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El nuevo campo de batalla, la Red

Fuentes: Rebelión

El 15M partió de la Red, aquel espacio virtual de todos y en principio, de nadie. Un rumor. Antes del 15 de mayo, los medios no le dieron la categoría de noticia ni a la convocatoria ni a la movilización. Tampoco yo. Intuía cierta similitud con los movimientos musulmanes de Túnez y Egipto. En éstos, […]

El 15M partió de la Red, aquel espacio virtual de todos y en principio, de nadie. Un rumor.

Antes del 15 de mayo, los medios no le dieron la categoría de noticia ni a la convocatoria ni a la movilización. Tampoco yo. Intuía cierta similitud con los movimientos musulmanes de Túnez y Egipto. En éstos, los fines eran claros pero, de todas maneras desacostumbrados. Atentaban contra el régimen impuesto por sus líderes cuyo reconocimiento social ya duraba varias décadas. No soportaban las imposiciones de su estilo de gobierno. Me llamó la atención que en las multitudinarias manifestaciones vistas en televisión, no aparecieran pancartas, carteles o proclamas anticapitalistas, pidiendo justicia o reclamando «pan» sino, exigiendo sobre todo libertad y luego, democracia. En mi mente tenía registrada la forma tradicional de expresión de la inconformidad colectiva, cuando no revolucionaria, anti sistema. No pude evitar incluso la comparación con el mayo del 68 parisino; sin embargo, el contexto era diferente y también las formalidades. No fueron aludidas ni recordadas. No venía al caso aquello de la imaginación al poder, bajo los adoquines está la playa, prohibido prohibir, etc.

Bien puede atribuirse que aquello empezó en Túnez el 17 de diciembre de 2010, en la pequeña ciudad de Sidi Bouzid, 206 Km al sur de la capital. La policía volcó el carrito repleto de frutas y hortalizas de Mohamed Bouazizi, un licenciado en informática de 26 años en paro desde que acabó la carrerai. Las protestas fueron convocadas por las redes sociales. Tuvieron éxito en poco tiempo. Eso me hizo dudar sobre la posibilidad de la infiltración de los servicios secretos de los países desarrollados. Pronto, mi sospecha se hizo parcialmente evidente en Libia, Siria y otros países musulmanes donde todavía no se ha producido el desenlace final.

La economía y la democracia de mercado, debido a la crisis del 2008, tenían necesidad de un reajuste mundial. Lo han conseguido con éxito en dos países musulmanes. ¿Por qué en los demás no? También el reajuste se está produciendo en EE.UU y en Europa. No se podrá prescindir de China. Es el único país con superávit, con dinero.

En Madrid poco a poco las proclamas, pancartas y carteles permitían intuir algo nuevo: una expresión ciudadana joven al margen de los partidos políticos, de la convocatoria a elecciones precisamente para el 22 de mayo, de los sindicatos y de otras organizaciones convencionales representadas por líderes, con jerarquía y con orden predeterminados.

El 15M obtuvo mis simpatías a partir de una declaración que luego se ha diluido pero en ningún momento ha perdido vigencia por obvia: unidos por el sentido común. Poco tiempo antes coincidencialmente, Yo había escrito un artículo con el título: «En Sevilla los políticos secuestran el sentido común«.

Todo cuanto dice el 15M, en los carteles y en las frases que los acompañan, producidos en dos meses, es así. Se lo puede constatar todos los días. Por ello tuvo y tiene la simpatía de más de un 70% de la población según las encuestas de varios medios de comunicación.

Seguramente muchos de los jóvenes participantes que pronto acamparon en la Puerta del Sol, eran los hijos con buena formación pero en paro, cuyos padres comprendían que, en lugar de estar en casa, hacían bien en tomar las calles para exigir una democracia honrada y eficaz que les ofreciera posibilidades para realizarse. O sea, de forma similar a las manifestaciones de los países musulmanes, las movilizaciones en España se convocaron por la Red.

