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El partido de los que no apoyamos a Garzón

Fuentes: Rebelión

Un compañero me insistía en que escribiera sobre la sentencia que declara culpable a Garzón por prevaricación al someter a escuchas las conversaciones de abogados y clientes en el caso Gurtel. Creo que no hace falta. Pues mantengo la opinión vertida en un artículo de hace un mes. Pero como aportación a la reflexión de […]

Un compañero me insistía en que escribiera sobre la sentencia que declara culpable a Garzón por prevaricación al someter a escuchas las conversaciones de abogados y clientes en el caso Gurtel. Creo que no hace falta. Pues mantengo la opinión vertida en un artículo de hace un mes. Pero como aportación a la reflexión de todo lo que rodea a esta sentencia, he procurado hacer un análisis de las actitudes ante esta sentencia.

– Creo que la derecha ha recibido felizmente esta sentencia. Mi análisis ahí no es muy riguroso porque he construído un mundo de izquierda a mi alrededor, al que llegan pocos ecos de ese otro planeta. No conozco bien la posible diversidad que pueda haber en ese otro hemisferio. Por mis prejuicios, creo que la alegría se debe más a la inhabilitación de un juez-magistrado que les provoca alergia o a la reprobación en público de este que a la preferencia que el Tribunal Supremo hace del derecho de defensa de los individuos sobre las facultades de investigación del juez instructor, aunque puedan enmascarar su verdadero motivo de satisfación con el ropaje inidicado.

– En esa cosa que dice que es de izquierdas y que hace políticas muy similares a las de la derecha (la llaman PSOE) y en caras muy visibles de Izquierda Unida, se hace un #apoyoagarzón bastante incondicional. En esa versión, la sentencia es producto de una ofensiva contra el juez. Por la fuerza de propagación de este espacio, esas ideas han calado con fuerza en la sociedad. La campaña #apoyoagarzón es una prueba.

En esa posición encuentro a quienes admiten que los jueces de instrucción deberían tener capacidad para interceptar las comunicaciones entre abogado y cliente en determinados casos, como el presente. Me extraña que antiguos compañeros de lucha contra la existencia de esa facultad en la investigación de los delitos de terrorismo ahora promuevan esa extensión a los delitos de corrupción y otros. Habría que decir que por lo menos los imputados por delitos de terrorismo saben que en los centros penitenciarios pueden tener esa reducción de esa garantía procesal. Hoy en Público recopilaban la opinión de juristas que señalaban que el fallo perjudica la independencia judicial para perseguir a la corrupción. Maestros tiene la Iglesia…

Hay otro grupo que quizá no llegue a propiciar el otorgamiento de facultades extralimitadas al juez pero por una fe sin condiciones en el juez creen que es inocente. Lo plantean con una seguridad que parece que todos los magistrados de la Sala de lo Penal han prevaricado para adoptar esa decisión. Todos… sin que uno sólo de ellos haya escapado a la envidia, la revancha, el odio porque el juez condenado se ha metido con poderes intocables, incluso los miembros de Jueces por la Democracia.

– El partido de los que no apoyamos a Garzón con ideas de izquierda está muy reducido. A este universo de las izquierdas llegan con fuerza los retumbos de los medios de comunicación de PRISA y de MEDIAPRO y el arrastre social de Lara, Llamazares, actores, …

En este partido encuentro dos formas de plantearlo. En la primera, hay un desprecio por la labor del juez en la persecución de los movimientos sociales y políticos de independencia y socialismo en el País Vasco, el abuso de facultades procesales o el ninguneo de denuncias al juez por torturas en sus procesos, su paso por la política de la mano de Felipe González, … Es la antítesis de la fe ciega en el juez. También se parece a la actitud antipersona de la derecha, pero es una fobia desde la izquierda.

En la segunda, el planteamiento acude al debate entre las facultades del juez y el derecho de defensa de los reos. Es la cotradicción de los que opinan que el juez no prevaricó porque para perseguir a los corruptos debe estar permitida la escucha.

Mi más honesta reflexión ha caído en esta izquierda minoritaria, como en otros casos. Entiendo que el comportamiento del magistrado se lo puso muy difícil a quienes han querido defenderlo porque valoran sus esfuerzos en algunos casos a favor de luchas populares, en los que otros jueces no hubiesen dado pasos en el buen sentido (el caso Pinochet puede ser el más claro). Creo que estas personas bienintencionadas debieron buscar una posición de apoyo al juez sin justificar la merma de garantías procesales. Desde luego, un cierto forofismo que consideran que el juez es inocente porque sí me parece perjudicial. Si hubiese matado (la vida es un bien jurídico más visible que las garantías sociales), nadie lo supiera y Federico Jiménez Losantos lo descubriese y querellase, habría que castigar el homicidio aunque la querella partiese de alguien que siempre ha montado campañas contra él.

Me gustaría saber si antes de estas tres querellas a Garzón había recibido alguna del mundo mal visto por el consenso social español. ¿Alguna querella de imputados del «entorno del ETA», (teoría que el contribuyó a crear)?.

Para terminar quería hablar un poquito del derecho de la defensa. Antes de este caso, teníamos la percepción de que las conversaciones de presos provisionales y abogados eran sagradas, salvo casos de terrorismo. Si los reos-abogados hubiesen sospechado la posibilidad de que les capturaban las conversaciones, ¿hubiesen dicho lo que dijeron?. Si existiera la percepción de que el juez y no el legislador pudieran crear nuevos casos de interceptación, ¿los imputados podrían sincerarse, sin confianza se podría organizar una buena defensa?.

Quienes crean que Garzón ha hecho mucho bien, podrían acercarse y decirle que ha sido un juez excelente. Pero no creo sano que públicamente digan que es inocente. Los que crean que debería permitirse las escuchas en caso de corrupción, ya saben pueden proponer esos cambios de leyes, para que la definición de los casos no quede abierta a la interpretación de los jueces, con las garantías establecidas por la voluntad general y no por la ideología y la sensibilidad más o menos garantista del juez. Podrían establece que es permitido para delitos de terrorismo, organizaciones criminales complejas, … imputando al abogado sospechoso y anulando su cambiándolo. Yo no abogaría por mantener las leyes tal y como están: propondría impedir cualquier tipo de escuchas, también en delitos de terrorismo, permitiendo la escuchas de imputados sólo cuando estuviesen advertidos y no se contamine la defensa. Así se eliminaría el riesgo de la continuidad delictiva y se preservaría la defensa.

En fin, creo que es más urgente y trascendental crear movimientos sociales de progreso que acaben por mejorar las leyes y su aplicación que encomendarse desde la debilidad social al espíritu claroscuro de algunas estrellas.

Samuel García Arencibia, autor del blog Utópico terminando el prólogo, sagara1977.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.