En la pasada Cumbre Mundial del Clima COP 28 de Dubái (Emiratos Árabes Unidos EAU), un hecho fue el foco de las críticas y la incompatibilidad de los organizadores con una propuesta a la altura de las necesidades de la actual crisis climática: el que, además de tratarse de un país totalmente dependiente económicamente de los combustibles fósiles, se designara como presidente de la COP al director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo, ADNOC. Pero otros aspectos recibieron menos atención, como el hecho que EAU y los demás estados petroleros de la Península Arábiga, sean totalmente devotos de la megalomanía y el crecimiento. Sin duda estos aspectos están muy relacionados también con el petróleo y los beneficios que reciben. Pero por eso mismo, porque son los que al final promueven su consumo desmedido, precisarían más atención. Sin duda, el hecho de nombrar al director ejecutivo de la 12ª mayor petrolera mundial es reprochable, pero aún más que este sea un sultán de un emirato que sólo busca tener los rascacielos más grandes y el skyline mayor del mundo, con lo que eso supone a nivel energético y a nivel económico para conseguir todos los millones que se precisan para ello. E indirectamente con lo que eso supone a nivel climático para el Planeta.
COP28: megalomanía contra el Planeta
El skyline de Babel
Fuentes: A Planeta