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El Ayuntamiento de Cádiz otorgar su galardón a un liberticida

El premio de la libertad a Vargas Llosa… ¿El oro sobre la conciencia?

Fuentes: Rebelión

Hace varias décadas, Silvio Rodríguez compuso una desgarradora canción titulada Días y flores en la que, denunciando el daño, la muerte y el dolor causados por quienes hacen y justifican las guerras de expolio, gritaba de un modo conmovedor: ¡La rabia: el oro sobre la conciencia! El Ayuntamiento de Cádiz ha anunciado la concesión del […]

Hace varias décadas, Silvio Rodríguez compuso una desgarradora canción titulada Días y flores en la que, denunciando el daño, la muerte y el dolor causados por quienes hacen y justifican las guerras de expolio, gritaba de un modo conmovedor: ¡La rabia: el oro sobre la conciencia!

El Ayuntamiento de Cádiz ha anunciado la concesión del Premio Iberoamericano Libertad Cortes de Cádiz de 2014 a Mario Vargas Llosa. Esta barbaridad, que no es precisamente un ejemplo de lucidez, sentido común ni conocimiento de causa, equivale a regalarle a Paris Hilton el premio a la conciencia social, al General Franco el de los valores democráticos, a Al Capone el de los valores cívicos, o a Belén Esteban el de la cortesía y las buenas maneras. Sería bueno saber qué razones reales han motivado al consistorio gaditano para otorgarle el premio de la libertad a un asesino de la libertad. ¿La rabia? ¿El oro? ¿La conciencia?

El escritor Mario Vargas Llosa, como es sabido, es un defensor del capitalismo neoliberal. Este becerro de oro, según Jean Ziegler, alto funcionario de la ONU, mata a 100.000 personas de hambre al día, lo que constituye el mayor genocidio de la historia de la humanidad. En efecto, si se atiende a que esta atrocidad lleva produciéndose medio siglo, podemos deducir que ha provocado el asesinato de 1.560.000.000 personas. Es decir, una cifra casi 30 veces superior a la de las víctimas de la 2ª Guerra Mundial. Y unas 15 veces mayor a la que, de modo exagerado, se le ha endosado al comunismo.

Más delicado y difícil de comprender es su justificación de la guerra de Irak de 2003. Como es sabido, dicho conflicto, según algunos analistas, ha podido llegar a costar 1.200.000 muertos, en su mayoría civiles, inocentes y niños, así como la más completa destrucción del país. Las excusas para dicho ataque, cuya falsedad ya estaba demostrada antes de la invasión, eran la posesión de armas de destrucción masiva, los vínculos con Al-Qaeda, y la capacidad de atacar en pocos minutos objetivos occidentales. La causa real de este genocidio era el expolio manu militari del petróleo, gracias a lo cual los ya repletos bolsillos de George W. Bush y de Dick Cheney se han llenado más todavía, según el propio Secretario de Tesoro de Bush, Paul O´Neill.

Es una obviedad argumentar que, de igual modo que la apología del terrorismo es delito, también debiera serlo la apología de la guerra, si ésta se basa en falsos supuestos y se sabe que va a suponer la muerte de decenas de miles de niños. En este caso, Vargas Llosa tal vez hubiese comparecido ante un Tribunal Penal Internacional. Y sin embargo, en Cádiz le dan el premio a la libertad, con más osadía que sentido común (como ya sucedió con Uribe).

Sin embargo, donde Vargas Llosa muestra su capacidad de mentir, de manipular y de tergiversar es en su campaña de acoso y derribo con respecto a la democracia venezolana. El escritor peruano es un eco sumiso de todo un repertorio de mentiras prefabricadas contra el país caribeño: que Chávez era un dictador, que Maduro es un incompetente, que la economía del país va a colapsar, que la prensa sufre censura y la oposición hostigamiento, que la pobreza se ha disparado, que las elecciones son fraudulentas….

Sin embargo, Vargas Llosa omite unos pequeños datos ofrecidos por organismo pocos sospechosos. Según el Centro Carter, el sistema electoral venezolano es el mejor del mundo. Según el FMI, el PIB ha sido de los más altos del mundo durante varios años. Según The World Factbook, la pobreza ha descendido del 70 al 24% aproximadamente. Según la FAO, Venezuela es de los pocos países que ha cumplido con los planes de lucha contra el hambre. Según la UNESCO, es el menos desigual de América Latina. Y según el mismo organismo, el analfabetismo se erradicó en 2004.

Según Ignacio Ramonet, el 90% de la prensa venezolana es privada. Según Pascual Serrano, todas las mentiras, tergiversaciones y llamados al magnicidio por parte de la prensa han quedado impunes. Según Noam Chomsky, el golpismo de los medios de comunicación, que en Europa puede suponer la cadena perpetua y en EEUU la pena capital, en Venezuela ha salido gratis. Según Eva Golinger, el juego sucio de la oposición (masacres, paramilitarismo, violencia, guerra económica…) está directamente apoyado por la Casa Blanca, la CIA, la NED y la USAID. Si Vargas Llosa, opinando como opina no conoce estos datos, es un ignorante. Y si los conoce, es un mentiroso. ¿Oro o conciencia?

Si el escritor peruano quiere ser un adalid de la libertad, y no el liberticida que es (¿o no está torpedeando la liberación del pueblo venezolano?), ya puede denunciar las guerras de expolio de EEUU y Europa (Irak, Libia, Afganistán, Mali, Líbano, Siria, Palestina…), las torturas de Guantánamo, las cárceles secretas de la CIA, las muertes de civiles causadas por drones, y las políticas económicas que están trayendo muerte, hambre, miseria, desahucios y suicidios, en lugar de criticar al socialismo del siglo XXI, que ha colaborado para que en América Latina hasta 50.000.000 de personas hayan abandonado la pobreza, según la CEPAL.

Desde aquí, el abajo firmante ofrece a Vargas Llosa toda la documentación que certifica lo afirmado en estas líneas. También quiero sugerir al Ayuntamiento de Cádiz que le revoque dicho premio y se lo ofrezca a quien sea merecedor de él (como en su día se lo otorgó, con buen criterio, a Lula y a Mujica). Y al escritor peruano le ruego, le emplazo, le reto, le invito a un debate profundo, documentado, educado, con moderador, en el medio de comunicación que él elija, para que intente rebatirme la afirmación de que Venezuela es la mayor democracia del mundo, y la de que defender la libertad implica criticar el imperialismo anglosajón y defender la independencia latinoamericana. Aquel dispone del oro. Pero ésta de la conciencia. La gente decente estamos de este lado. Y usted, Mario Vargas Llosa, ¿de qué lado está?

 

Nacho Dueñas, miembro de la Plataforma Bolivariana Francisco de Miranda, de Cádiz (España).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.