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30 años a pie de tajo

El SOC celebra en Pedrera su aniversario

Fuentes: Kaosenlared

Más 2000 personas venidas de todas las provincias andaluzas participaron en el 30º Aniversario del SOC celebrado en Pedrera.

Las intervenciones, saludos y actuaciones musicales se fueron desarrollando desde el comienzo de la tarde hasta bien entrada la madrugada en el Recinto Ferial de Pedrera, un pueblo de larga tradición luchadora.

El acto contó con la presencia de invitados que nos dejaron su saludo y solidaridad: José Chamizo, defensor del Pueblo; el director teatral, Salvador Távora; Nicolás Castellano, de la Federación de Trabajadores de Catalunya; Jorge Cortegany, de la Asamblea de despedidos de SEAT; Antonio Nogales, concejal del Ayuntamiento de Pedrera; Enrique Priego, sacerdote de Pedrera; Mohamed Salem, del Frente Polisario y Omar Hamdam, de la Asociación Europea de Cooperación con Palestina.

Entre las actuaciones musicales contamos con la presencia de Miguel Sáez (Fusión), Cotorro de Pedrera (Flamenco), Dj. Kan, Ramonetti y la Güerra (Hip-Hop), salva Junior y Orquesta (pop-rock), el Grupo de Baile Funky de El Coronil, Gente del Pueblo y las Academias de baile «Manoli» y «Soleá» (de Alicia) de Pedrera.

Durante el fin de semana se celebró un Encuentro de Jóvenes Sindicalistas donde se debatieron temas de actualidad como el Proceso de Paz en Euskadi y la situación de Palestina.

Si se pudiera resumir en una frase lo que han significado estos 30 años de existencia podríamos decir con orgullo que el SOC es ante todo UN SINDICATO A PIE DE TAJO. Un sindicato que sólo promete honradez, que se sostiene y dirige sólo por los trabajadores para defender sus legítimos derechos. Somos un sindicato de clase, que sólo responde ante los trabajadores que es de quiénes dependemos y de dónde surge nuestra fuerza para cambiar y mejorar las cosas. Honradez, por tanto, para la lucha y honradez para aceptar las decisiones que los trabajadores tomemos democráticamente en asamblea.

Son 30 años de lucha por la dignificación del Medio Rural Andalucía y en defensa de la clase jornalera que han convertido al SOC en un referente de dignidad y lucha para el conjunto de la clase obrera.

Desde la creación en 1974 de las Comisiones de Jornaleros, que dos años después darían paso a la creación del Sindicato de Obreros del Campo y hasta bien entrado los años 80, los militantes del SOC sufrimos una fuerte represión política y sindical. Las detenciones, las palizas y la cárcel fueron normas habituales de los diferentes gobiernos de la dictadura franquista y de la UCD. La razón de esta represión brutal no es difícil de entender: en una Transición donde todo quedaba atado y bien atado el nuevo régimen no quería un sindicato que no estuviera comprometido con este apaño.

Esta fue una de las características esenciales del SOC desde su nacimiento: el ser un proyecto colectivo que no entró en el Pacto de la Transición, en la legitimación del postfranquismo y el nuevo régimen. Pocas opciones socio-políticas superaron esa dura prueba de aquellos años de represión y aislamiento. El movimiento jornalero andaluz, con el SOC a la cabeza, consiguió resistir y ganarse el derecho a la existencia. Y hoy por hoy, el SOC representa a una franja del movimiento obrero que no está bajo control de aquellos aparatos sindicales que sí sustentaron el nuevo régimen y que se han dedicado desde entonces a auxiliar a los diferentes gobiernos en el ataque a los derechos sociales por la vía de las reformas laborales.

Durante el felipismo (1982-1996), el SOC se afianzó como movimiento alternativo en el campo andaluz, ampliando su base social y conectando sus reivindicaciones con amplias capas de jornaleros. La respuesta del poder fue la misma: dieron la orden de continuar la represión, con una implacable caza y captura contra el sindicato y sus dirigentes. Prueba de lo que decimos y a modo de ejemplo, son los hechos ocurridos en 1983 en El Coronil (Sevilla), donde un encierro pacífico en el Ayuntamiento, protagonizado por ocho jornaleros, terminó con la voladura de la puerta con Goma-2 por parte de la Guardia Civil y el encarcelamiento de estos hombres durante diez días.

La histórica huelga de hambre del pueblo de Marinaleda o las ocupaciones de fincas por toda Andalucía fueron convirtiéndose en señas de identidad de una forma alternativa de hacer sindicalismo de clase. Estas acciones emblemáticas fueron combinándose con una acción sindical sostenida en el tiempo: seguimiento del cumplimiento de los convenios vigentes en más de 1.000 fincas andaluzas y presencia en la vendimia francesa o los espárragos en Navarra.

Mención especial hay que hacer al trabajo realizado con los inmigrantes en Almería y Huelva. El SOC no considera extranjeros a los trabajadores inmigrantes, son parte de nuestra clase. Inmigrantes son los responsables del SOC en Almería donde se han abierto nuevas sedes y se trabaja en cuatro localidades diferentes. Todo esto hizo que el SOC se convirtiera en un referente de dignidad y lucha para el conjunto de la clase obrera superando el marco rural y andaluz.

La agresión que significó el decretazo del PP en el 2001 supuso un reto para nuestro sindicato. El SOC llevó a cabo más de 100 acciones reivindicativas, de las cuales destacamos los cortes de la Nacional IV en Despeñaperros, la concentración de 10.000 mujeres jornaleras en la Plaza de España en Sevilla, la toma del Aeropuerto de Málaga y Sevilla o la Marcha a Madrid. Como consecuencia de esta importante movilización, el SOC terminó de desplazar a otras opciones sindicales y se convirtió en el sindicato mayoritario en el campo andaluz.

Los cambios en la realidad del Mundo Rural nos ha llevado a ir superando este marco e intervenir en otros sectores. Ejemplo de esto es la creación de la Federación de la Construcción que viene a organizar a un sector de jornaleros, fundamentalmente jóvenes, que se ha incorporado al boom de la construcción ante la falta de oportunidades en sus respectivos pueblos y la incipiente federación del metal que ya ha empezado a trabajar.

También contamos con los compañeros de USTEA en la enseñanza y de Autonomía Obrera en la salud con los que compartimos un modelo de sindicalismo alternativo a los aparatos sindicales.

Pero en este 30º Aniversario no sólo hemos mirado al pasado sino que hemos reforzado nuestra apuesta por el futuro. La clase trabajadora necesita una nueva alternativa sindical y nosotros estamos dispuestos a construirla con todos los trabajadores honrados que quieran luchar por mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Esa nueva alternativa es el SINDICATO ANDALUZ DE TRABAJADORES, el SAT.