Cuba está en campaña para aumentar el número de turistas británicos que viajan a la isla. Gran Bretaña es, después de Canadá, el segundo país que aporta la mayor cantidad de visitantes extranjeros a la isla. En entrevista con la BBC, el Ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero Cruz, se refirió a la estrategia […]
Cuba está en campaña para aumentar el número de turistas británicos que viajan a la isla.
Gran Bretaña es, después de Canadá, el segundo país que aporta la mayor cantidad de visitantes extranjeros a la isla.
En entrevista con la BBC, el Ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero Cruz, se refirió a la estrategia para fortalecer el que es uno de los pilares de la economía cubana.
¿Qué busca Cuba en la Feria Mundial de Turismo de Londres?
Para Cuba es muy importante la participación en esta feria.
Hay que decir que en el mercado turístico cubano el Reino Unido ocupa el segundo lugar. El año pasado fueron 200 mil británicos a visitar nuestro país.
El principal objetivo es transmitir confianza, conversar con cada uno de los turoperadores, líneas aéreas y los medios de prensa que de una forma u otra contribuyen a este logro tan importante de llevar al Reino Unido al segundo lugar en importancia en la cuota de turismo cubano.
El turismo se ha convertido en una de las principales fuentes de ingreso para la economía cubana. ¿Cuán vital es el turismo para Cuba en estos momentos?
Bueno, el turismo es una importante fuente de ingresos frescos al país pero a veces se comenta que Cuba sin el turismo no pudiera subsistir o vivir. Realmente eso no es así.
El turismo en Cuba es realmente una de las industrias a la que se llama locomotora de la economía por lo generadora que es de empleo y porque va arrastrando tras sí muchos otros sectores que se van desarrollando en la medida que se desarrolla el turismo.
Sin embargo también hay otros sectores que han alcanzado un nivel importante de crecimiento como la industria del níquel que hoy está a precios muy interesantes en el mercado, la biotecnología, la comercialización de productos líder como el habano y el ron.
En fin, hay otros sectores de la economía que aportan una cuota importante de las divisas al país aunque el turismo es muy fuerte.
¿Qué necesita Cuba para desarrollar todo su potencial turístico?
Creo que lo importante es que hay que estar claro que Cuba se diferencia de otros destinos por lo amplio de su oferta, no solamente es un destino de sol y playa, sino que es un destino de cultura, de historia, de naturaleza.
Se diferencia también por las características de su pueblo por lo jovial y lo hospitalario que es el cubano.
Siempre tenemos limitantes como el bloqueo (embargo económico) de Estados Unidos contra Cuba que nos impide adquirir productos que puede demandar el turismo a precios razonables y comercializar con empresas turísticas norteamericanas.
Tenemos también la limitante de ser una isla y que hoy los precios del petróleo encarecen el traslado hacia nuestro país. Sin embargo, yo creo que ya se ha ido demostrando que, en la medida que se va desarrollando el turismo cubano, se van haciendo hoteles más competitivos.
Con todos los atributos que tiene el país hemos logrado los 2 millones 300 mil visitantes. Es una muestra de que Cuba se va despegando como un destino turístico de mucha importancia en la región.
¿Cómo se traduce ese número de visitantes en ingresos para la economía cubana?
El turismo genera para la economía del país más de 2 mil millones de dólares.
¿Cómo puede Cuba atraer más turistas en este momento?
Tenemos que seguir trabajando la promoción del turismo porque son muchas las campañas que algunos medios de prensa hacen de manera injusta. Se tergiversa un poco la realidad del país.
Es necesario que llevemos el mensaje positivo de la realidad cubana. Creo que tenemos que trabajar más mercados que están en crecimiento y que pudieran ser un futuro importante para Cuba, llámese Rusia, China o India.
Yo creo que en los mercados principales que conocen a Cuba, donde ya Cuba está de moda, como el Reino Unido, hay la posibilidad de duplicar la capacidad en un corto período.
Para eso tenemos que seguir trabajando muy de cerca con los turoperadores, ir dando respuesta a sus inquietudes y cada vez más acercar la oferta nuestra a la demanda del cliente del Reino Unido que es un cliente exigente que ha encontrado en Cuba respuesta a sus exigencias.
Hay preocupación en países vecinos a Cuba, países en el Caribe, por la desventaja que supondría que Cuba abra todo su potencial al turismo. ¿Qué diría usted ante esta preocupación?
Es cierto que la preocupación ha existido no sólo por el potencial turístico sino por el hecho de que el bloqueo hoy le impide a los ciudadanos norteamericanos viajar libremente a Cuba.
Existe la preocupación en algunos de los países del área porque el día en que, claro que llegará, se elimine esa prohibición de viajar a Cuba, otras islas del Caribe se verían en desventaja, dada la preferencia que tendrían los estadounidenses por ir a Cuba.
Nosotros siempre hemos contestado que no vemos tal riesgo. No es menos cierto que la apertura para que los norteamericanos viajen a Cuba implicaría sumas muy importantes de ciudadanos norteamericanos que pudieran duplicar la cifra de turismo que hoy recibe Cuba.
Hay que decir que nosotros hemos desarrollado todo nuestro potencial hacia Europa, hacia América Latina. Realmente las otras islas no lo han hecho así, dependen mucho de los Estados Unidos.
Por eso tal vez esa preocupación pero yo estoy convencido que el día que se tome esa medida justa en que todos tengamos el mismo derecho porque hoy el Caribe recibe un poco más de 20 millones de turistas.
De ellos casi el 51% son de Estados Unidos. Cuba no puede contar hoy con el 50% del mercado turístico del Caribe. Cuba cuenta sólo con la mitad.