Tal como los musulmanes tampoco proclamaban la revolución pero, como en España la libertad ya existía, creían que una democracia no sólo representativa sino real ya, era posible. Real porque la democracia vigente estaba contaminada por la corrupción («no hay pan pa tanto chorizo«)ii, distorsionada por los beneficios excepcionales que disfrutan los políticos («que no, que no, que no nos representan«) y encubierta por los medios de comunicación («nos mean y dicen que llueve«)

El Movimiento 15 de Mayo, decía en un comunicado:

«En sesenta ciudades se han manifestado más de 130.000 personas. También se realizaron concentraciones en otros países europeos organizadas por ciudadanos anónimos a través de las redes sociales. Un éxito no sólo por ser una convocatoria a-partidista y a-sindical, sino por la fuerza y creatividad de las movilizaciones. Las marchas desbordaron con creces las previsiones de los organizadores». Basta ver los medios de aquellos días. Éstos, tanto como los políticos y el gobierno, desconcertados, comenzaron a ver los tradicionales fantasmas detrás de las manifestaciones: a los anti-sistema, a los anarquistas de siempre, a los «ni ni», a la izquierda y a los interesados -interpretaron el PP y la derecha- en favorecer en las elecciones al PSOE. Incluso después de varias semanas no consiguieron unificar sus opiniones sobre los fines de las manifestaciones. Tampoco después de conocer otros comunicados del 15M publicados en múltiples sitios de la Red que, en su mayoría en forma anónima, en una semana habían brotado profusamente.

La eficacia de la auto-organización y de la ayuda mutua, resultaban indudablesiii y se hacía patente también en la Puerta del Sol de Madrid y en las plazas de otras ciudades españolas, convertidas en las sedes de los «acampados«. No corresponden a las características de los «indignados», bautizados así por los intelectuales que habían leído el libro del nonagenario judío-francés Hessel y que tanto éxito había tenido en el vecino país.

En la ex plaza de La Encarnación de Sevilla, ahora de Las Setas, un espacio público concesionado o sea, privatizado a favor de la inmobiliaria SACYR, vi como los acampados se organizaban y trabajaban con una eficacia extraordinaria. Sus ordenadores y equipos informáticos personales los convirtieron en: emisoras, centros de prensa, de información, de coordinación, útiles para las numerosas y permanentes mesas de trabajo realizadas sobre temas concretos. Todos quienes participaban, aportaban el tiempo, las acciones o las ideas que podían sin deseo de protagonismo, con naturalidad. En las reuniones se escuchaba a todos y se sacaban lúcidas conclusiones para compartirlas por la Red.

Sin normas pre-establecidas, se evitaban las rimbombantes declaraciones y los grandes objetivos, se prescindía de los contenidos políticos y se iba al grano, a poner en evidencia los asuntos que toda las personas comprenden porque los sufre o fácilmente puede verlos: las paradojas y contradicciones salidas del sistema de gobierno, las mentiras y las prebendas de los políticos, el cínico comportamiento de los bancos, la absurda deificación del mercado y del dinero, la antisocial política de la Unión Europea, etc. Surgió también espontáneamente – ¿invento colectivo?- un nuevo lenguaje con las manos para manifestar: acuerdo, desacuerdo, silencio, «corta el rollo»iv

Pese a todo según los resultados de las últimas elecciones, la corrupción de los políticos pertenecientes a los partidos mayoritarios (PPSOE) implícitamente ha sido reconocida como «normal» dentro de esta democracia. En Valencia un imputado por cohecho, aumentó su mayoría absoluta. Otro cordobés imputado en la Operación Malaya, se presentó y triunfó ampliamente en las últimas elecciones. Casos similares aparecieron en otras partes pero a nadie ha escandalizado.

Se está consolidando un proceso electoral que diluye la dialéctica ideológica a favor de un bipartidismo condicionado por los grandes consorcios, de forma similar a lo que sucede en EE.UU. Por lo pronto pareciera inevitable.

Hace más de diez años yo había dicho que, aprovechando las posibilidades informáticas, igual que hacen los bancos con el dinero, se puede hacer con la democracia: directa, permanente o, si se prefiere periódica. El proceso sería similar a la gestión que hacemos de nuestro dinero en los cajeros automáticos. Cuando el gobernante tome una decisión de trascendencia, por ejemplo, la asignación de subvenciones a los bancos o la reducción de los salarios, el ciudadano podría retirar del cajero o aportar un voto de confianza o desconfianza. Si el saldo total está en números rojos, habría que cambiar de gobernante. Los resultados se conocerían al instante. Sería la democracia web 2.0, interactiva.

En suma:

En el movimiento 15M participan decenas de miles de personas unidas por el sentido común porque esta no es una crisis, es una estafa, advertían y añaden: hemos sido hijos de la comodidad, pero por lo menos no seremos padres del conformismo. Piden democracia real ya porque, tal como se encuentra en todo el mundo es simplemente formal, partitocrática.

