia ante la Comisión de Bolsa y Valores de los EE. UU solicitando una investigación completa sobre los supuestos “bonos verdes” del gigante brasileño al considerarlos “engañosos y fraudulentos”.
Por su lado, el sindicato agrario y ganadero vasco EHNE denunció que el laboratorio de carne que se ubicará en Donostia ya había recibido 5,2 millones del Gobierno español en 2021 y otros 753.000 euros del organismo público estatal ICEX España Exportación e Inversiones. Pese a las críticas de EHNE, el programa Handitu del Gobierno Vasco tiene previsto un importe subvencionable de cerca de 18 millones de euros para BioTech Foods.
Handitu es una “convocatoria de ayudas para grandes inversiones relacionadas con la transformación y la comercialización de productos agrícolas, ganaderos y forestales”, concedida por orden de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medioambiente, Arantxa Tapia.
Detrás, la inversión pública
La startup BioTech Foods nació en el seno del CIC nanogune, el centro tecnológico impulsado por el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa, y en el que también participa Petronor. Uno de los propósitos del CIC nanogune era promover “el potencial de las nanotecnologías para desarrollar productos alimentarios artificiales”. Fueron dos los particulares que aportaron dinero en Biotech Foods: Alfonso Carlos Villalain y Pablo Munilla, primo del exobispo de Donostia, José Ignacio Munilla. Ambos inversores gestionaban ya otros negocios: Free Rentals, dedicado al alquiler de apartamentos turísticos, e Interalloys, importadora de materias primas para el sector del metal.
JBS quiso gestionar la operación de compra de BioTech Foods a través de una filial que la firma brasileña tiene en Luxemburgo. La operación contó con el asesoramiento de Santander Corporate & Investment Banking y del bufete Cuatrecasas. En opinión del medio especializado Gananzia, la venta de Biotech Foods a JBS debería haber provocado que saltaran “todas las alarmas en las diferentes administraciones” que habían apoyado a esta compañía, ya que se marchaba a Brasil “el know-how generado en Euskadi con dinero público”.
Por otro lado, la firma vasca que promueve “el mayor laboratorio de carne del mundo” ha sido beneficiada con diversas partidas de programas de ayudas públicas del Gobierno Vasco. Del programa Handitu la firma donostiarra BioTech Foods percibió 1.250.000 euros en 2022 y 1.442.505 en 2023, en el marco del programa Bilakatu fue beneficiada con 1.000.000 en 2022, para el proyecto Sumeat recibió 170.000 en 2021, 65.636 en 2019 y 35.130 en 2020, del programa Hazitek han sido 137.600 en 2022 y 87.400 en 2023. La Diputación de Gipuzkoa concedió a BioTech Foods una ayuda de 25.000 euros en 2018.
BioTech Foods es una de las ocho empresas del sector agroalimentario y tecnológico que han recibido 3,7 millones de euros del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), perteneciente al Ministerio de Ciencia, “para potenciar la fabricación de carne cultivada”, en el marco del programa Culturedmeat (cultura de la carne). También ha recibido dinero de la Comisión Europea, en concreto una subvención de 2,7 millones de euros para su proyecto Meat4All (carne para todos).
En el marco del ideario “the world is mine” del precio del poder del PNV, el pasado mes de mayo, el BEC albergó una nueva edición del Bilbao Foodtech World Summit, frente a las protestas del colectivo agroecologista Egurra eta Kandela, Baserritarron Ahotsa y el sindicato EHNE. Se trata de un evento patrocinado por el Gobierno Vasco que pretende “convertir a Euskadi en capital mundial del sector foodtech”.