Por eso hemos hecho un esfuerzo mayor, con Europa, con el Reino Unido, con otros países que nos han ayudado y con los que trabajamos en conjunto.
El día que llegue eso (el levantamiento de la prohibición de viajar a Cuba en EEUU), habría un equilibrio en todo el Caribe e irían más europeos a otros países e irían algunos norteamericanos a Cuba. Así pudiéramos tener todos una cuota de los mercados de las diferentes regiones del mundo.
¿Está preparada Cuba para recibir un influjo de turistas estadounidenses en caso de que se levante el embargo económico o bloqueo a Cuba?
Es una buena pregunta. Nosotros nos hemos estado preparando aunque le digo que no hemos dedicado tiempo a esperar que un día vengan los norteamericanos.
Hemos dedicado el tiempo a mirar hacia otras partes del mundo que son las que hoy nos están ayudando y que son las que están visitando Cuba. No obstante, hay una amplia infraestructura turística en Cuba. No fuimos un país que desarrolló el turismo en una provincia o región del país.
En todas las regiones, en todas las provincias, existen polos turísticos, hay todo un sistema de turismo del país organizado con infraestructura muy amplia. Estamos convencidos de que podremos dar respuesta.
Hablemos de los aspectos que pudieran llamarse negativos del turismo en Cuba. Hubo un momento en los años 90 en que se asoció mucho a Cuba con el turismo sexual. ¿Qué hicieron y qué hacen las autoridades cubanas para enfrentar esto?
Cuba ha sido siempre el blanco de campañas, de alguna propaganda que a veces tiene un fin político, no un fin de transmitir la realidad. En aquellos momentos a los que te refieres, no hubo promoción (por parte de las autoridades) de desarrollo turístico asociado al sexo. Esa nunca ha sido la política del país.
Se trató sencillamente de turistas que comenzaron a ir a Cuba en la búsqueda de actividades no relacionadas con el turismo. Eso es un tema totalmente controlado en Cuba. Hay que decir que la prostitución está prohibida en Cuba. Las leyes la penalizan.
No se promueve ningún tipo de actividad turística relacionada con el sexo. Tanto la prostitución como el juego, que muchas veces están enlazadas, no se permiten en Cuba.
Siempre definimos a Cuba como un destino turístico sano, de familia, de parejas, que vayan a disfrutar, a descansar, a ver nuestra cultura pero no realmente ni a jugar ni a buscar prostitución. Tampoco la droga, que muchas veces han intentado introducir en Cuba.
El país está organizado para combatir este tipo de manifestaciones y las mantiene totalmente bajo control de manera tal que pudieran afectar la imagen del pueblo y mucho menos la imagen de la mujer cubana.
¿Cree usted que el surgimiento de este fenómeno tuvo que ver con la situación económica del país?
Yo no lo asociaría a la situación económica. En los 90 es cuando comienza precisamente el desarrollo turístico en Cuba.
Cuba desarrolló del 59 al 90 un turismo hacia adentro, hacia el desarrollo del turismo popular. A partir del 90, producto del «período especial» (el período que sucedió a la desaparición de la Unión Soviética, principal sostén económico de Cuba hasta ese momento), la dirección del país y el partido toma la decisión de promover el turismo hacia el exterior.
La llegada masiva de turistas y la inexperiencia permitió que entraran al país visitantes que iban en busca de sexo hasta que nos percatamos y establecimos el control sobre esa situación.
Una de las críticas que se hacen a la situación generada por el turismo en Cuba es lo que se ha dado en llamar «apartheid turístico», el hecho de que los turistas viven en un mundo separado del que viven los cubanos.
Yo te puedo decir que recién yo llegado de ministro, me acusaron algunos medios de prensa de prohibir que los trabajadores conversaran con los turistas, que se les había prohibido a los trabajadores recibir regalos de los turistas y que se había prohibido que un trabajador compartiera con un turista.
Yo te puedo decir que no hay nada más lejos de la realidad de Cuba. Un trabajador del turismo puede conversar abiertamente con cualquier cliente. No hay nadie que lo esté observando ni controlando. Un trabajador del turismo puede salir y compartir con los tantos miles de turistas remitentes que van a Cuba. Sus amigos son nuestros propios trabajadores. Un trabajador puede recibir un regalo, una propina. No hay nada que limite eso.
Ah, un directivo como somos nosotros si recibimos un regalo, tenemos reglamentos éticos como existen en países capitalistas, socialistas o de cualquier sistema. Nosotros hemos promovido una política de que el turismo se mezcle con el pueblo.
Incluso promovimos y los norteamericanos de hecho así quisieron también una época hacer el «people to people» que es enviar muchos norteamericanos a Cuba con la ilusión de que mientras más se mezclaran con el pueblo podrían cambiar su ideología. Realmente los norteamericanos después lo suspendieron.
Decían que era al revés, que cuando se iban de Cuba iban hablando bien de los cubanos. ¿En qué consisten nuestros programas turísticos? Consisten en que los turistas vayan donde viven los cubanos, que los visiten en sus casas, hacer una fiesta en la misma calle donde las cosas las ponen los propios vecinos. Se baila, se comparte, sin la más mínima intención de ocultar nada.
A Cuba le interesa que los turistas nos conozcan como somos, con nuestros defectos y virtudes, que conversen con la gente, que vean la realidad, que vean que no hay personas descalzas en las calles, que después cuando escuchen la propaganda injustas afuera, digan «bueno, Cuba tiene sus defectos pero eso que están diciendo no es cierto porque yo fui y lo vi».
La mejor propaganda que tiene Cuba a su favor no es lo que digamos nosotros. Son los dos millones 300 mil turistas que fueron a Cuba y cuentan lo que vieron. Esa es la mejor ayuda.