Son jóvenes parados. Jugando con las palabras, representan a toda una generación de pre-parados. Y dicen: no somos violentos. Violencia es cobrar 600 euros o soportar que como si con un revólver te dijeran: manos arriba, esto es un contrato.

En suma, acerca de este movimiento he constatado:

Goza de la simpatía de la gente. Así confirman las encuestas realizadas por varios periódicos.

No acepta a los partidos políticos y los sindicatos, pero tampoco son atacados.

No tiene una organización jerárquica piramidal que, por ejemplo, da sentido al ejército, al gobierno y a los partidos.

No tiene líderes ni portavoces permanentes. Sólo circunstanciales.

Los participantes se comportan y actúan en red.

No quiere hacer la revolución sino una (r)evolución, una innovación del sistema de gobierno, o sea, de la democracia.

No pide la transformación del sistema de producción (capitalista), al contrario, denuncia que es el sistema que se ha vuelto en contra de la gente. Sus integrantes, son realistas. Saben que todavía no hay otra alternativa.

Como a sus integrantes les sobra el futuro (por eso inician un proceso en lugar de producir un estallido), piden el presente. Ellos parecieran no tener una ideología de grandes ideas; tienen deseos que quieren ver satisfechos; esto es:

La reforma de la Ley de partidos (listas abiertas), el fin de los privilegios económicos que tienen los políticos (sueldos, jubilaciones, etc.); mayor control fiscal a los bancos (en plena crisis es cuando más han ganado); el cambio de la ley hipotecaria porque en España a quien no puede pagar su casa, se la quitan y además se queda debiendo la diferencia entre el total del préstamo incluidos los intereses del préstamo y el valor al que se ha rematado la casa que a través de inmobiliarias, compran los mismos bancos para luego venderlas a precio de mercado.

Numerosas publicaciones, iniciativas, convocatorias y hasta denuncias se están haciendo con el nombre del 15M pero, éste existe y deja de existir en la acción. No tiene dirigentes reconocidos ni estatutos. Sí adherentes y simpatizantes de la categoría moral de José Luis Sampedro, Eduardo Galeano, Manuel Castells, Vicenç Navarro. Cabría entender las numerosas iniciativas se han bajo el espíritu del 15M pero no dicho movimiento. Y esta es otra novedosa innovación. Se ha abierto un camino de participación activa abierta.

Es una prueba más de que por primera vez, sin proponérselo este movimiento ha comenzado a redimensionar el espacio público. Ya no es solamente aquel donde se forma la opinión pública, tampoco sólo el escenario físico, calles y plazas donde la sociedad se hace visible. A la dimensión social, física, cultural, acaba de integrarse la dimensión virtual en el que se hace patente la Red. El espacio público es a la vez, contenedor y contenido, el espacio de ser (cultura), del estar (lugar), una entidad con entorno que se ha hecho un espacio híbrido: sociofísicovirtual conformado por cuerpos, escenarios físicos y redes; sin límites. En este espacio público híbrido, el protagonista ya no es el pueblo ni la masa; es similar a la multitud en cuanto ésta no es representable (Tony Negri), pero a la vez, es más, una expresión de la inteligencia colectiva que se hace ostensible en las acciones e iniciativas que son producto de la comunicación en Red. Es ésta la que ha hecho patente y visible el nuevo espacio público. El de todos/y de nadie. En el inmediato futuro, es aquí donde se definirán las luchas. Será el nuevo campo de batalla y el único escenario de una posible revolución, no en el ámbito de la producción sino del control y distribución de los beneficios provenientes de ésta.

Jorge Benavides Solis. [email protected]

Notas:

i http://www.youtube.com/watch?v=bXujN9nI24w&feature=related

ii http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/fiscalia-intervenido-bienes-valorados-millones-euros-20110406-77131.html Mapa de la corrupción en España. La Fiscalía intervino bienes por 3.000 millones de euros en cinco años de corrupción.

iii MANIFIESTO «DEMOCRACIA REAL YA»: http://www.democraciarealya.es/

iv Brazos en alto, estamos en acuerdo; Brazos cruzados en alto, estoy en desacuerdo; Brazos cruzados, !no pasaran!, no soy violento; rotación de brazos, corta el discurso.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.